Los 10 mejores viajes en tren para sentirte Poirot en 'Asesinato en el Orient Express'

El mítico tren de la novela de Agatha Christie, de la nueva película, de las viejas... El mítico, en una palabra, sigue funcionando con el lujo de antaño y el de ahora, porque presentó recientemente sus nuevas Grand Suites. No tienes más que ver la foto para querer teletransportarte.

Sudáfrica y sus paisajes a través de la ventana. El Blue Train es la forma más romántica, bucólica y lujosa de viajar entre Pretoria y Ciudad del Cabo contemplando la impresionante naturaleza del país y con parada incluida en el pueblo minero de Kimberley, famoso por sus diamantes.

En la mitología griega, Céfiro es el dios del viento del oeste, y hacia el oeste americano circula este tren. Parte desde California y llega hasta San Francisco pasando por todos los contrastes que ofrece el país, desde montañas nevadas a vastos desiertos.

De Toronto a Vancouver en poco menos de una semana pasando por las cumbres y los escenarios más impresionantes de Canadá a través de los pioneros raíles que fueron la base para el desarrollo del país. El Canadian Pacific es un viaje cargado de historia y panorámicas fascinantes.

Objeto también de novelas y películas, la ruta transiberiana, el trayecto continuo sobre raíles más largo del mundo, une Moscú con Vladivostok a través de los Urales y el lago más profundo del planeta, el Baikal. El Golden Eagle Express realiza el recorrido a todo tren, nunca mejor dicho, en 14 días.

Dicen de él que es el tren más lujoso del mundo. Desde luego es la forma más exclusiva de descubrir la inmensidad de la fascinante India en seis recorridos de diferente longitud, desde el triángulo de oro a Mumbai o Bombay.

Subirse a este tren de difícil y étnico nombre supone hacer un safari en toda regla sobre raíles. Conocer Namibia, Sudáfrica y Zimbabue en un solo viaje es posible gracias a él (y con todo lujo de detalles).

Parece asiático pero es australiano. Llegar al meollo de este gigantesco país, a su "centro rojo", es viable gracias a este tren que une Darwin y Adelaida en un homenaje a los comerciantes afganos que se hacían el trayecto a patita. Sí, de ahí viene el nombre.

Una denominación muy gráfica para un viaje que también lo es. De hecho, parte del trayecto está a más de tres mil metros sobre el vacío, cuando cruza los Andes camino de la frontera con Chile.

Ocho horas bordeando las cumbres nevadas de los Alpes y pasando por pueblos de cuento. El expreso que une Zermatt con St. Moritz transcurre por decenas de túneles, puentes y paisajes que te dejarán boquiabierto.