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Hay mucha gente que va por la vida ignorando el tremendo nivel de los vinos italianos, sí, de locos. Es algo muy español esto de pensar que alguien es mejor, pero porque se sabe vender, como si ese “saberse vender” no implicara una cantidad de trabajo, planificación e inversión estimables.
Bien, pues vengo a remediar tanta ignorancia a base de grandes vinos, no especialmente caros, que van a ayudaros en vuestro crecimiento personal eliminando un prejuicio delator a la par que disfrutáis. La regla es que sean accesibles, que no estén agotados ni los mercados secundarios especulen salvajemente con ellos.
Italia es tierra de gentrificación, bodegas como Giuseppe Rinaldi, Giacomo Conterno, Valentini o Emidio Pepe, entre unos cuantos más, son, o imposibles de encontrar o a unos precios totalmente disparatados, por ello, e intentando ser útil, he optado por hacer política real. De este modo, el siguiente listado lo integran botellas que vais a poder beber para así poder comprobar mí ya legendario buen gusto.
1. Chiara Condello, Tre Vigne, Sangiovese, 2021, Emilia Romaña. 19,55 euros.
Empezamos en Emilia Romaña, en concreto, y como curiosidad, en el pueblo que vio nacer a Benito Mussolini: Predappio. Allí, una mujer mucho más amable y nada fascista se está marcando unos tintos bastante llamativos.
Que yo sepa tiene dos referencias, esta que es la barata y otra como de 60 euros que siempre está agotada. Dentro os vais a encontrar una Sangiovese contundente, tánica y estructurada, pero de buena textura. Hay astringencia, pero también complejidad.
Sería mejor, para su pleno disfrute, que lo guardarais unos años, pero como sé que sois unos ansias pues nada. Disfrutable, desde luego, ya es.
2. Tenuta di Carleone, 2020, Chianti Classico, Toscana. 29 euros.
TENUTA DI CARLEONE CHIANTI CLASSICO 2020
TENUTA DI CARLEONE CHIANTI CLASSICO 2020
Otra botella que puede evocar un apellido malvado, aunque en este caso del mundo de la ficción. Seguimos con la Sangiovese, pero una muy diferente, este tinto es más fluido que el anterior sin que ello suponga pérdida de complejidad.
A mí me parece asombroso que esta botella cueste menos de 30 euros. Presenta nivel y clase de un vino de más del doble. Gran ejemplo para callar bocas a esos que dicen que los vinos extranjeros, sobre todo Francia e Italia, son demasiado caros y que viva España. Este Chianti Classico destruye al 97% de los tintos españoles de su precio.
Espabilad.
3. VikeVike, 2022, Barbagia, Cerdeña. 30,40 euros.
Reconozco que la primera vez que me pimplé un Vikevike lo hice por la ritmicidad y gracia de su nombre. Me parece un criterio tan bueno como cualquiera para probar vinos, de hecho, aquí funcionó tan bien que superó todas mis expectativas. Grandes vinos los que elabora, en Cerdeña, su propietario, Simone Sedilesu, siendo ya un elaborador de culto.
Podéis darle a cualquiera. Yo aquí traigo el blanco, por aquello de ir de guay, ejecutado a través de la Granazza, una uva autóctona que deja aquí un vino ligero, pero complejo, con cierto filo que va fenomenal para comer con él, no lo veo tanto de blanco inaugural de sesión.
Lo que he sido incapaz de encontrar es el origen del nombre de la bodega y ya me jode.
4. Occhipinti, Il Frappato, 2021, Sicilia. 34,55 euros.
Tiramos para el sur, a Sicilia con otra elaboradora de culto y gran estandarte de los vinos de fresqueo mediterráneos. De hecho, este Frappato es su gran estandarte.
Delgado, amargo y sabroso. No tiene fallos, más allá de que una botella es una experiencia que se queda demasiado corta. Comprad unos cuantos.
5. Feudi San Gregorio, Piano de Montevergine, 2017, Taurasi. 37,10 euros.
Feudi di San Gregorio Piano Montevergine Taurasi
Feudi di San Gregorio Piano Montevergine Taurasi
Cambio a un tintazo. Todo el mundo está loco con el Piamonte, Friuli o Sicilia, pero los que realmente sabemos tenemos el punto de mira puesto en los Taurasi. Tintos de la Campania potentes, muy potentes, pero de alguna extraña manera amables y adictivos. La responsable es la variedad Aglianico y uno de mis favoritos es este de Feudi de San Gregorio. Esquirers, estos vinos cada vez se van a poner más caros.
Y, a modo de curiosidad, este en concreto ha sido elegido para integrar el proyecto Wine in Space que consiste en enviar al espacio botellas icónicas para ver cómo evolucionan con la falta de gravedad.
La gente es que se lo pasa fenomenal. Yo también.
6. Giuseppe Quintarelli, Bianco Secco, 2022, Véneto. 44,30 euros.
Más culto: la gama de Quintarelli está compuesta de tintos contundentes y de estimable grado alcohólico, también dispone de vino dulce, llamado Recioto, de impresión, pero como sigo yendo de original con el que aquí vengo es con su blanco del que más de un iniciado hasta desconoce su existencia.
Es un vino con bastante fruta, aromático, de punto barroco, pero de poca sensación alcohólica, circunstancia que le hace singular. Muy curioso, quizá no es la mejor opción para llevar a casas de civiles o reuniones familiares, pero ideal de compartir con otros de nuestra secta.
7. Frank Cornelissen, Munjebel Chiusa Spagnolo, 2018, Sicilia. 59,65 euros.
Frank Cornelissen Munjebel Chiusa Spagnolo
Frank Cornelissen Munjebel Chiusa Spagnolo
Volvemos a Sicilia, pero ahora con este productor de origen belga y marcada voluntad natural al no utilizar en sus elaboraciones SO2 ni, en teoría, química alguna. Esto hace que estemos ante vinos turbios, de aromáticas especiales, que generan división de opiniones entre los iniciados, en definitiva, que unos miran con escepticismo y otros con excesivo amor.
Yo no estoy en ninguna de estas trincheras, yo aquí lo que os propongo es un gran vino, sí, turbio, con aromas que no esperas en otros vinos y sí, magnífico.
Dejaos de hostias y probadlo.
8. Biondi Santi, 2019, Rosso di Montalcino. 77,25 euros.
Un icono italiano. Biondi Santi es un pionero toscano, a tal punto que son los responsables de la elaboración del primer Brunello di Montalcino.Pero como esos van muy caros y luego se me acusa de snob, aquí os traigo el “básico” Rosso di Montalcino.
Este sí sirve para llevar a cualquier lado ya que su estilo es muy asimilable por un español ya que tiene características parecidas a las de nuestros tintazos. Así es que nada, llevároslo puesto y a disfrutar.
9. G.D. Vajra, Bricco Delle Viole, 2019, Barolo. 86,70 euros.
Clase mundial absoluta la de G.D. Vajra en este Bricco Delle Viole, su interpretación más clásica del Barolo. Esto es una locura y mirad que el Piamonte tiene ejemplos de vinos excelentes, pero lo de este tinto es fuoriclasse.
Ácido, tánico y con la carga alcohólica suficiente como para vehiculizar la frenética cantidad de aromas y sabores que salen de una copa de esta Nebbiolo. Realmente impactante, no compartir con personas que no os caigan bien o que hablen mucho y descentren.
Esto es para tomar con tranquilidad en la intimidad.
10. Gravner, Ribolla, 2016, Venezia Giulia. 120,55 euros.
Y cierro con el dominador del vino naranja (ambar u orange wine). Este genio es el que ha puesto a este estilo de vino a la altura de los grandes vinos, el que los elevó de categoría. Eso ocurrió con el cambio de siglo, ahora muchos siguen su camino, pero él sigue siendo el mejor.
Jamás he probado un vino de Gravner que no sea excelente, añadas con 20 años encima incluidas. Esta Ribolla con crianza en ánfora es ideal para acercarse a la perfección que pueden tener estos, sus, vinos.
Si no lo conocéis, ya tardáis. Si os parece caro, ahorrad.
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