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Dragon Ball ha marcado la infancia de varias generaciones nacidas en los ochenta y noventa. Solo hay que ver las reacciones al fallecimiento de Akira Toriyama para descubrir, de hecho, como las sigue marcando hoy en día a pesar de que Dragon Ball Super no comparta la calidad de Dragon Ball Z o Bola de dragón ni de lejos. Pero los años pasan, el niño que una vez fuimos cada vez nos queda más lejos, tenemos menos tiempo para animes donde una pelea dura 50 capítulos, el bueno siempre gana y revive, etc, etc. Puede que los año 90 estuvieran marcados por Dragon Ball Z, igual que los 2000 fueron los de Naruto, Bleach o One Piece. Pero lo cierto es que la década de los noventa es un contenedor inagotable de animes extraordinarios. Y no, no todos son tan largos ni de lejos como la serie de Akira Toriyama.
Podríamos hablar de Monster, un excepcional relato criminal de 74 capítulos; o de Neon Genesis Evangelion, de solo 26 y, junto a Dragon Ball, el anime más influyente en la cultura popular del mundo. Pero hoy toca hablar de otra maravilla, otra de solo 25 capítulos y cuyo camino en el mundo del anime es bastante lioso. Berserk es, muy probablemente, el mejor manga de la historia a pesar de que su autor, Kentaro Miura, muriera en 2021 sin llegarlo a acabar y su frecuencia sea cada vez más escasa. A priori, todo está en contra de Berserk salvo su excepcional calidad. Es un anime realmente violento, y no en el sentido de la espectacularidad. Es duro y muy traumático. Berserk es de esas historias en las que el +18 está justificado por mucho más que la presencia de sangre y tetas.
Su mundo de fantasía, depresivo y oscuro, ha inspirado a mundos como el de Dark Souls y ha ido creciendo en el imaginario de unos fans que parecen contentos en esa oscuridad por el simple hecho de seguir luchando contra ella. Pero no nos entretengamos, volvamos a Berserk. La calidad del dibujo del manga de Berserk hace muy difícil y costoso su adaptación. Su baja frecuencia de publicación y el hecho de que, tras la muerte del autor, la conclusión de la obra sea dudosa, suma para que ninguna compañía se quería arriesgar a producir su anime. A eso tenemos que sumarle la censura..., la mayoría del contenido de Berserk no se puede emitir en la televisión actual sin rebajar varios grados la violencia y el sexo, lo que solamente cabrearía a los fans y perjudicaría a la obra.
Eso es precisamente lo que le pasó a un anime de mediano presupuesto estrenado en 2016 y que fue dilapidado por crítica y público. Nada de eso ocurre, sin embargo, en la versión de Berserk que se encuentra en Netflix. 25 capítulos de puro oro en los que estuvo implicado directamente Kentaro Miura y que lograron trasladar como nunca la esencia del manga al anime. Estrenados entre 1997 y 2002, estos 25 capítulos se dedican únicamente a adaptar el arco de "La edad dorada". No obstante, y que me perdonen los fans de todo el manga, es un arco que se puede ver de manera aislada, con su propia conclusión y que a día de hoy sigue siendo considerado lo mejor del manga. Estos 25 episodios de 'La edad dorada' de 'Berserk' son, en esencia, el culmen del manganime y un esencial para descubrir un arte con todas las letras que es mucho más que nostalgia infantil y peleas motivacionales.
Todo eso, por supuesto, está genial, pero no tenemos porque quedarnos solo allí. Si tú también creciste con Dragon Ball pero ahora te encuentras pasada la treintena estás en el mejor momento para descubrir la durísima historia de Guts en este mundo de fantasía medieval que hace que Juego de tronos sea una película de Disney sin madrastras. Lo único (y perdonad que os avisemos de nuevo), es que no hay grandeza como la que se obtiene por adentrarse en el mundo de Berserk que venga sin coste. Preparad vuestro corazón para romperse.
