Hay más de uno emocionado (y despistado) creyendo que este 5 de abril ha llegado a Netflix una suerte de spin-off o serie coreana sobre el universo de Parásitos, la ganadora surcoreana del Oscar en 2019. Nada más lejos de la realidad, aunque la emoción por este mundo que llega a Netflix está bien justificada. Pero el origen es otro: un manga japonés firmado por Hitoshi Iwaaki que ya tuvo también su anime en 2014. Hace poco os decíamos que el anime de Parasyte, de solo 24 capítulos, era una de las mejores opciones para probar suerte en el género o, simplemente, disfrutar de un gran thriller de terror.

No podemos decir lo mismo de los 6 capítulos que componen la primera temporada del live-action Parasyte: Los grises, una especie de versión con sello coreano mucho más simplona, manierista, algo cutre en sus efectos y escenas de acción y excesivamente melodramática. Mientras el anime nos cuenta la historia de cómo un joven ha de convivir con un parásito en su mano y se desarrolla a través de la conversación entre ambos, el drama coreano se divide entre la lucha policial contra los parásitos y una joven de vida miserable invadida también por uno. La gran diferencia es que en la serie coreana este está en su cabeza, y solo actúan a la vez ella o él, formando una suerte de Doctor Jekyll y Mr Hyde.

parasyte los grises
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Situada una en Japón y otra en Corea del sur, lo cierto es que las dos tramas tienen poco que ver más allá de la premisa y de que, poco a poco, la humanidad va arrinconando a los parásitos mientras el protagonista intenta que no lo descubran y no lo conviertan en un mono de laboratorio. La serie live-action, sin embargo, se deja por el camino todo lo que hacía especial la historia original más allá de la acción. Básicamente, la moralidad del parásito frente al ser humano, la necesidad o no de matar y el origen ecologista de una premisa como la de crear un "depredador" para los humanos, el único animal que mata por más razones que la supervivencia.

Pero que no se parezcan de primeras no quiere decir que los cauces no se puedan volver a unir. Ambas series dejan un final abierto con respecto al futuro de los parásitos en la sociedad, pero en la serie live-action hay un detalle final que nos indica que todavía queda mucho.

'Parasyte: Los grises': final explicado

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Tras demostrar Jeong Su-in y su parásito que no son un peligro para la sociedad salvando al alcalde delante de la inspectora, esta decide mentir y asegurar que Su-in es una humana normal. No sabemos si Su-in y Kang-woo (que no se tendría por qué haber librado de sus problemas con la mafia y ha visto morir a su familia y amigos) tendrán un futuro juntos pero, desde luego, su vida ya era mala antes y no queda mejor de lo que empezó. Puede que un trabajo en el departamento que se encarga de acabar con los parásitos sea una buena solución, pero tampoco parece algo ideal. Eso sí, su arco queda más o menos concluido.

Lo importante es lo que se deja caer con la presencia de una persona en el despacho de la inspectora. Puede que no lo notemos pero esa persona se presenta en japonés y no en coreano y, mientras la cámara apunta a su mano, le oímos presentarse. Este llamado experto en parásitos es un periodista que responde al nombre de Shinichi Izumi. Sí, nada menos que el protagonista del anime, con un parásito en su mano derecha. Lo cierto es que no sabemos si la serie ha decidido presentarlo más adulto o que ha habido un salto temporal en los tramos finales de la serie más importante de lo que pensábamos, pero el Izumi del anime está en su último año de instituto y este ya parece ser un profesional con carrera.

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Eso, al final, da lo mismo. Y es que Parasyte: Los grises podría contar en una nueva temporada con Izumi y, por supuesto, Migi, su parásito. Izumi podía hablar con su parásito por lo que aprendió mucho más que Su-in y también está más curtido en batalla. De hecho, un 30% del parásito forma parte de su cuerpo tras salvarlo de una herida en el corazón por lo que él mismo cuenta con una enorme fuerza. Quién sabe, quizás el crossover salve este spin-off. También, por supuesto, puede que le dé a la historia del anime una continuación no deseada que lo desmerezca.