El cuidado facial para hombre se ha disparado en los últimos años y las cremas antiedad y los tratamientos estéticos forman ya parte de la rutina masculina más cotidiana para verse mejor. Al fin y al cabo, actualmente los hombres encuentran grandes referentes de belleza masculina y de esa nueva masculinidad que se ha impuesto. De este modo, hombres que pasados los 50 están mejor como nunca como Brad Pitt, gracias a ciertos retoques estéticos muy sutiles demuestran que la naturalidad es la clave y cuidarse con el objetivo de cumplir años con la piel en su mejor estado posible es fundamental a la hora de verse bien con la edad que tengamos. En este aspecto de prevención, nos encontramos con grandes aliados que, gracias a los avances y el desarrollo de las marcas cosméticas, son fáciles de llevar a cabo. Además de limpiar la cara con un buen exfoliante cada cierto tiempo y aplicar la crema adecuada, conviene realizar algún que otro tratamiento de vez en cuando. Lo que no implica necesariamente salir de casa. Las máscaras de luz infrarroja prometen ahorrarte las visitas a los centros de estética y prevenir la aparición de las arrugas desde casa. Pero, ¿de verdad funcionan? Hemos hablado con la experta facialista Yvette Pons, fundadora del Instituto de Estética que lleva su hombre, para que nos desvele todos los mitos y verdades de este aparato de tal modo que puedas decidir si merece o no la inversión.

Qué son las máscaras LED y cómo funcionan

Es la primera pregunta evidente, qué son estas máscaras y cómo funcionan. La experta nos lo explica: “Las siglas LED significan, traducido al español, diodo emisor de luz. Un diodo es un componente eléctrico con dos electrodos, que solo permite que la electricidad pase libremente en una dirección. A través de los movimientos constantes de los electrones en el semiconductor, se genera luz. Las máscaras LED son dispositivos de fototerapia que, a través de la emisión de diferentes colores, activan los fotorreceptores que tenemos en la piel. En función del color que se utilice y la problemática a tratar se obtendrán diferentes beneficios”.

¿Por qué la luz roja funciona para prevenir la aparición de arrugas?

La luz roja, nos explica la fundadora del Instituto de Esetética Yvette Pons, tiene la capacidad de penetrar en las capas superiores de la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina. Gracias a la regeneración celular que proporciona este tipo de luz en concreto, es utilizada para minimizar arrugas y líneas de expresión. Hacer que los poros dilatados parezcan menos visibles y unificar el tono de la piel. A la luz roja también se le atribuye una acción calmante lo cual resulta ideal después de tratamientos algo agresivos.

¿Cuáles son sus ventajas y para qué sirven?

“Los tratamientos faciales con luz LED no son dolorosos ni invasivos, todo lo contrario. Este tipo de aparatología puede formar parte de protocolos estéticos muy relajantes y, normalmente, sin efectos secundarios. La emisión de luz LED, fundamentalmente, estimula la producción de colágeno y elastina gracias a su efecto modulador de la colagenasa, enzima responsable de la degradación de proteínas como el colágeno”, nos explica la experta.

¿Se puede usar sin peligro en casa y con la misma eficacia?

Yvette Pons lo tiene claro, la respuesta es sí. “Existen muchos tipos de máscaras LED tanto de uso exclusivo profesional como para uso en casa. A modo de mantenimiento, en casa se puede combinar la máscara LED con el tratamiento cosmético de uso diario”. Aunque estas máscaras son un tratamiento eficaz, la experta recomienda combinarlas con algunas sesiones en cabina, de una a dos veces por semana. Su efectividad se hace visible después de las primeras sesiones, aunque, advierte, el estado de la piel y los cuidados diarios juegan un papel fundamental en los resultados tanto a corto como a largo plazo.

Las máscaras de luz roja ¿son peligrosas o están contraindicadas?

“Cuando este tipo de aparatología se utiliza siguiendo las indicaciones del fabricante, no tendrían que surgir problemas ni riesgos para la piel. La exposición a los rayos ultravioletas tampoco suele implicar ningún peligro”, puntualiza la experta. Nos aconseja evitar su uso si tenemos patologías como eczemas o trastornos de fotosensibilidad, que podrían provocar reacciones cutáneas severas. Más allá de estos casos, Yvette Pons señala que actualmente no se conocen efectos secundarios u otros riesgos más allá de lo mencionado anteriormente. LA MHRA (The Medicines and Healthcare products Regulatory Agency ) ha clasificado el tratamiento facial con luz LED en la clase 1, la cual se considera segura y no es necesario el uso de gafas de protección. Pero, para más precaución no se recomienda mirar directamente a la fuente de luz.