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Hay cosas que no me esperaba empezar a hacer antes de la jubilación, como beber whisky con hielo o irme de crucero. Y sin embargo aquí estoy, con 27 años recién cumplidos y contándote que me ha costado tanto despedirme del barco en el que pasado seis días como de mi residencia del Erasmus. Supongo que como a mucha gente que nunca ha subido a un crucero, tenía mis prejuicios, que rápidamente se desmontaron cuando vi que el Norwegian Viva de NCL (mi embarcación para estos días) tenía una pista de karting de tres plantas con vistas al mar. Por no mencionar los toboganes que bajan diez cubiertas en caída libre, el spa con todo tipo de saunas, los múltiples restaurantes con cocina internacional de especialidad o los muchos bares donde probar todo tipo de cócteles. Todo ello para disfrutar en el trayecto inaugural que nos llevó de Roma a Lisboa pasando por Florencia, Cannes e Ibiza.
No es un parque de atracciones ni un resort, es un crucero en 2023 y te voy a contar por qué vas a querer pasar tus próximas vacaciones abordo de este.
Entretenimiento: pistas de karting, juegos de realidad virtual y un casino
Cuando pensaba en cruceros, las imágenes que me venían a la mente eran las típicas cubiertas que parecen un parque de acuático lleno de zonas infantiles y poco entretenimiento para adultos. Sin embargo, el Norwegian Viva tiene actividades que los adultos también pueden disfrutar como el Viva Speedway, una pista de karting de tres plantas; dos toboganes de caída libre The Drop y The Rush, el primero con caída libre y el segundo con dos toboganes para competir con un amigo. Por supuesto, también tiene una zona de juegos infantil para que los más pequeños disfruten así como una zona de recreativos con minigolf o una sala con juegos de realidad virtual para los adolescentes.
Mientras tanto, podrás jugar una partida de póker en el casino o pasar un buen rato en Syd Norman's Pour House, un pub con música en directo en la que se versionan grupos míticos como Fleetwood Mac y luego un Dj ameniza la noche pinchando desde a las Spice Girls hasta Peso Pluma. Un ‘crack’.
Wellness: un spa con múltiples saunas, gimnasio con vistas y piscinas infinitas
Lo creas o no, un crucero puede resultar agotador. Por eso, uno de mis planes favoritos tras pasar toda la mañana en Cannes ha sido pasarme por el Mandara Spa, en el que además de hacerte tratamientos y masajes, podrás disfrutar de un baño relajante en sus piscinas de aguas termales o sudar de lo lindo en sus saunas finlandesas, de sal, de infrarrojos, de eucalipto... Para luego enfundarte en un albornoz y echarte una siesta en las tumbonas calientes. Una maravilla.
Otra manera de sudar los excesos del crucero es el gimnasio, que apetece visitar por la maravilla de vistas que tiene al mar. Mi plan favorito ha sido hacer una clase de yoga matutina, pero también tienen zona de pesas, de spinning y muchas cintas de correr para que siempre encuentres hueco. Y ya para terminar el día de relax, te recomiendo mucho ir a las cubiertas con piscinas infinitas, ya que la cubierta superior de la planta 18, si bien es más grande, suele estar llena de familias con niños. Aunque si lo que buscas es una experiencia sólo para adultos, lo mejor es reservar el Vibe Beach Club. No escucharás ni un correteo.
Gastronomía: restaurantes exclusivos y coctelería única
Una de las cosas que más me ha gustado de del Norwegian Viva, es que las opciones de restauración incluidas en el precio están de maravilla, pero si te apetece probar un restaurante más especial, tienes variedad dónde escoger. Dentro de los restaurantes incluidos, mis favoritos sin duda han sido Hudson's para desayunar y disfrutar de una vista panorámica del mar; y el Indulge Food Hall para comer, en el que hay puestos de comida y food trucks de todo tipo de países.
Dentro de los más restaurantes de especialidad, Los Lobos es una visita obligada si te gusta la comida mexicana y los frozen margaritas como a mí. Hasuki es un teppanyaki con espectáculo muy divertido para ir con niños y te pierden los asadores, Cagney's Steak House tiene el filet mignon más tierno que he probado. ¿Puedo volver ya?
Y si eres de los que les gusta terminar la noche con un buen cóctel (o hacer el aperitivo antes de cenar como yo), tienes barras y barras donde escoger. Mi favorita como habrás podido intuir ha sido el Whiskey Bar, pero el Metropolitan Bar también tiene cócteles sostenibles muy originales y el Observation Lounge tiene los mejores sofás con vistas para una cita romántica viendo el atardecer. Pero sin duda lo que más me ha gustado es que puedes pedirte cualquier bebida y pasearte de una sala a otra, coger tu plato y sentarte en la terraza que te apetezca o incluso pedir el menú del buffet a la habitación por sólo nueve dólares; pequeños detalles que te hacen sentir como que de verdad estás de vacaciones y que todo el barco es tu casa durante esos días.
The Haven: un espacio exclusivo para elevar la experiencia
Mi camarote con balcón era de lo más espacioso, moderno y cómodo. Volver a dormir en mi cama ha sido duro. Pero si lo que buscas es realmente sentirte como en un hotel de lujo, tienes que reservar una suite en The Haven, la zona VIP que NCL ha incluido en sus barcos Prima Class como el Norwegian Viva. Se trata de una zona exclusiva que cuenta con su propia piscina infinita, jacuzzis y beach club, así como un restaurante incluido con platos exquisitos y cócteles que sólo se sirven en este espacio.
Han sido sólo seis días, pero seis días muy intensos en los que no he tenido ni un minuto para aburrirme. Y si no que se lo pregunten a mi madre, que sólo me he acordado de llamarla un día en todo el viaje. Pero que me lo haya pasado tan bien sin estar jubilada ni tener nueve años, es un muy buen síntoma de que, efectivamente, el Norwegian Viva es para todo el mundo. Incluso tienen actividades para pasajeros que viajan solos, ¿cuál es tu excusa?
Antes de terminar, permite que te dea mis cinco consejos de primeriza:
- Mirar los horarios de las actividades y de apertura de los buffets y restaurantes, ninguno acepta reservas más allá de las 21:30 aunque hay un bar con comidas 24H.
- Reserva tus tratamientos y experiencias el primer día, el spa suele quedarse sin espacio los días en alta mar.
- Si vas a beber, compra el paquete de bebidas premium. No hay cañas a 1,50 euros.
- Todo se paga en dólares, incluso el casino que sólo admite efectivo, así que conviene tener algo de dinero cambiado.
- Si tienes un día de navegación sin pasar por ningún puerto, corre a por una tumbona a primera hora de la mañana. La gente tiende a reservarlas durante todo el día.
