Es el futbolista del momento. Brahim Díaz (Málaga, 1999) llevaba ya varios meses destacando por su gran temporada en el Real Madrid pero no fue hasta hace unos días cuando saltó la noticia que, con más ahínco si cabe, le ha llevado a abrir portadas de periódicos, programas deportivos de radio y televisión y ser la comidilla del universo futbolístico. El jugador, malagueño de nacimiento, pero con pasaporte también marroquí por sus antepasados paternos (su padre Sufiel Abdelkader nació en Melilla pero toda su familia proviene de Marruecos) podía elegir con qué Selección jugar: Marruecos o España. Y la noticia fue que, pese a haber jugado siempre en las categorías inferiores con la Selección española, Brahim Díaz se decantó por Marruecos. ¿Por qué? "Me siento 100% español y 100% marroquí", declaró en una entrevista en Universo Valdano (Movistar
Nos citamos con el jugador y su equipo en los platós de Hearst para esta producción con Esquire de la mano de adidas, en lo que suponía su estreno como embajador estelar de la marca alemana. En el aire flotaba el tema de la selección, probablemente se trataba de la decisión deportiva más importante de la vida de Brahim y las presiones a las que estuvo sometido no debieron ser pocas. El malagueño llegó a jugar un amistoso con España en categoría absoluta, ante Lituania en 2021, pero eran necesarios tres partidos para confirmarse como únicamente seleccionable por España. Nunca ocurrió. A Brahim, sin embargo, no parecía importarle tocar el tema y de hecho acabó contestando con sinceridad y sencillez.
Finalmente se deshojó la margarita. ¿Qué te llevó a decantarte por Marruecos?
Tenía que decidir y desde hace mucho tiempo me transmitieron cariño. Tengo raíces en Marruecos y ahora me toca demostrar en el campo y devolverles esa confianza.
¿Y qué mensaje mandas a los aficionados de la selección española?
Les estoy muy agradecido también. Esto no cambia nada. He vestido la camiseta de la selección y quiero que les vaya lo mejor posible. He notado mucho cariño de la gente y respeto las opiniones.
Volvamos a los platós de Hearst. Brahim llega sonriente tras el entrenamiento en Valdebebas. Le esperan el equipo de Esquire, de adidas y su séquito de comunicación. Más tarde se unirá su padre. Mira la ropa que hemos preparado, de la nueva colección de adidas para esta temporada, y se pone en manos de la maquilladora. Está muy relajado y se muestra muy educado.
¿Cómo te sientes en esta situación que estás viviendo esta temporada siendo uno de los jugadores más destacados del Real Madrid?
Me siento muy bien, vine a triunfar en Madrid, ese era mi sueño y ahora se está cumpliendo. El trabajo y el sacrificio al final tiene sus frutos y ahora estoy viviendo un gran momento. Espero que todo siga igual.
Cuando regresaste del Milan este verano después de una cesión de 3 temporadas, ¿te imaginabas que tu vuelta iba a ser así o está siendo mejor de lo esperado?
No me imaginaba nada, sinceramente. En Milán estuve muy cómodo, muy bien, conseguimos grandes cosas y la verdad es que estoy muy agradecido al club, siempre lo digo. En cuanto al Real Madrid, no tenía expectativas porque al final es el mejor club del mundo y hay que rendir día a día. No sé si las estoy superando o no, pero la verdad es que está siendo una muy buena temporada por mi parte y por parte de todos los jugadores y hay que seguir así, seguir sumando goles, sumando asistencias y ganar títulos, que al final es lo más importante en este club tan grande.
¿Cómo de importante está siendo el cariño que estás recibiendo por parte de la afición?
La verdad es que desde el primer momento que llegué la afición ha sido fundamental para mí, he recibido un cariño brutal que me ha ayudado mucho en el día a día. Viendo su cariño al final tienes más confianza, más ganas de dar lo máximo y de querer demostrar cada día lo que uno es. Estoy muy agradecido a la afición.
¿Qué diferencia hay entre el Brahim que llegó al Real Madrid en enero de 2019 y el que ha llegado el verano pasado?
Son dos momentos diferentes. La primera vez era más joven y, aunque evidentemente venía de un gran club [el Manchester City], tenía menos experiencia, era un chaval con ganas de triunfar y en aquel momento las cosas no salieron como tienen que salir por diferentes motivos. Pero al final todo el trabajo tiene su recompensa y eso es lo que me ha sucedido. Volví al Real Madrid más maduro, con más experiencia, pero con las mismas ganas de ganar grandes cosas.
¿Cómo fue aquel aquel momento en el que te llaman del Real Madrid en el mercado de invierno de 2019? Tendrías ofertas de otros equipos...
Ya lo dije en su momento, en mi presentación: había más ofertas pero no me acuerdo de ninguna porque en mi cabeza sólo tenía tres opciones: el Madrid, el Madrid y el Madrid. Ese siempre fue mi objetivo.
Eres muy joven, 24 años para 25, pero tienes más vidas que un gato porque has pasado ya por muchas fases en tu vida. Te fuiste de tu ciudad, Málaga, siendo un adolescente para jugar en el extranjero, en el Manchester City. ¿Cómo viviste ese cambio tan tremendo?
La verdad es que el cambio fue muy grande. Estuve allí con mi familia y eso te lo hace todo más fácil, te adaptas mejor. Pero, evidentemente, es una cultura diferente, un país diferente, un idioma diferente del cual no entendía ni patata cuando llegué [risas]. Pero sabía a lo que iba, que era ser jugador de fútbol, iba a cumplir mi sueño. La verdad es que me vino muy bien, porque crecí mucho tanto como persona como jugador. Pero sí, los inicios no fueron nada fáciles, no me podía comunicar con tanta facilidad y hasta me costaba entender los ejercicios [risas]. Siempre intentaba ser el segundo de la fila como mínimo o empezar detrás de otro para hacer lo mismo que estaba haciendo él. Así que si el de delante lo hacía mal, pues yo también [risas].
Precisamente, la campaña de adidas “You Got This” pone el foco en algo muy relevante, que es la presión que sufren los deportistas de alto nivel en determinados momentos de su carrera y en cómo afrontar esa presión, que puede ser tanto interna como externa.
Sinceramente, yo soy un jugador al que le gusta la presión, y cuando se espera mucho de ti o hay ciertas expectativas, está claro que hay que saber cómo gestionar esas emociones, los nervios, la angustia y el estrés de cada partido. Pero, como digo, yo por lo que juego es por pasión, el fútbol me divierte. Y como me gusta, intento evitar esos temas, pongo la presión y el estrés a un lado e intento disfrutar.
¿Cuándo has sentido tú más presión? ¿Cambiando de ciudad y de vida tan joven o ahora siendo ya más maduro, pero jugando en el Real Madrid?
Son diferentes momentos… Por ejemplo, cuando estás ya en un nivel que te ves cerca de ser jugador profesional, evidentemente sientes esa presión de decir “estoy cerca”, pero tienes que ser paciente porque igual no llega el momento. Y luego en el Real Madrid es la presión de ganar cada partido, de ganar títulos, de demostrar cada día que mereces estar aquí. El Real Madrid es muy exigente, pero en ese caso a mí me gusta y estoy agradecido a esa presión, es lo que tiene estar en el mejor club del mundo.
¿Recuerdas algún momento en tu vida en el que la presión pudiera contigo o, al menos, te hiciera pensar?
Evidentemente, en algunos momentos he tenido angustias y estrés, como todos en la vida. Pero lo importante es tener la cabeza bien amueblada, ser humilde y aprender de la gente con más experiencia que tú. El fútbol no deja de ser un deporte que yo amo y adoro y es mi pasión, así que no tiene por qué ser una presión.
¿Qué consejo le darías a un chaval de 12, 13, 14 años que quiere ser futbolista profesional, por ejemplo si está en la cantera del Real Madrid, sobre cómo enfrentarse a ciertos capítulos de su vida en ese camino hacia ser futbolista?
Cada uno lo vivimos de forma diferente... Le diría que al final la mejor inversión es el trabajo, porque el talento sin el trabajo no es nada. Y también le diría que recuerde cómo empezó y de dónde viene, y que todos tenemos un proceso y hay que tener la paciencia suficiente. Y que el fútbol le tiene que divertir, eso es lo más importante, que no se olvide de que cuando empezó a jugar no tenía nada en mente, ninguna meta, sino que sencillamente le gustaba y era su pasión. Y de eso se trata, de que siga siendo así.
Llegaste al Real Madrid con un estadio y has vuelto esta temporada con otro completamente nuevo. ¿Has notado que el ambiente es diferente, sobre todo eso que se habla con el techo cerrado, de que la acústica es brutal?
Tenemos el mejor estadio del mundo, eso es así. Sobre el ambiente, cuando juegas estás enfocado y centrado en el partido, y a veces no te das cuenta de lo que realmente ocurre, pero es verdad que cuando está cerrado y la afición empieza a cantar es increíble. Es que es el mejor estadio del mundo, no hay más.
¿De dónde viene y qué significa la celebración que realizas cuando marcas un gol?
Vengo de una familia humilde y con ganas de hacer cosas buenas y yo también quería hacer cosas grandes, evidentemente. Estoy muy orgulloso de dónde vengo y de dónde estoy ahora mismo, pero siempre con la humildad por delante, que es algo fundamental en mi familia y en mí. La celebración tiene que ver con todo esto. Viene de cuando jugaba con mis hermanas, a las cartas por ejemplo, y de que cuando todo parece difícil, pues al final llegas y ganas. Y es como “¿has visto?”. Es decir, que aunque parezca que todo va mal, al final se puede. Ellas siempre se piensan que me van a ganar en los juegos y al final acaban perdiendo y de ahí viene ese gesto [risas].
Eres el mayor y tienes cuatro hermanas. ¿Cómo llevas ser el reflejo en casa de esas cuatro mujeres?
Yo estoy encantado con mis hermanas [risas]. Eso sí, no paran, parece que hay un circo en casa: una canta, otra juega, otra le gusta el fútbol… Pero estoy encantado, son una alegría. Para ellas evidentemente tengo que ser un ejemplo en todo, o sea no puedo fallar en nada, porque si fallo en algo seguro que hay una que me lo dirá [risas].
¿Te vacilan mucho?
Sí, sí, sí… son vacilonas, les gusta vacilar [risas]. Si en un partido doy un pase malo o fallo algo me lo van a recordar cuando llegue a casa, seguro [risas].
Se te ve una persona muy familiar, ¿aparte del fútbol qué te gusta hacer, qué aficiones tienes?
En casa somos muy futboleros, así que quitarte el fútbol de la mente es algo difícil, sobre todo porque también me gusta mucho verlo, ver otras ligas… es difícil querer evadirte de una cosa que te gusta y que te encanta, pero bueno, también me gusta ver películas, me gusta mucho ir al cine, jugar a las cartas en casa… Pero, sinceramente, el fútbol siempre está en todo. A veces estoy en el cine viendo una peli y voy viendo los resultados de los partidos que se están jugando... [risas].
Si pudieras pedir un deseo deportivo, solo uno, para esta temporada, ¿cuál sería?
Ganar todos los títulos posibles.
Has vivido como futbolista en Madrid, en Manchester y en Milán. Dime lo mejor de cada ciudad. Empecemos por Milán, por ejemplo.
Pues que allí todo el mundo es muy elegante… no sé cómo decirte, no me sale la palabra exacta, pero es que parecen todos modelos. Es una ciudad muy bonita, no muy grande, pero lo que más me impresionó fue lo elegante que iba todo el mundo vestido.
¿Y qué es lo mejor que tiene Manchester, además del clima que es maravilloso?
[Risas] Bueno, el clima… A pesar de eso tiene muchas cosas buenas. Manchester ha cambiado mucho en los últimos años, antes era muy industrial y ahora es otro mundo. Hay sitios chulos para ir a comer, a cenar… Pero lo que más me gustó de Manchester es que todo está enfocado en el fútbol, es increíble.
¿Y lo mejor de Madrid?
Todo. La ciudad, la gente, el clima. Todo.
Asistente de fotografía: Bosco García / Asistente de estilismo: Martina Tacchini / Maquillaje y peluquería: Naila Ledesma / Editora gráfica y producción: Carolina Álvarez
