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Si te has pasado últimamente con los excesos y tu cuerpo te reclama una bajada de kilos lo más rápido posible, pero no soportas pasar hambre y tienes poco tiempo, seguramente la dieta proteica (también llamada lipodieta) es tu mejor aliada. Y para que puedas empezar cuando quieras con ella, te vamos a contar en qué consiste este régimen basado en la ingesta de proteínas, te explicaremos sus diferentes fases para perder peso de manera rápida y terminaremos analizando por qué puede ser tu mejor opción si te gusta comer de todo y no privarte de nada (al menos en la cocina).
Primera fase de la dieta de la proteína: 5 días para perder hasta 4 kilos
En su primer ciclo, la dieta proteica (lipodieta) puede durar entre 3 y 5 días (nunca más) e implica comer solo proteínas. Sí, como lo lees. Normal entonces que el subidón que experimentes a nivel motivacional sea enorme porque adelgazas muy rápido. En el caso de los hombres se suelen perder entre 2 y 4 kilos en esta primera parte de este régimen.
Una de las claves de este primer período de la lipodieta es que el alcohol está prohibido. Asume que vas a pasar una temporada sin él. Duro, lo sabemos. Por ello, lo mejor para sustituir las bebidas espirituosas es entregarte al agua o al agua con limón que tiene múltiples beneficios. Pero como esto seguramente sea casi imposible, también puedes recurrir a las siempre refrescantes Coca Cola Zero, Coca Cola Zero Zero o a la tónica 0%. Y recuerda: solo bebidas sin alcohol, no vale hacer trampas.
Cetosis: así reacciona tu cuerpo al inicio de la lipodieta
Ante la falta de carbohidratos en favor de las proteínas, tu organismo llega a la fase de cetosis. En esta, tu cuerpo empieza a quemar la grasa que tienes para obtener energía. Como no conviene que mantener la cetosis mucho tiempo, la primera fase de la dieta proteica no debe ir más allá de los 5 días. Ya ves que no damos puntadas sin hilo.
Y si te estás preguntando cómo notarás que tienes cetosis, tranquilo, lo sabrás. Más que nada porque tu aliento empezará a parecerse al de tu perro. Vaya, que tendrás halitosis. Antes de quedarte sin amigos ni familia, puedes pasar a la segunda fase.
Advertencia: Si solo haces la primera fase y te conformas con haberte quitado tres kilos en una semana, tendrás un efecto rebote y no habrás conseguido nada.
Ejemplo de menú de dieta proteica en su primera fase
- Desayuno: Café con leche desnatada, una tortilla de dos huevos y dos claras de huevo y un par de lonchas de pavo.
- A media mañana: si tienes hambre puedes tomarte un yogurt 0% de proteínas. Obvio.
- Comida: un lomo de salmón y un filete de ternera.
- A media tarde: lacón o cecina o jamón del bueno.
- Cena: mejor elegir algo ligero como langostinos a la plancha y una pechuga de pollo. Adiós a tus adorados nuggets de pollo del McDonald's.
Segunda fase de la dieta proteica: añade vegetales y fruta
En este segundo ciclo de la lipodieta, que puedes mantener durante un año si tienes muchos kilos que perder, lo ideal es que cada comida tenga mitad de proteína y mitad de vegetales y fruta (apuesta por las cerezas cuyas propiedades son adelgazantes). Y ya que has conseguido llegar hasta aquí, lúcete y come solo alimentos saludables.
La base de la dieta, no lo olvides, sigue siendo la proteína. Así pues, el hidrato de carbono (el pan) solo entra en el desayuno. En este segundo período de la lipodieta, las proteínas son las mismas, pero puedes sumarle a tu chuletón una ensalada, verduras hervidas o a la brasa. Incluye también legumbres y setas. La fruta, mejor en el desayuno y a media mañana. También puedes consumir lácteos desnatados.
Advertencia: el alcohol y el dulce siguen prohibidos si quieres seguir perdiendo peso en tiempo récord,
Ejemplo de menú de dieta proteica en su segunda fase
- Desayuno: Café con leche desnatada, una pieza de fruta, una tostada de pan de cereales con jamón de york.
- A media mañana: un plátano (que además forma parte de los alimentos que mejoran la felicidad) o un yogurt de proteína.
- Comida: verduras salteadas y un filete de ternera (a la plancha, como mejor se cocina la carne) .
- A media tarde: lacón o cecina o jamón del bueno.
- Cena: Tortilla de dos huevos y dos claras rellenas de atún.
Tercera fase (y final) de la lipodieta: proteínas, verduras e hidratos de carbono
Una vez alcanzado tu peso ideal, deberás conseguir mantener de por vida (o lo que puedas, tampoco te estreses) esta trilogía alimenticia. Este equilibrio se suele escenificar con un plato que se divide en tres partes: la mitad son vegetales, un cuarto es proteína y el otro cuarto hidratos de carbono (pasta, arroz, patata).
Y lo que tanto estabas esperando, por fin llega en esta tercer nivel. Podrás tomar alcohol y dulces, pero solo si lo haces con moderación.
Ejemplo de menú de lipodieta en su tercera fase
- Desayuno: Café con leche desnatada, una pieza de fruta, una tostada de pan integral (aquí tienes una guía para reconocer un pan bueno) con jamón de york.
- A media mañana: un plátano o un yogurt de proteínas.
- Comida: ensalada mixta y un filete de ternera con patatas fritas (caseras y crujientes, como las de Dani García).
- A media tarde: una manzana. Aunque tu preferirías degustar una buena sidra asturiana. Lo sabemos.
- Cena: lomo de salmón a la plancha con verduras a la brasa.
10 consejos para conseguir los mejores resultados de la dieta proteica
- Come caprichos. Intenta que todos los productos que vayas a comer la primera semana sean apetecibles. Quizás sea un poco caro, pero te aseguras empezar con ilusión comiendo cosas ricas, sin pasar hambre y adelgazando rápido.
- No te permitas pasar hambre. No te hagas el fuerte. Mejor que te comas una lata de berberechos antes de cenar a que dejes crecer el hambre en tu interior y acabes haciéndote el bocata de Paco Roncero. Habrás echado a perder todo el esfuerzo.
- Pésate todos los días a la misma hora. Mejor nada más levantarte, para que las variables sean siempre las mismas. Te alegrarás al ver que adelgazas, y te acostumbrarás a llevar control sobre tu cuerpo y sus reacciones.
- Las tortillas, háztelas de dos huevos y añádeles 2 claras (y con sorpresa dentro si quieres): de estar manera llenan más, y puedes meterle trozos de pollo o atún para hacerla más consistente. Evita los huevos fritos (y también las croquetas con huevo frito de Paco Roncero, por desgracia para ti) para no caer en la tentación de untar la yema con pan. Les puedes meter dentro lo que quieras de proteína: una lata de atún, unas virutas de pollo braseado, chatka, jamón…
- Elige pescados que sacien. Cuanto menos hambre pases más lejos llegarás: mejor comer atún o salmón a la plancha que lubina o merluza. Echa mano también de calamares y sepia, que sacian mucho. Si llevas muchos días y empiezas a aburrirte, aprovecha para aprender a sazonar: curry, comino, mezclas de hierbas Thai, hierbas provenzales, pimienta….
- Mejor ternera que cerdo. Al menos en la primera fase, porque tiene menos grasa. Si puedes llegar hasta el final dejando la carne de cerdo de lado, mejor.
- No te aburras: Varía la carne: puedes comer chuletón, filetes, roastbeef, steak tartar, carrilleras (sin salsa) albóndigas (sin salsa) o hamburguesa (sin el pan). Y si todavía no sabes cómo comerte una burger sin mancharte, ya te vale.
- Llena tu nevera de productos que puedas picar: jamón ibérico, huevos duros, cecina, lacón o una pechuga de pavo que puedas ir cortando según te apetezca.
- Nada de frituras. Prohibidos los rebozados, empanados, los huevos fritos o las alitas de pollo fritas (comes más piel frita que carne).
- Echa mano de las latas: latas de atún, de sardinas, de berberechos, de mejillones en escabeche, chatka… te serán de gran utilidad para adornar los menús.