Las 20 mejores canciones de Bob Dylan
Elegimos con el máximo respeto los clásicos imprescindibles entre el enorme y legendario catálogo del héroe del folk que se convirtió en estrella del rock. ¿Mr. Tambourine Man?, ¿Knockin' on Heaven's Door?, ¿Blowin' in the Wind?, ¿cuál es tu favorita?
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En los 60 años transcurridos desde que Bob Dylan publicara en 1962 su primer álbum homónimo hasta su último trabajo, Rough and Rowdy Ways, que suena diferente a cualquier cosa que haya hecho antes, se han dicho y escrito innumerables palabras sobre su enorme e imperecedero legado. Hay libros y películas y más de medio siglo de periodismo musical que intentan diseccionar el misterio que desde siempre envuelve a la vida y obra de Robert Allen Zimmerman, más conocido por todos como Bob Dylan.
Un premio Príncipe de Asturias, un Pulitzer, la Medalla Presidencial de la Libertad y un Premio Nobel de Literatura además de quién sabe cuantísimos otros honores marcan la imponente y hasta sísmica presencia de Dylan no solo como músico, sino como icono cultural y literario a caballo entre los siglos XX y XXI. Ahora, a sus 80 años y con una inacabable discografía que consta de treinta y nueve álbumes de estudio, diez álbumes en directo, catorce álbumes recopilatorios y cerca de sesenta sencillos, ¿qué podríamos decir de él que no se haya dicho ya.
Bueno, podríamos contar una de nuestras anécdotas favoritas de él. Esa en la que se supone que le dio sus primeros porros a cuatro muchachos llamados The Beatles allá por 1964 cuando les conoció en un hotel de Nueva York. Y todo porque creía que los Fab Four cantaban "I get high" (me coloco) en I Want to Hold Your Hand, en lugar de "I can't hide" (no me puedo esconder). Total que le ofreció a Ringo un cigarrillo de la risa y en menos que canta un gallo estaban componiendo la lisérgica Tomorrow Never Knows. Claro que hay quien cuenta que los británicos ya habían fumado hierba durante sus primeros días en Alemania, pero nos gusta más nuestra versión. Ojo que si no te ha convencido, tenemos otra en la que Dylan invita a Lenny Kravitz a cantar con él sin saberse la letra
Además, el 25 de julio de 1965,en el Festival Folk de Newport , Bob Dylan dejó de tocar "acústico" y realizó una interpretación "eléctrica", dando un giro trascendental al rock y a la música folk. De esta manera nacía el folk-rock.
Pero no nos despistemos, que no estamos a lo que hay que estar. Ah. sí. ¿Nombrar las 20 mejores canciones de Bob Dylan? ¿Por qué no intentar elegir las 20 mejores estrellas del cielo? ¿O quizás los 20 mejores granos de arena de la playa? Cierto, es complicado. Pero el titular de este artículo nos obliga a darte lo prometido y eso es lo que vamos a hacer, a base de rock, de folk, de canciones protesta, de himnos que se han versionado hasta la saciedad, de nuestros favoritos personales y de los temas más alabados por los críticos que nos han precedido. Y que mejor ocasión que hoy, que el maestro cumple 82 años. ¡Dale al play!
Ballad of a thin man (1965)
Con una letra de lo más críptico sobre un tal mr. Jones al que a día de hoy Dylan se niega a identificar, esta es una buena canción que ponerle a alguien que quiera comenzar a apreciar su música. Es uno de esos temas en las que su estilo a la hora de cantar está muy presente y las notas del piano consiguen ponerte la piel de gallina.
Don't think twice, it's all right (1963)
Está es quizá su mejor canción de despedida, la más triste y la más dulce a la vez, como el Babe I'm gonna leave you de Led Zeppelin. Es un clásico dentro de un álbum lleno de clásicos que sirvió como la primera carta de presentación del cantante al mundo, The Freewheelin' Bob Dylan.
Escucha aquíDon't think twice, it's all right de Bob Dylan
Desolation Row (1965)
A mediados de los años 60, Dylan consiguió llevar el género de las baladas a un lugar completamente nuevo. Lo hizo con estos once crudos e hipnóticos minutos con letras surrealistas en las que entrelaza personajes de la historia, la ficción, la Biblia y otros de su propia invención. "Toda esa gente que mencionas. Sí, los conozco, son bastante patéticos. Tuve que reorganizar sus caras y darles a todos otro nombre".
A Hard Rain's A Gonna Fall (1963)
Pese a estar escrita en plena Guerra Fría y en medio de la crisis de los misiles en Cuba, esta canción sigue por desgracia siendo relevante aún hoy. Sus apocalípticos versos sobre la injusticia, el sufrimiento, la contaminación o la guerra siguen vigentes mientras esperamos noticias por ejemplo de la tensión entre Rusia y Ucrania o en general, cada vez vez que encedemos la televisión.
Mr. Tambourine Man (1965)
Esta alegre canción que comienza curiosamente por el estribillo fue grabada por Dylan para su quinto disco, Bringing It All Back Home, pero antes de que saliera al mercado, el grupo The Byrds llegaría al número uno de las listas con ella, siendo Mr. Tambourine Man el primer gran éxito de la historia del folk-rock.
Every grain of sand (1981)
La trilogía de álbumes de música cristiana de un recién convertido Bob Dylan de finales de los 70 y principios de los 80 marcó uno de los períodos más controvertidos de su carrera. Pero si una canción se salva es este Every Grain of Sand, uno de sus temas más personales.
The Times They Are A-Changin' (1964)
La canción que da título a su tercer álbum, el primero que tenía solo canciones compuestas por él a base de guitarra acústica y armónica, fue un himno para toda una generación. "Sabía exactamente qué quería decir y a quién quería decírselo", dijo sobre esta obra maestra cuyo significado ha ido diluyéndose con el tiempo mientras servía de banda sonora a anuncios de bancos o a los títulos de crédito del Watchmen de Zack Snyder.
Idiot Wind (1975)
Una canción de amor furiosa y desgarradora, llena de amargas acusaciones y reproches. "No he conocido la paz y la tranquilidad desde hace tanto tiempo que no puedo recordar cómo es", canta Dylan en este tema de Blood on the tracks.
I Shall Be Released (1967)
Este tema incluido en el disco de debut de The Band es una de las canciones de Dylan que más versiones ha tenido –desde The Beatles hasta una versión en catalán de Sopa de Cabra– y se convirtió en todo un himno de protesta. El cantante trata aquí de alejarse de sus primeras obras maestras con un arrebato gospel sobre el prisionero de una cárcel, al estilo Johnny Cash y su Folsom Prison Blues.
Hurricane (1976)
Volvemos a prisión con la injusta situación del encarcelado boxeador Huracán Carter, al que diera vida en el cine Denzel Washington, y que llevó a Dylan a escribir canciones protesta de nuevo. "Si eres negro, es mejor que no aparezcas en la calle, a menos que quieras atraer la atención" cantaba en esta fabulosa denuncia del racismo.
Tangled up in blue (1974)
"Esta canción me llevó diez años de vida y dos de composición", solía decir Dylan antes de tocar Tangled Up in Blue en directo. La escribió cuando su matrimonio se estaba desmoronando y se convirtió en su examen más personal del dolor y la nostalgia.
Blind Willie McTell (1983)
Compuesta en honor al bluesman del mismo nombre, este magnífico tema en el que es acompañado por Mark Knopfler en la guitarra acústica iba a aparecer en su álbumInfidels de 1983 pero finalmente se quedó fuera y no se publicó hasta 1991. Y menos mal, porque es una de sus obras maestras.
Positively Fourth Street (1965)
Con una letra menos poética que en otras ocasiones, Bob Dylan deja en evidencia a sus vecinos de Greenwich Village –lugar de nacimiento en Manhattan del folk-rock– que criticaban a Dylan por alejarse precisamente del folk hacia las guitarras eléctricas y la música rock.
Not Dark Yet (1997)
Esta canción sobre un hombre que se enfrenta a su propia mortalidad cobró un macabro sifnificado cuando Dylan estuvo a punto de morir de una pericarditis poco antes de se lanzase el disco que la contenía. Pero Not Dark Yet no necesita una historia de fondo espeluznante para ser una de las piezas básicas del excelente álbum Time Out of Mind.
Subterranean Homesick Blues (1965)
En lugar de aferrarse a la seguridad de una fórmula que le había dado enorme éxito, Dylan se marcó este tema pionero del rap a base de guitarras acústicas y eléctricas que fue una patada en la boca para todos sus detractores. Además, cuenta con uno de los mejores vídeos musicales de todos los tiempos y con una versión de Red Hot Chili Peppers que es canela fina.
Escucha aquí Subterranean Homesick Blues de bob dylan
Knockin' on Heaven's Door (1973)
Hablando de versiones, es imposible no recordar la versión quizá pelín exagerada de Knockin' on Heaven's Door que se marcaron Guns N' Roses. El original de Bob Dylan sigue siendo mucho mejor.
All Along the Watchtower (1967)
Dylan siempre pensó que la versión de Jimi Hendrix de All Along the Watchtower era tan superior a la suya que posteriormente empezó a tocarla en directo al estilo del fallecido guitarrista. "Me gustaba la grabación de Jimi y desde que murió lo he estado haciendo así ... Es extraño, cuando la canto siempre siento que es un homenaje a él de alguna manera", ha llegado a asegurar.
Visions Of Johanna (1966)
En cualquiera de sus múltiples versiones, Dylan canta la canción como si estuviera delirando con 40º de fiebre. Las emociones que transmite durante sus primeras actuaciones acústicas en directo son impresionantes, búscalas en YouTube. La versión de estudio, en Blonde on Blonde, se grabó en una sola toma el día de San Valentín de 1966 y son 7:32 minutos de puro placer.
Blowin' in the Wind (1963)
"Si una canción que tiene casi 60 años no solo ha envejecido bien, sino que podría perfectamente haberse compuesto en 2021, es porque no hay duda de que es una bestialidad de canción. ¿La mejor de la historia? Pues seguramente". Esto lo dijo Álvaro, redactor jefe de Esquire, en nuestro repaso a las 50 mejores canciones de la historia. Nada más que añadir, señoría.
Like a Rolling Stone (1965)
Cínica y revolucionaria, la canción que convirtió al joven Bob Dylan de héroe de la música tradicional en estrella del rock es el inevitable número uno de esta lista. En palabras de su propio autor, Like a Rolling Stone lo cambió todo: los seis minutos de "odio constante", la melodía del estribillo vagamente basada en La Bamba de Ritchie Valens y un resultado final que cambió para siempre la historia de la música.
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