Las 30 mejores playas de España por provincias

Empezamos en las islas, en concreto en Ibiza. Aquí encontramos una de nuestras calas favoritas, la de San Vicente; aunque le sobre algo de urbanización, a principios o a finales de temporada la verás medianamente tranquila. Ni su arena ni su agua fallan y, además, tiene un pequeño chiringo con comida saludable que se aleja del postureo ibicenco y que es muy recomendable (y económico).

Cala Conta, también en Ibiza, no nos engañemos, nunca está así de vacía. Pero si lo estuviera, sería maravillosa. En el chiringuito más alejado, por cierto (no nos referimos al que está sobre las rocas, que también tiene su punto) sirven unos arroces excelentes.

Ibiza debe su fama mundial a muchas cosas, pero por encima de todas siempre estarán sus inagotables y espectaculares playas. De aguas cristalinas y poco profundas, es uno de los destinos más solicitados por los turistas de la isla del blanco.

En Formentera hallamos otra de ranking, por lo peculiar de su formación y por lo cristalino y calmado de sus aguas, en contraposición a lo animado de su orilla, con varios chiringuitos en los que vivir el estilo de vida de esta isla a tiro de piedra. Toma nota, el Pirata y Beso Beach son nuestros preferidos.

El paraíso balear por excelencia tiene en Cala Saona su recodo predilecto. A la cala se accede por un hotel del mismo nombre (estupendo, por cierto) con lo cual es una opción más que acertada para visitar la isla.

La playa virgen más larga de la isla mayor (más de 3 kilómetros) presume de finísima arena blanca y de una extensión de aguas turquesas como pocas. Desde que cerraron sus chiringuitos y sus fiestas, seguramente haya perdido en diversión y ganado (mucho) en tranquilidad.

Muy concurrida (por algo dicen que es la playa más bonita de Santanyí) pero merece la pena solo por tomar esta idílica foto. Si llegas temprano, especialmente. Muy cerquita está también la playa de S'Almunia, recomendada por varios mallorquines.

También muy especial Cala Torta, que se rifa el puesto de mejor playa con las antes mencionadas. No queremos entrar en grescas locales. Simplemente te diremos que tras andar más de un un kilómetro, cruzar un frondoso pinar y atravesar unas espesas dunas de arena, hallarás el paraíso.

Encantadora cala de la zona este de Mallorca, de arena fina y con un paseo marítimo muy admirado. Cercana al pueblo, es ideal para ir a comer y beber productos típicos de la zona, que nos recuerdan a cuando esta paisaje se descubrió en los años 60.

A estas alturas de la galería, queda bastante claro que las mejores playas de nuestro país están en las Baleares. Esta y su hermana pequeña, Macarelleta, al otro lado de la roca, son la joya de Menorca según toda guía, turista y una gran mayoría de nativos. Para pasar de una a otra, está la opción de nadar, caminar por los acantilados o seguir, por fuera, un tramo del famoso Camí de Cavalls menorquín, sendero histórico que da la vuelta a la isla.

Situada al sur de la isla de Menorca, es una de las calas más grandes que podemos encontrar en la isla. Conocida mundialmente por su arena blanca y rodeada de una bella vegetación, es un rincón absolutamente paradisiaco que se extiende desde Morro de Ponent hasta Penyal Vermell. Casi un kilómetro de esplendida costa en un paisaje muy natural.

Oculta entre grandes acantilados, es una de las calas más espectaculares de la isla. Su situación hace que esa sensación de descubrir una joya al atravesar los picos y llegar a la arena sea indescriptible. Es muy limpia y tranquila, con aguas cristalinas. A pesar de su situación, tiene fáciles accesos y algún restaurante.

El viento, el poderoso poniente ha contribuido, seguro, a que Cádiz no tenga nada que ver con el gentío que abarrota la cercana Costa del Sol. Si sopla, te fastidiará el día de playa, no te lo negamos. Si no, disfrutarás de algunas de las mejores de la Península. Y esta es una de ellas. Valdevaqueros, la playa del "kitesurf" por excelencia, y su animado chiringuito "El Tumbao", son parada obligatoria en el sur.

Ya en Península, Valdevaqueros, la cercana Bolonia y estas pequeñas y sucesivas calas al norte de Conil componen el trío paisajístico costero más destacado de la provincia. Si sube la marea, la playa casi desaparece. Pero recostarse contra las paredes rocosas no tiene precio...

Playa salvaje y natural entre rocosos acantilados que contrastan con sus tranquilas aguas (a pesar de ser pleno Cantábrico, su forma de cala ayuda a la calma). Tiene apenas 70 metros de longitud y hay que llegar caminando sí o sí, al menos un tramo. En los últimos años la afluencia es mayor pero sigue mereciendo la pena.

Una playa desde la que no se ve la inmensidad del mar. Existe, está entre Llanes y Ribadesella, y es un diminuto capricho natural único en nuestra geografía. El agua va y viene por debajo de los acantilados que la rodean y forma una lengua de arena de apenas 50 metros, espacio de sobra para presumir de fotografías.

No es que sea de las mejores de España, es que ha llegado a ser la mejor del mundo según el diario británico The Guardian. Otra cosa es que el clima te permita ir o darte un baño. Se trata de la playa más grande del archipiélago. Su geografía permite que las aguas se renueven de manera natural y presenten este aspecto cristalino. Lógicamente, solo se puede llegar en barco.

Las Islas Cíes de Galicia alberga maravillas como está, un destino totalmente recomendado para los más naturalistas y a la que se accede a través de un frondoso bosque de pinos. Mide 300 metros de largo y 50 de ancho de pura playa virgen en el citado parque natural.

Esta playa del Cabo de Gata es de lo más parecido al Caribe que hallarás por el sur. Arena blanca, agua cristalina y, a diferencia de las del Caribe, eso sí, aislada por un sendero de casi un kilómetro y con bastante desnivel en el agua. Es parte de la gracia porque tampoco la encontrarás tan llena como las del Caribe. Todo ventajas.

Elegida por muchos como la mejor de la Costa Brava, Cala Futadera es un rincón natural virgen hacia el que se desciende por un escarpado bosque de pinos, por lo que es bastante probable que todo lo que veas sean barcos que atracan allí. El verde y el turquesa son protagonistas en esta pequeña y tranquila playa catalana.