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No hay nada(l) que Rafa Nadal no tenga. Y lo digo desde la más absoluta envidia y admiración, cómo no. Porque si algo ha demostrado a lo largo (y ancho, como su yate) de carrera profesional es que no hay un deportista más trabajador, humilde, leal y luchador que él. Normal que así se alzase con uno de los premios más importantes del mundo (ejem, ejem): el premio al hombre Esquire 2022.
Pero dejando a un lado sus logros deportivos (que un brillante y joven Carlos Alcaraz espera batir), una de las metas personales más impresionantes de Rafa es que se compró A MEDIDA (nada de ir al IKEA de las embarcaciones, si es que existe), un yate por el que pagó 6 millones de dólares.
Y cuidado porque no tiene nada que envidiarle al yate de Lewis Hamilton con sus dos barbacoas y beach club o al yate de Fernando Alonso, silencioso y ecológico (como el ficus de tu salón).
Un yate de 370 metros cuadrados de espacio interior habitable
Anda, una cosa que tenemos el yate de Rafa y yo en común: 370 euros es la cantidad que me queda en el banco para pasar el resto del mes. #luckygirl Dicho esto, fue en 2019 cuando el tenista español encargó el Great White a la marca Sunreef Yatchs con sede en la ciudad polaca de Gdansk. Sí porque Rafa nombró a su futuro yate con el nombre de Gran Blanco, suponemos por el tiburón. Aunque claro, es que a un bicharraco como este no puedes llamarlo, por ejemplo, el Little Sardine (pequeña sardina).
Y es que gracias al expiloto de Fórmula 1 Nico Rosberg, hemos podido subirnos a bordo de este 'yataco' al que me quiero encadenar.
Motos de agua y televisiones ENORMES
Sin embargo, hay una cosita que Rafa no puede utilizar este verano de esta mansión acuática en la que su suite es el centro del yate donde se ha instalado un televisor anclado al techo y abatible sobre la cama, un vestidor, un gran sofá y un balcón (mátame, camión). Resulta que el Great White tiene un garaje para los 'juguetes acuáticos' (así llaman los ricos a las motos de agua) que Rafa solo puede mirar. "No puedo montar en ellas porque si me lesiono tendría un grave problema". Vaya...
Pero todos tranquilos porque lo que hace Rafa Nadal en verano es relajarse en el salón que tiene una capacidad para 8 personas e incluye un par de televisores de más de 70 pulgadas. Lo típico.
Los 24 metros de eslora por 12 de manga (porque esto sí que es tener un as en la manga) de este yate también dan para un cenador al aire libre en la zona de la popa -con televisor incluido (OTRO MÁS)- y un solárium con tumbonas. En un segundo espacio, aunque también en la popa, pasaríamos ya a la zona de baño desde donde tener acceso directo al agua.
¿Moraleja? Somos muy pobres. No hay manera elegante de decirlo. Pero oye, muy orgullosos con nuestras sombrillas y nuestras hamacas de IKEA en las playas de Torremolinos.
