Tenerife es la playa, claro que sí. Y los paisajes volcánicos, el Teide, los bosques de laurisilva y las infinitas actividades al aire libre. También una gastronomía local maravillosa y unos vinos sorprendentes. Pero, y esto a casi todos se nos olvida, Tenerife acoge unas ciudades y pueblos con fabulosos cascos antiguos llenos de historia por los que no debes dejar de pasear.
San Cristóbal de La Laguna es para la UNESCO, desde 1999, Patrimonio de la Humanidad. Mucho antes de que llegara ese reconocimiento, se llamaba Aguere y era un centro de peregrinación guanche. Cuando llegaron los castellanos instalaron allí su capital por la abundancia de agua y porque con su altura se podía defender más fácilmente. Con el paso de los siglos se ha ido convirtiendo en el centro cultural e intelectual de Tenerife. Hoy es una ciudad vibrante en la que entre sus palacios y casas de colores se esconde parte de la historia de la isla y un ambiente cultural y de ocio que te va a enamorar.
Una ciudad ejemplar
La Laguna se levantó desde finales del siglo XV y, sobre todo, en el siglo XVI. Cuando camines por sus calles no dejes de advertir las dos características principales de la ciudad. La más evidente es el fuerte carácter que imprime la piedra volcánica a la mayoría de sus iglesias, palacios y casas señoriales. Junto a ellas, pequeñas casas de poca alzada, llenas de colores, alegran las calles y confieren una sensación de vida y dinamismo a todo el casco urbano.
La segunda característica que define a San Cristóbal de La Laguna es su ordenación urbanística, que se utilizó como ejemplo para construir ciudades tan importantes como La Habana Vieja o Cartagena de Indias. Un damero perfecto conforma el callejero de la ciudad renacentista ejemplar y nos permite hoy disfrutar de calles anchas, bien ordenadas en las que disfrutar de su arquitectura singular.
La Plaza del Adelantado ocupa el centro y es, posiblemente, el inicio de todas las rutas por el interior de la ciudad. Los árboles de sus jardines te cobijarán con su sombra para que no pierdas detalle de las fachadas que la delimitan. La Casa de Anchieta, el palacio de la Nava y el Monasterio de Santa Catalina de Siena, además del ayuntamiento, son las más importantes.
Desde allí deja que tus pies y tu intuición te lleven, pero no permitas que pasen de largo por la catedral o la casa del Corregidor, de la Alhóndiga y de los Capitanes. Hay muchas más, es imposible hacer un inventario exhaustivo. Camina, disfruta de la vida, de la gente y siéntate en cualquiera de las terrazas de las calles. Recuerda que en Tenerife siempre hace buen tiempo.
El legado universitario
La vida en La Laguna es vibrante en cualquier época del año. La Universidad atrae a la ciudad a una gran cantidad de estudiantes que aportan su alegría y que traen con ellos una oferta cultural de primer orden. Los habitantes de La Laguna, los universitarios y los visitantes pueden elegir cada semana entre diferentes conciertos, representaciones y exposiciones que mantienen viva una oferta cultural de primer orden.
El arte alternativo tiene su lugar en el Aguere Espacio Cultural. Desde su creación en 2011 ha ido explorando la forma de llegar mejor a un público muy variado y en la actualidad consiguen que diferentes figuras del teatro o de la música visiten sus salas. Por otro lado, la Fundación Cristino de Vera tiene su sede en una casona restaurada de La Laguna y expone de forma permanente la obra de uno de los artistas más relevantes del siglo XX en España. Además, programa con frecuencia exposiciones temporales y todo tipo de actos culturales.
Del centro de la ciudad a la montaña
El término municipal de San Cristóbal de La Laguna abarca un terreno tan variado que en el mismo día, sin salir de él, puedes ir a la playa o ascender a la Cruz de Taborno, que se eleva más de 1000 metros por encima del nivel del mar.
Si quieres pasar de los monumentos arquitectónicos de la ciudad a los naturales de sus bosques, solo tienes que coger uno de los senderos que los recorren. Para los más expertos, la ruta de Cruz del Carmen a Punta Hidalgo es un reto exigente pero también lleno de belleza y magníficas vistas a lo largo de sus diez kilómetros. Para una excursión más relajada, el camino que une Las Escaleras con Las Carboneras y Chinamada incluye entre sus hitos valiosos caseríos y también unos paisajes increíbles.
San Cristóbal de La Laguna tiene todo lo que un visitante necesita para establecer su base de operaciones en el mismo centro de la isla. Además del placer de pasear por sus calles, La Laguna se encuentra en una posición inmejorable para alcanzar cualquier parte de Tenerife en poco tiempo. Si cierras los ojos y al pensar en Tenerife solo ves la playa, deberías visitar la antigua capital. Tu imagen de la isla cambiará.