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El que dijo o se creyó cuando alguien lo dijo, ya sabes, cuando la pandemia aquella, lo de que "de esta saldremos mejores", claramente no ha entrado nunca en la sección de comentarios de un medio de comunicación de nuestro país. Pero nunca, nunca. Le invitamos a hacer la prueba de acceder por ejemplo a una inocua noticia sobre un partido benéfico de waterpolo en Namibia y no tardará en encontrar a 'Culerdo96' y a 'PerroSanxeVeteYa' insultándose con una saña a la que no dará crédito. Pero aquí, en Esquire, yo mismo, sufrido CM en la pequeña escala de nuestro humilde (pero antiguo y prestigioso) medio, ya tengo cierto callo a la hora de sufrir a diario a haters, trolls y en general, a gente con poquita educación y mucho tiempo libre.
A modo de 'Mi no-tan-querido diario', allá por 2018, cuando llevaba pocos meses dedicado a llenar de apasionante contenido las redes de la revista que trata con ahínco de traerte la mejor versión del hombre, ya recopilé a nuestros más destacados odiadores en serie. El efecto de tanta mala baba concentrada fue tal que tardé dos años en recuperarme y no me vi con fuerzas de reunir otra vez a nuestros haters hasta 2021. Qué buen año: nos llamaron "pringaos", entre otras muchas cosas.
Este 2022 he decidido volver a la carga, como mínimo hasta que consiga hacer de estos artículos una tradición señalada en estas fechas, al nivel de las Campanadas de Nochevieja, pero sin tener que explicar a nadie lo de los cuartos. Porque el funcionamiento de este resumen es muy simple: tú nos insultas, tú apareces aquí. Esa es nuestra actitud ante la ofensa. Nunca atacar, no entrar al trapo, mantener la elegancia... hasta que llega el momento de apuntar con el dedo y decir "HA HA!". Ya sabes lo que dicen: la venganza es un plato que se sirve frío, pero con nata y dos bolas de helado, gracias.
Pero antes de entrar en faena y teclear en gmail la palabra "hater" para que aparezcan todos los correos que como una afanosa hormiga he recopilado para este preciso momento, ¿por qué no relajar el ambiente con unas frases para intentar comprender mejor a estos personajes ávidos de insultos gratuitos y propensos al emoji de vómito?
"El artista no tiene tiempo para escuchar a los críticos. Los que quieren ser escritores leen las críticas, los que quieren escribir no tienen tiempo de leer críticas". Vale, William Faulkner, esta es suave. "Es bueno vernos como nos ven los demás. Por mucho que lo intentemos, nunca somos capaces de conocernos plenamente tal y como somos, especialmente nuestro lado malvado. Esto solo podemos hacerlo si no nos enfadamos con nuestros críticos, sino que tomamos de buen corazón lo que tengan que decirnos". Caray Mahatma Gandhi, ¿dónde estabas cuando nos llamaron pringaos? Menos mal que siempre nos queda Ricky Gervais, que tiene esta opinión sobre sus detractores: "Cuanto más éxito tienes, más famoso te haces, más fans tienes, pero también más gente te odia. No me gustaría que fuera de otra manera, me encanta que haya gente que quiera destrozar la televisión. Me encanta que pierdan el sueño por ello, porque yo no lo hago, de ahí viene mi comedia: de dar cuerda a la gente".
Bellas palabras, Ricky. ¡Demos cuerda a la gente, pues! Empezando por...
El tío Phil
Nada más empezar el año, a este lector no le gustó nada de nada nuestro artículo sobre la supuesta enemistad de Paul McCartney y Phil Collins. "Completa basura", decía este aparente experto musicólogo sobre él. Pero bueno, al menos nos concede el beneficio de la duda sobre si era una inocentada. Pues no, la inocentada fue esta, y fue buenísima además.
"No puedo más"
No habían ni llegado los Reyes y si este usuario de Twitter había hecho el buen propósito de no enfadarse en las redes, adiós muy buenas. Pero no somos rencorosos: aquí te van un par de trucos para que te salga mejor ese café con leche que te haces por las mañanas. ¡De nada!
Ese nivel, Maribel
Tengo que agradecer a mi compañero Gonzalo la cantidad de engagement (negativo, pero engagement al fin y al cabo) que me dio en redes su artículo sobre Marilyn Manson siendo un meme andante. A sus fans no les gustó un pelo y este concretamente se molestó hasta el punto de ridiculizar nuestro nombre. Pero hijo, eso ya lo hizo con mucha más gracia Arturo Valls.
Tengo una etiqueta de Anís del Mono, concretamente
Unos memes del Barça mezclados con La vida de Brian supusieron este ataque bastante gratuito contra mi persona y mi formación académica. Soy el primero en decir que la carrera de Periodismo es una filfa, pero tampoco hay que pasarse. Pero bueno, soy ultrafan de Monty Python, así que pelillos a la mar y aquí no ha pasado nada.
Kampeón en comprensión lectora
Aunque en realidad aquí el odio volaba en varias direcciones, me doy por aludido ya que la mecha la prendió este (por otra parte creo que muy divertido) artículo mío sobre las mejores fotos de Boris Johnson haciendo cosas. Luego ya lo de "panfleto de opinión infecto y de baja calidad"... pues cuestión de gustos, oye.
El hater paternalista
No aprendemos, venga a publicar otra predicción de Los Simpson y venga a alguien a decirnos muy amablemente, como el padre que por suerte nunca tuvimos, lo que debemos y no debemos escribir y cómo debemos hacerlo además. Ay, qué ricura. Casi se le perdona lo de llamarnos "bobitos". Casi.
Tra, tra
Si alguien quiere saber cuál es la noticia que le importa tremenda cantidad de toneladas de polla a Juan Carlos, es esta.
Los micromachismos
Uffff, la que nos cayó encima con este artículo titulado Micromachismos: 10 comportamientos a evitar. Demostrando lo muy necesario del mismo, una serie de macromachistas mencionó los términos "planchabragas", "lacaya feminista española", "una hez", "basura morada" o "no comprendo esta revista de mi3rd4". Pero el que nos dijo "estáis enfermos", los resume bien a todos. En fin, menos mal que a alguien se le ocurrió escribir "si no son Micromachismos, no son los auténticos".
La pérfida Albión
¿Te puede caer encima MUCHO hate por un artículo sobre un torrezno? ¿Aunque sea un torrezno gigante que ha hecho un señor inglés? Pues vaya que sí. Se ve que nuestro cómico añadido "tiene mejor pinta que el de Soria" sentó mal a unos cuantos ofendiditos. Pero ese "es que os voy a denunciar el tweet y no es broma" sí que no nos lo esperábamos. Menos mal que eran los felices tiempos pre-Musk y la cosa no pasó a mayores.
Clase de historia (¿o histeria?)
Lo reconozco: el más-habitual-de-lo-que-crees género 'teoría de la conspiración + Esquire tiene una agenda oculta reptiliana' es de mis favoritos. ¿Qué podría añadir yo que mejorara lo expuesto tan cristalinamente por Fran? Nada. De nada.
"Niño Tamagochi"
Si has llegado hasta aquí, ¿vas a perder la oportunidad de leer el "artículo" que alguien en Twitter llamó "semejante gilipollez"? Sabes que no. Así que hala, aquí lo tienes.
El exigente
Sip, el artículo al que hace referencia aquí el amigo que parece que ha pagado 150 euros por leer algo que es gratis, es mío y es este sobre los supergrupos que estuvieron a punto de existir. Confesión: soy muy fan de Cream, sé de sobra que se escribe Baker y no Blake (¿autocorrector? ¿el hecho de que suelo escribir estos artículos de madrugada y con muchas dioptrías encima?) y pillo perfectamente la referencia al carácter arisco del batería. Pero hombre, a ver si nos bajamos un poco los humos, Gato Vinario, y te vuelves a leer el artículo, que ya lo he corregido.
Rey de la síntesis
A mucha, muchísima gente les sentó mal el artículo en el que claramente les estábamos llamando inútiles por no saber comerse una hamburguesa. Pero es que Gaizka lo borda con ese "pero que vais a enseñar vosotros atontaos". Cien veces lo leo, cien veces que me río. Maravilloso. Por cierto, ni un hater sin sus faltas de ortografía. Eso es así.
Puro detritus
Mira, Vick, no conozco tu medio pero solo tengo algo que decirte, estilo Jake Peralta en Brooklyn nine-nine: "¿Puro detritus? El título de tu cinta sexual".
Los músculos de Bruselas
Lo pasé muy bien haciendo este artículo sobre el auge y la caída de Jean-Claude Van Damme (¡sale Chiquito de la Calzada!) pero ni la mitad de la mitad de lo bien que lo acabo de pasar al recordar cuando me llamaron PAYASO MALAONDA. Ay, si no fuera por estos ratos...
Y sobre la bocina... ¡este triplazo!
Lo juro: mientras estaba tecleando el final de este artículo pensando ya en qué nuevos haters nos traerá el 2023, entro en la cuenta de Instagram de @esquirees y veo esto en un inofensivo vídeo con una escena de Fleabag. WTF!? ¿A quién no le va a gustar una buena sarta de insultos y amenazas sin motivo aparente? ¡Pues eso! ¡Hasta el año que viene, odiados y odiadores!
