Flashback a la Málaga de los primeros dosmil. Estamos en La Sala, la escuela de teatro junto al Centro de Arte Contemporáneo a la que asisten unos yogurines aspirantes a actores llamados Fran Perea, Belén Cuesta… y una tal Maggie Civantos que, con 18 años, no quiere que le digan más que su fotogenia le abrirá las puertas del cine y la televisión. A ella solo le interesa el teatro underground y las performance de danza. Ahora toca el irónico flashforward, claro. Catorce películas y veinte series después, incluidas algunas de tanto éxito como Vis a vis, Las chicas del cable o la recién estrenada versión de La pasión turca (en emisión en Atresplayer Premium), descubrimos junto a Maggie que su camino está siendo tan inesperado como lógico. Porque a esa trayectoria tan mediática se unen ahora proyectos que conectan con su espíritu inicial, como es Alborada Espacio Creativo, una burbuja cultural que ha fundado en el maravilloso valle del Gualdalhorce, en Coín.

¿Por qué decidiste montar algo así?
Porque creo en la enseñanza, en la comunidad y en el poder curativo del arte. La arteterapia funciona. Creo concretamente que el teatro es una vía de expresión necesaria para la sociedad. Por ahora ofrecemos retiros de fin de semana de interpretación, de danza… En el futuro querría crear una residencia artística, abrir ese espacio de diálogo, porque en conversaciones con otros artistas es donde aprendes y descubres que estamos en un camino común.

¿Tú también impartes los cursos?
Sí, empecé en febrero y, del 17 al 19 de mayo, doy ya el cuarto. Me daba mucho miedo dar el paso porque yo trabajo desde la intuición, mi método cambia según el proyecto, y no sabía cómo iba a poder transmitir algo tan abstracto… Pero desde el primer minuto, justo intuitivamente, supe cómo hacerlo.

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Pablo Sarabia
Total look Dolce & Gabanna.
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Pablo Sarabia

¿Qué aporta que tus alumnos estén en un enclave idílico de la provincia de Málaga?
Para mí es clave crear en la naturaleza, porque es el lugar idóneo para entrenar la sensibilidad y la percepción, que parece que no hay que trabajarlas, pero claro que sí, son lo fundamental para cualquier expresión artística. También ofrecemos comida macrobiótica… es toda una experiencia creativa y terapéutica.

Esa pulsión creadora te ha llevado también a producir una película…
Sí, Historias. La presentamos precisamente en el Festival de Málaga con buena acogida y después busqué distribuidora y todo lo que implica mover una película desde este otro lado. Estrenamos el 24 de mayo.

Y por supuesto está tu carrera como actriz, ahora como protagonista de La pasión turca. ¿Qué mueve a tu personaje en esta versión actual de la novela de Antonio Gala?
La libertad de explorar sentimientos que nunca antes se había permitido vivir. Su motor es esa adrenalina, de hecho lo trabajé así, como una adicción a sentir. Sin hacer mucho spoiler, ella llega a decir que cualquier condena merece la pena por vivir lo que ha vivido. Es ficción y está llevado al extremo, lo que lo convierte en algo muy tóxico, pero creo que es una mirada más empática de cara al espectador. Además, al ser una mirada más actual, también llega un momento en que la protagonista se quiere a sí misma y apuesta por el amor propio, que también era necesario.

maggie civantos en esquire
Pablo Sarabia
Total look de Dior.

¿A ti esos abismos emocionales te perturban o te tira más la paz vital?
Tengo la suerte de que mi trabajo me hace asomarme a esos abismos a través de los personajes y también de los rodajes, porque muchas veces implican una vida frenética. En mi vida personal, pues no me apetece [risas]. Pero sí soy una persona apasionada.

Desde Vis a vis no has parado de estar al frente de grandes proyectos. ¿Satisfecha?
No me había parado a pensar que son nueve años ya… [se le humedecen los ojos]. Me emociona, ¡qué tonta! Es que estoy muy sensible. Me han pasado por la cabeza de repente todos los personajes y todas las cosas bonitas que he vivido, y la suerte que tengo. Cada proyecto me ha hecho crecer como actriz. Esta es una carrera muy difícil, nunca sabes cuánto tiempo vas a estar ahí. Y he estado nueve años, ojalá sean muchos más. Ahora ha bajado el volumen de trabajo, aunque estoy haciendo más cine. Cuando terminé La pasión turca estuve casi un año trabajando fuera, en Argentina, en México, ahora estoy con una película en Galicia… No sé si ha sido elegido, si es que he cumplido años… En cualquier caso soy optimista. Es una montaña rusa con mucha incertidumbre, y a la vez tienes que decir: "Confía, lo mejor está por venir". Estoy muy agradecida y pienso que la vida me lo está colocando así para que explore otras facetas de mí.

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Pablo Sarabia
Vestido negro de Beatriz de la Cámara y vestido con lazo de Koahari.

¿Qué crees que pensaría de ti ahora esa Maggie de 18 años?
¡Que la he traicionado! [risas] Es que yo vengo de ese teatro underground, hasta llegué a representar a España en las Olimpiadas Artísticas de Londres, que se hacían a la vez que los Juegos Olímpicos, con una performance que realizaba en una iglesia. Por eso ahora no sorprende que esté haciendo retiros escénicos o produciendo películas indies. Al final, uno vuelve a las raíces. Me gustaría recuperarlas incluso más y volver a ese teatro experimental. Pero aun así creo que la Maggie de 18 años estaba muy equivocada. Porque el canal es diferente, pero el proceso interno que he vivido como actriz es el mismo. Solo hay que cambiar la frecuencia y la intensidad con la que comunicas.

Peluquería y maquillaje: María Soláns (Mery Makeup) · Asistente de maquillaje y peluquería: Natalia Carrasco · Asistente de fotografía: Sara Guillén · Edición gráfica y producción: Carolina Álvarez

*Este reportaje aparece publicado en el número de mayo de 2024 de la revista Esquire

josh oconnor portada esquire mayo 2024
Esquire