Estos son los peores enemigos de la batería de tu móvil

Cuando salgas de casa, de la oficina o de cualquier sitio donde cojas wifi, desactívalo. Mantener activada la búsqueda de red es un olvido común que gasta mucha batería. Eso sí, acuérdate luego de volver a activarlo si no te quieres zampar todos los datos sentado en tu sofá.

El GPS o la localización automática es otro de nuestros grandes olvidos. No hace falta llevarlo activado todo el día: si quieres buscar algún lugar, te conectas en ese momento y listo. Otras funciones que debes revisar si tienes activadas sin necesidad son Bluetooth y NFC.

Que la iluminación de la pantalla gasta batería no es novedad, pero seguro que la tienes demasiado alta. Pon el móvil en modo auto brillo o bájala hasta un nivel cómodo para tu vista, no hace falta que te quedes ciego intentando ver las cosas en tu móvil, pero tampoco que vayas por la vida con ‘luz propia’.

Otra manía que tenemos es dejar la pantalla encendida una vez dejas de usarlo mucho tiempo de espera antes de que se bloquee. Ajusta esta opción y ponlo al mínimo posible, cada segundo va restando batería.

La sobrecarga de apps funde la batería a marchas forzadas. Revísalo en ajustes. Libera espacio de archivos innecesarios y ahorra energía.

Las notificaciones inútiles. Es hora de darle un respiro a tu móvil y a tu mente. Las notificaciones gastan batería, y todos sabemos que te da igual que sea el cumpleaños del primo de tu cuñada.

Y si esa notificación te llega mediante sonido o vibración, peor. Todos tendemos a tener el móvil en modo vibración para todo tipo de mensajes y avisos, lo cual acelera el gasto de batería.

Si estás pensando que tú lo tienes en silencio para que no te molesten, debes saber que también puedes aumentar el ahorro. Lo idóneo para estos casos es el modo avión, que consume (y molesta) menos.

Actualiza las apps, aunque sea un proceso lento y agotador. Las actualizaciones muchas veces contienen mejoras de consumo de batería, así que más vale descargar las nuevas versiones. Pero que no se te olvide hacerlo cuando el móvil esté con carga completa (y wifi, claro), porque si no ya le puedes decir adiós a la batería.

Y sobre todo, no actualices las apps de forma automática. Hazlo de modo manual: las notificaciones de actualizaciones pendientes gastan batería y, además, estas pueden descargarse sin preguntar cuándo no te conviene.