Ya ha pasado más de medio siglo desde que un cantante de prominente nariz, cuidado tupé y erráticas maneras lanzaba un disco en directo que reproducía la actuación que había ofrecido en la cárcel de San Quintín. El nombre del personaje en cuestión era Johnny Cash y el disco se convertiría en un fenómeno capaz incluso de destronar a los Beatles en un momento en el que nadie parecía capaz de toserles. Hoy queremos recordar este hito.

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At San Quentin era el segundo disco de una serie de grabaciones de directos que Cash, que este mismo mes habría cumplido 87 años, realizó en diversas prisiones. Pese a que el cantante llevaba tocando en directo en cárceles desde finales de 1950, la primera grabación no tendría lugar hasta 1968, en la penitenciaría de Folsom. Las siguientes tendrían lugar en la cárcel sueca de Österåker y en la de Tennesse, ya en los años setenta.

El disco grabado en la prision californiana de San Quintín logró el premio Grammy al disco del año y el galardón a la mejor interpretación country masculina por la canción más celebrada del mismo, A boy named Sue. At San Quentin fue disco de oro ese mismo año y ha vendido millones de unidades.

En su momento, fue grabado para ser emitido por la cadena británica Granada Television. Las exigencias de la grabación originaron la icónica imagen del artista enseñando su dedo corazón presente en incontables posters y camisetas.

Su tourné carcelaria es tan solo una de los muchos momentos notables en la trayectoria de la gran estrella del country. Recordamos algunos de ellos.

La muerte de Stalin

Cash fue el primer norteamericano en conocer la noticia de la muerte de Josef Stalin. A principios de los años 50, el cantante se había alistado en la fuerza aérea y trabajaba interceptando comunicaciones soviéticas, una de las que transcribió del código morse sería el fallecimiento del líder ruso.

El show de Johhny Cash

Durante dos años, el hombre de negro genuino tuvo su propio programa de televisión en la cadena ABC. Por él desfilaron artistas como Ray Charles, Neil Young, Bob Dylan o Neil Diamond. Un elenco espectacular que propició algunos de los momentos más notables vistos en un programa televisivo musical.

Películas

Una celebrity de primer nivel como Johnny Cash no dejaría escapar la posibilidad de hacer sus pinitos en el mundo de la interpretación. Su filmografía para la gran pantalla no es muy amplia, y destaca principalmente su papel en El gran duelo, un western de los primeros años setenta en el que se mide a tiros contra el mismísimo Kirk Douglas.

El terreno que depara mayores sorpresas, por su variedad y eclecticismo, sería el de la televisión. Así, se ha podido ver al intérprete de Ring of fire en series con sabor a Lejano Oeste como El rebelde, Caravana, Norte y Sur, La casa de la pradera o la Doctora Quinn, pero también en detectivescas y de acción como Colombo y Renegado (con Lorenzo Lamas), aunque quizás su papel más inclasificable fue el de Coyote Espacial en un episodio de Los Simpson.

Segunda juventud y versiones

Johnny Cash deja como legado el ser uno de los artistas más prolíficos en la historia de la música popular. Entre 1954 y 2005 grabaría un total de 96 discos. Hay, por supuesto, mucho country, pero también folk, gospel, rock, rockabilly, discos navideños...

Sin embargo, hay toda una generación que conectan por primera vez con la estrella estadounidense a partir de mediados de los noventa. Es entonces cuando inicia su última gran saga discográfica, American Recordings, en la que, con la colaboración del productor estrella Rick Rubin, responsable del sonido de alguno de los discos de rap y rock alternativo más exitosos de los últimos treinta años, trabajaría un registro más crudo e intimista.

Los seis volúmenes de esta serie son un compendio de canciones propias, clásicos y versiones de artistas diversos que Cash acercaría a su peculiar voz en un formato desnudo y sin artificios. Con la colaboración de Tom Petty, Sheryl Crow, Will Oldham, Fiona Apple, Nick Cave o Flea, de Red Hot Chili Peppers, la leyenda del country abordaría crepusculares interpretaciones de Hurt (Nine Inch Nails), Personal Jesus (Depeche Mode), One (U2), Bird on a wire (Leonard Cohen) y un largo etcétera, que extenderían su legado al siglo XXI.