Si mientras estás dándole los últimos toques a la carne en la barcoa un domingo cualquiera del mes de julio llega un amigo y te dice que hay estudios que aseguran que se puede reducir más tu huella ecológica en el planeta Tierra dejando de comer carne que comprándote un coche híbrido, puede ocurrir que:

1. Estés de acuerdo y acto seguido cojas con la mano una costillita que ya se ha dorado y te la lleves a la boca. Luego los dos os reís mientras os dirigís a la neverita portátil a sacar dos cervezas bien fresquitas.

2. No estés de acuerdo y acto seguido cojas con la mano una costillita que ya se ha dorado y te la lleves a la boca. Te ríes mientras te diriges, solo, a la neverita portátil a sacar una cervecita bien fresquita.

3. No le hayas escuchado porque estabas soñando con comerte esas deliciosas costillas a las que les acabas de dar la vuelta en la parrilla -maldita sea, qué bien huele-.

Pero, vamos, que el comentario va a dormir pronto la siesta de los justos.

Ahora bien. ¿Y si quien te lo dice es tu jefe? No nos referimos a ese mando intermedio tan simpático con quien probablemente te vayas de barbacoa algún que otro fin de semana, sino al jefe-jefe, al tío que te paga la nómina, al que va en el cochazo, al que os envía correos electrónicos que nadie quiere abrir. ¿Y si ese jefe te envía un memorandum -a ti y a los otros 6.000 empleados de la empresa, que no te pienses que estás solo en el mundo- que dice concretamente esto?:

"Nuevas investigaciones apuntan que evitar el consumo de carne es una de las cosas más importantes que puede hacer un ser humano para reducir su huella ambiental, mucho más que pasarse a un coche híbrido".

Tal cual. ¿Qué haces? ¿Qué dices? Porque resulta que el memoradum apunta también que en la cantina de la oficina a partir de ese momento no se va a poder adquirir ningún plato que lleve carne: ni ternera, ni pollo, ni pavo. Maldita sea, ni pavo, Johnny, ni pavo.

Esto es un memorandum real. Para reducir su impacto ambiental, la startup estadounidense WeWork ha decidido eliminar la carne del menú corporativo -la cafetería es ahora vegetariana-, así como de cualquier evento organizado por la compañía, y prohibir -salvo contraindicación médica- a los empleados gastar los cheques restaurante que les proporciona la empresa en carne.

El correo electrónico era de Michale McKelvey, uno de los cofundadores de la empresa. Y el estudio en cuestión, éste, publicado en la revista Science.

No obstante -respira tranquilo- hay letra pequeña: vale, no puedes adquirir carne en el recinto ni gastar el dinero que te paga la empresa en un filete que no sea de fletán, pero si tú te traes un tupper de casa con un bocata de jamón ibérico o si te traes unos solomillitos de cerdo a la pimienta, no te van a decir nada. Porque la medida es para reducir el impacto medioambiental de una empresa que ya anunció, también vía memorandum, limitaciones en el uso de plástico. Allá tú y tu conciencia medioambiental.

La compañía estima que ahorrará 200 millones de kg en emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, casi 7.200 millones de litros de agua y más de 15,5 millones de animales durante los próximos cinco años.