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Algunos han descubierto a Samantha Hudson (León, 1999) en la última edición de Masterchef Celebrity. Sin embargo, la reina de los bajos fondos, como a ella le gusta presentarse, tiene ya una carrera de largo recorrido. Su primer hit fue Maricón, un vídeo musical que grabó en el instituto y con el que armó un gran revuelo.
Aquella “canción protesta” se viralizó y, desde entonces, se ha hecho un documental sobre su historia, estrenó un espectáculo que hizo tres sold out seguidos en el madrileño Teatro Lara (ahora acaba de estrenar uno nuevo, Liquidación total) y el podcast irreverente que comparte con Jordi Cruz (el ex chico Disney, no el chef) en Netflix, ¿Sigues ahí?, ha renovado una temporada más gracias a su éxito. Además, está a punto de estrenar disco (el primero, porque el que tiene es un Grandes éxitos “por lo de empezar la casa por la ventana”, según ella misma dice) y su carrera como actriz va viento en popa. Medio en broma, medio en serio, asegura que primero quiso ser granjera y después… actriz. "De hecho, hice el bachillerato de Artes Escénicas. Pero me di cuenta de que las ficciones que veía no me representaban. Ahora quiero hacer guiones y dirigir. Así haré una película con la que me sienta a gusto y de paso me daré un papelito [risas]", asegura. Sin embargo, no le ha hecho falta. En unos meses la podremos ver en Rainbow, la esperadísima película de Paco León para Netflix y ya está grabando un especial navideño made in Los Javis, Una navidad con Samantha. ¿Quién da más?
Cantante, cabaretera, entrevistadora, actriz... ¿Me falta algo?
Sí, es verdad. Últimamente me siento como la Barbie, con un montón de profesiones.
Tu participación en Masterchef ha sido fugaz. No te matabas ir, ¿no?
Bueno, yo me apunto a un bombardeo y me hacía mucha gracia verme en prime time en Televisión Española, aunque tal vez no es la vocación de mi vida. Pero creo que todo suma y una experiencia así tiene sus cosas buenas. Desde luego yo me lo he pasado muy bien y lo bueno, si breve...
Para todos aquellos que dicen hacerse un lío con esto de la diversidad de género ¿se lo aclaras?
Pues la gente se hace la picha un lío con bastante poco, la verdad. No lo entiendo, honestamente: gay, lesbiana, bisexual, trans y queer. A mí no me parece gran cosa ¿eh? Pero yo creo que lo mejor y lo más natural es preguntarle a cada persona sus pronombres y cómo se siente más cómoda para que se refieran a ella. Y si te quieres curar de espanto, trata a todo el mundo en femenino y ya está. Yo es lo que hago, a todas mis amigas y a todos mis amigos, aunque sea un maricón de 40 años con barba, les digo: "¿Nena, ¿qué tal?" Y a parte así me viene muy bien, porque como nunca me acuerdo del nombre de nadie…
¿Y cómo te definirías a ti misma?
Me definiría… ¡Yuhuuu! Esa soy yo.
El saber es poder ¿y el desconocimiento lleva a la incomprensión y al odio?
Yo creo que hay mucha gente que odia y es intolerante porque no sabe, pero también creo que hay mucha gente que odia y es intolerante a sabiendas y para nada hay que infantilizarlos y pensar que son tontos. Todo lo contrario, son más listos que el hambre.
¿Cómo has combatido tú los prejuicios a los que has tenido que enfrentarte?
Con mucho morro y muy poca vergüenza.
De niña, ¿soñabas con ser como eres hoy en día?
Yo la verdad es que no soñaba con ser Samantha, yo quería ser granjera. Pero después me dijeron que tenía que recoger estiércol y se me quitaron las ganas. Ahora quiero ser supermodelo, pero mido un 1,79, me falta un centímetro más para estar a la altura, así que creo que haré un FP y me haré lampista (risas).
A simple vista eres una persona de convicciones ¿alguna vez has dudado de ti misma?
Yo tengo unos ideales muy férreos o al menos da esa sensación, pero dudo de mi todo el rato. De hecho yo creo que es la clave para ser tan segura y que des la sensación de cara a la galería de ser una persona tan confident, que me encanta esa palabra en inglés. Pero yo creo que hay que dudar todo el rato y hacerte preguntas y cuestionarte si las cosas que haces están bien o si es la mejor manera en la que podrías hacerlas. La que diga que no duda y que no tiene inseguridades es simplemente una mentirosa compulsiva, yo creo que todas nos hacemos ese tipo de preguntas y tenemos muchos miedos y muchos complejos. La cosa es que no tiene porqué tener nada de malo, simplemente hay que aprender a gestionarlo y a lidiar con ello.
¿Hay realmente cada vez más tolerancia?
Hombre, yo creo que hay cada vez más tolerancia, pero ese es precisamente el problema, que no queremos tolerancia, queremos respeto.
¿Qué referentes te han ayudado a lo que eres hoy?
Mi máximo referente es mi hermano, que es siete años más mayor que yo y que también es un homosexual de tomo y lomo. Entonces claro, la barrera de la sexualidad, en mi casa la tenía destruida y hecha añicos. Después tuve que salir del armario como travesti y mis padres ya estaban hechos a la idea de que yo era un maricón pintao, pero que soy Samantha Hudson, fue la segunda salida del armario. Pero esa ha sido mi mayor referente. Ese y la Peppa Pig: ese vestido simple, con ese corte recto y esa botas a media tobillo negras… Fashion icon. Ella es el momento.
¿Y qué hay del mundo princesas Disney? A más de un@ le ha traumatizado…
Mi favorita era Pocahontas, porque como yo me he criado en Magaluf me siento muy identificada con la narrativa de una chica que está en su tierra de origen y de repente llega un güiri para trastocarle los esquemas y a enamorarse de ella para luego dejarla tirada. Porque yo siempre me enrollaba con güiris borracha y luego se iban a su casa y yo me quedaba hecha añicos.
La música empodera. La que tú haces está destinada a ayudar a la gente o solo a ti misma?
Yo la verdad es que hago las cosas en stand by y luego ya dejo de disociar y les doy un sentido. O simplemente las cuelgo y espero a que alguien haga un hilo de twitter explicando las analogías que hay detrás de la letra y digo: "Justo eso, eso era lo que quería decir".
Y tu vida ¿tiene una banda sonora particular?
Pues la verdad es que La Macarena suena en bucle en mi cabeza porque mi madre solía tener (ya no sé si lo ha tirado) un muñeco muy divertido con una camiseta y una guitarra que cuando le dabas a un botón cantaba La Macarena (risas).
¿Cuál es tu tipo de familia ideal?
Pues yo creo que es mucha presión eso de tener que cuidar a tu hijo como si fuera de tu propiedad y con ese rollo de la herencia genética y que la carga y la responsabilidad caiga sobre los progenitores. A mí me parece mucho más chulo tener un grupo de amigas guays, molonas y que cada una tenga sus hijos y los cuidemos a todos en comunidad. Y además así no te asfixia, porque claro, de repente pares y esa criatura es para toda la vida. Pero claro si tienes a tu amigo maricón y a tu amiga lesbiana que el fin de semana están con ello… En general todo comunitario y hay que colectivizar el pensamiento.
¿Y cuál sería para ti un futuro ideal respecto a la diversidad?
Pues yo creo que abajo la familia nuclear y en general abajo el capitalismo y abajo el sistema porque todas esas cosas no dejan de ser un instrumento para seguir perpetuando una estructura que nos violenta así que… ¡Anarquía! Uhh
Has hecho tus pinitos en Veneno y ahora tienes un papel en la nueva película de Paco León. ¿Qué será lo siguiente?
Lo de Rainbow es un cameo muy pequeño en la escena final. Pero lo más ambicioso a nivel actoral es algo que voy a hacer ahora. Es un especial navideño, protagonizado por mí, con números musicales acompañada de mis ídolos. Una versión de Cuento de Navidad, pero trasladada a mi universo, que voy a hacer con la productora de Los Javis, Suma Content. Si sale como yo me lo imagino va a ser un bombazo. Y si queda cutre no me importa, porque todas las grandes estrellas tienen una película de serie B en la recámara, que luego se vuelve cine de culto, como la que hizo Marta Sánchez, en los 80, Supernova. Ese tipo de diva decadente es el que yo aspiro a ser.
Esa es la Samantha que podremos ver también en tu nuevo espectáculo en directo para el que tienes ya un montón de fechas cerradas…
Es Madonna venida a menos total. Imagínate lo que ocurre cuando mezclas una travesti destartalada con unas coreografías, unos bailarines y unos juegos de luces que dan esa mixtura entre lo grotesco y lo hortera. Estoy muy contenta la verdad, porque creo que ha quedado una astracanada muy divertida. Todo muy canalla y muy gamberro.
