Es ya una de las metáforas fundacionales de la lengua castellana: "Como una loncha de queso en un sándwich preso". Es imposible que no la hayas oído. Por narices has tenido que cruzarte con esa legendaria primera frase del himno-meme del pop religioso Amén, incluso aunque no conozcas a las Flos Mariae, el grupo de jóvenes cristianas que lo interpretaba. Quienes sí las conocen de sobra son Javier Calvo y Javier Ambrossi, porque su historia es una de las fuentes de inspiración de La Mesías, su nueva serie en Movistar Plus+. Es inevitable pensar en ellas cuando en el primer capítulo vemos los vídeos de Stella Maris, con la cantante Amaia a la cabeza. La Mesías —que ha sido un viaje transformador para Macarena García y Roger Casamajor, pero también para Ana Rujas, Lola Dueñas y otras tantas estrellas de uno de esos repartos estelares marca Javis— se ha atrevido a mirar en las bambalinas de la estrambótica realidad de Flos Mariae y tú también deberías: descubrirás la oscura historia de aislamiento y fanatismo que hay detrás del grupo musical religioso y su icónica loncha de queso.

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Una madre que hablaba con Dios y niños sin escolarizar: la historia de fanatismo que se esconde tras Flos Mariae

Flos Mariae se fundó en 2013 como parte de un trueque con Dios. Así lo explican las integrantes de este grupo vocal de pop católico en su página web, donde han ido actualizado a lo largo de esta década de carrera la formación, crecimiento y disolución final de la banda: "Algunas de las hermanas Bellido Durán (Alba, María, Flor, Estel, Victoria, Patricia y Montserrat) prometieron a la Virgen, a Jesús, que si su madre, María Durán de Bellido (la fundadora de CatholicosOnLine [inciso: un portal de información con una especie de Tinder para creyentes solteros]), sanaba del tumor maligno, harían un grupo musical para venerar a la Virgen María y propagar la fe cristiana católica". Según el post, a su vez, "María Durán de Bellido prometió a la Virgen que las ayudaría a conseguir hacer este grupo musical, para Gloria de Dios. María Durán de Bellido pasó muy bien la operación y se curó, por eso aquí tenéis la promesa cumplida".

Solo un párrafo, fechado en diciembre de 2013, y ya hay más lore que en el grupo de K-pop más minuciosamente fabricado con el que una discográfica coreana pudiera soñar jamás. La historia oficial tiene un siguiente capítulo amargo: pocos años después, María Durán, la madre de las siete integrantes de Flos Mariae, falleció, pero las hermanas continuaron con el grupo en su honor. La historia no oficial —es decir, la verdadera— no es solo más agria, es directamente oscura.

En marzo de este año, un programa de periodismo de investigación de Cuatro se zambulló en el caso de las Flos Mariae y descubrió que la familia Bellido Durán no solo creía dialogar con Dios a través de las canciones. Según reveló el programa, María Durán era la matriarca de un clan de 16 hijos, 13 de ellos tenidos con Xabier Bellido, el padre de las Flos Mariae y empresario en muchos de los proyectos aledaños al grupo. Porque alrededor de la girl band cristiana existen también —aunque no funcionan de forma regular— una empresa jardinera, un sello discográfico propio, productora de música infantil, una editorial y una marca de ropa, Meyalayer.

Además de aparecer en las primeras incursiones de Flos Mariae e incluso ejercer de solista, María Durán era youtuber. En algunos de sus vídeos mostró el verdadero germen del grupo de pop católico: una supuesta correspondencia epistolar mantenida entre Dios y ella, a través de las cuales —aseguraba— se le encomendó la misión de criar a sus hijos fuera del sistema público.

"Yo demostraré al mundo que sin títulos se puede amar tanto a Dios que Dios da la gloria por su santa voluntad", le respondía Dios a María Durán ante su duda acerca de llevar o no a sus hijos al colegio. Una investigación de los Mossos d'Esquadra concluyó después que al menos nueve de los hijos de la familia Bellido Durán no estaban escolarizados.

Durante años, la banda mantuvo un ritmo de producción altísimo. Publicaron la friolera de seis discos, a más de veinte canciones por cada uno. Los temas venían habitualmente acompañados de videoclips caseros, con o sin subtítulos, en función de si venían cantados en castellano, catalán, inglés o incluso coreano, y algunos videoblogs en los que las integrantes de Flos Mariae respondían dudas sobre sus vidas. Tiempo después, ese esfuerzo por aparentar normalidad por parte de las cantantes terminó siendo respondido vía Internet por los otros hermanos Bellido Durán, los que escaparon en su momento del influjo sectario de su madre, que, aparentemente, habían seguido tratando de ponerse en contacto con la familia a pesar de que María Durán frustraba todo contacto con el exterior.

La estética de Flos Mariae es inconfundible. Además de esas interpretaciones vocales siempre over the top y —algo que nadie suele destacar— su peculiar sensibilidad por los beats de bakalao para cantarle a Dios y la Virgen, estaban sus inconfundibles vestidos de colores chillones y las melenas oscuras homogénas, casi orwellianas. Fue un tinte lo que rompió aquella armonía y, ulteriormente, el grupo entero: la hermana compositora, Monserrat, comenzó a acaparar protagonismo con un conspicuo rubio platino, señal que muchos internautas tomaron como el principio del fin.

En marzo de 2021, el grupo oficializó su ruptura. De las cenizas de Flos Mariae nacieron dos nuevas bandas: 4HBD (Cuatro Hermanas Bellido Durán) y Mariah's Pop, un conjunto formado por las tres integrantes restantes de la formación original. Fueron estas últimas quienes publicaron en septiembre de 2022 un comunicado de rechazo frontal al proyecto de los Javis, negando haber sido contactadas en ningún momento por la productora y reservándose el derecho de emprender acciones legales contra La Mesías en caso de injurias. Una publicidad así no se compra con dinero.