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Desde la primera hasta la segunda novela que Patricia Highsmith le dedicó al personaje de Ripley pasaron 15 años, desde 1955 hasta 1970. Por eso, no es de extrañar que el título de la novela así como el de su primera y mejor adaptación cinematográfica (protagonizada por Alain Delon y dirigida por René Clair en 1960) tuviera como título A pleno sol. Después, cuando Ripley ya se convirtió en un icono y su historia criminal se alargó hasta las cinco novelas, todas empezaron a tener a Ripley como reclamo en su título. Así llegó el nombre con el que se conoce ahora a la novela y que le sirvió como título a su más reciente adaptación al cine, la que protagonizó Matt Damon en 1999, El talento de Mr. Ripley.
Tras dos ilustres pero únicas adaptaciones de la novela a imágenes en movimiento (ya sea cine o televisión), Netflix ha decidido crear la primera serie adaptando la novela de Ripley. Sin embargo, no ha tirado ni por un título ni por el otro y es que el nombre "El talento de Mr. Ripley" sería un reclamo promocional mucho más llamativo que únicamente "Ripley", un apellido que por sí solo no tiene por qué hacer click en los espectadores, y que incluso muchos relacionarán antes con la Teniente Ellen Ripley de la saga Alien (Sigourney Weaver) ¿Por qué entonces han puesto ese título? Pues la respuesta está en que estamos hablando de una serie y no de una miniserie.
Normalmente, cuando adaptas una sola novela el resultado es una miniserie, también llamada una serie limitada. Es decir, cuando se acaba la temporada ya se ha acabado todo, algo lógico sí se ha llegado al final del libro. Las novelas de Ripley han tenido varias adaptaciones, pero nunca se han adaptado como conjunto. Nunca un director o un actor ha repetido el papel de Ripley en el cine o en la televisión. Por tanto, sus historias se han visto en el medio como algo aislado. Eso es precisamente lo que promete como nuevo Ripley desde su título.
Sus ocho capítulos de aproximadamente una hora de duración no son solo la adaptación más fiel del libro, es que sus próximas temporadas podrían al fin unificar las aventuras de Ripley (al menos las célebres tres primeras novelas) bajo un mismo universo y un mismo actor. Otra pista la tenemos en la elección de Andrew Scott, actor de 47 años al que los 25 de Ripley en el primer libro le quedan muy lejos, pero que sería perfecto para sus siguientes aventuras, ya más maduro. Por eso creemos que el verdadero potencial de Ripley no estaba en esta primera temporada sobre El talento de Mr. Ripley, está en continuar, hacer honor a su nombre, y llevar todo Ripley a Netflix.
Siguiendo ya con el titulo de Ripley, tras El talento de Mr. Ripley viene La máscara de Ripley, El juego de Ripley, Tras los pasos de Ripley y, finalmente, Ripley en peligro. Novelas que Patricia Highsmith comenzó en 1955 y que finalizó en 1991 (cuatro años de su muerte) y que, con un poco de suerte, se convertirán en uno de los mejores valores del catálogo de Netflix.
