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El gigante de Inditex, Zara, es el mejor termómetro de la moda para saber qué vamos a llevar la siguiente temporada. Mientras que las pasarelas nos anticipan el futuro, marcas como Zara nos hablan del presente más inmediato. Y si le hacemos caso, nos damos cuenta de que esta primavera toca rescatar uno de los modelos más icónicos del zapatero para hombre: los Wallabee de Clarks. Zara ha presentado hace poco una nueva colaboración con la firma de zapatos británica con la que se alía para traer sus zapatos más emblemáticos a sus tiendas. Además, Clarks está renovando continuamente su colección de Wallabees, manteniendo este modelo vivo y siempre a la última. La novedad más reciente ha sido la de incorporar una suela de gamuza 100% orgánica y teñirlos de dos colores para un plus de originalidad.
Dos pruebas definitivas de que estos zapatos están más de tendencia que nunca y que deberían estar en tu lista de los zapatos imprescindibles de primavera. Los que han vivido en los 90, sabrán reconocer al momento su diseño y muchos conocerán su historia, pero si eres de la generación Z o la moda nunca te ha interesado demasiado quizás no conozcas cómo se forjó este icono. Ahora lo vas a descubrir porque vestir con prendas con historia aporta un valor añadido a tu armario.
Todo comenzó en la década de 1960 en Somerset, Inglaterra, cuando Nathan Clark, miembro de la familia fundadora de Clarks, tuvo la visión de crear un zapato que combinara comodidad y estilo sin sacrificar la calidad. Inspirado por el mocasín 'Grasshopper' de la compañía alemana Sioux, este zapato fue inicialmente fabricado en Kilkenny, Irlanda, y presentaba una suela de crepé y cordones, un diseño un calzado único con una silueta distintiva y una suela de crepé que desafiaba las normas del mercado británico de la época, acostumbrado a modelos más tradicionales como los Brogues y Derbys.
Los primeros zapatos Wallabee de Clarks
Los primeros Wallabee fueron lanzados en 1967 y rápidamente capturaron la atención del público, pero no del local, sino del norteamericano donde los Wallabee se convirtieron en un icono entre los iconos de la contracultura. La apuesta por América del Norte fue total y Clarks presentó el cartel publicitario más grande que se había visto allí nunca. Con un tamaño descomunal, su lema “Resistentes y a la moda” era visto por los más de 25.000 coches que pasaban por la autopista 401 de Toronto, en Canadá, junto a la que se publicó la campaña.
Su diseño minimalista y su confort inigualable los convirtieron en favoritos entre los jóvenes de la época, especialmente en la escena mod y hippie. Sin embargo, fue en la década de 1990 cuando estos zapatos experimentaron un cambio de registro al ser adoptados por parte de la cultura del hip-hop.
El estatus de los Wallabees como un elemento básico de la moda urbana se consolidó cuando artistas como Wu-Tang Clan y Ghostface Killah los incorporaron en sus estilos distintivos e incluso se colaban en sus canciones y videoclips.
Pronto, estos zapatos se convirtieron en un símbolo de autenticidad y sofisticación, tanto en la calle como en la pasarela.
La clave del diseño atemporal de los Wallabees reside en su simplicidad elegante.
El Wallabee está hecho de solo dos piezas de ante con una técnica de construcción tubular. Esto significa que el empeine se ensambla con la parte superior y el panel lateral para crear una forma de tubo, y así proporciona una silueta instantáneamente reconocible. Luego, el empeine se cose cuidadosamente a mano con un hilo encerado extra grueso para evitar que se despliegue desde el panel lateral.
La principal característica de la construcción tubular es que el cuero rodea 360° el pie, evitando cualquier componente de tabla de duración o pegamento adicional. Esta auténtica construcción de mocasín permite que el zapato sea extremadamente flexible, mientras que la suela de crepé brinda al zapato elasticidad, flexibilidad y agarre.
Su versatilidad los hace adecuados para una amplia gama de ocasiones, desde eventos casuales hasta reuniones formales. Tanto es así que se los vemos a hombres de todas las edades y estilos. Desde David Beckham, hasta Drake o el director de cine Wes Anderson. Los Wallabee se convirtieron también el parte del vestuario de uno de los personajes más emblemáticos de la pequeña pantalla: estos zapatos eran los únicos que llevaba Walter White (Bryan Cranston) en la famosa serie Breaking Bad.
Y del hip-hop pasaron a convertirse en seña de identidad de los seguidores del brit-pop gracias a Richard Ashcroft quien los lucía en el primer plano de la portada de su disco Urban Hymns, junto al grupo que encabezaba The Verve. También se paseaba con ellos durante el videoclip de uno de sus temas más célebres: Bitterweet Simphony. Con él, otros grupos míticos que marcaron este género se sumaron a los Wallabee, desde Oasis hasta Blur.
Y en el 2023 se aliaban con la marca de streetwear neoyorquina más famosa, Supreme, lanzando una colección exclusiva junto a ella. Este año, además de con Zara, las Wallabee de Clarks se reinterpretan bajo el prisma de Salehe Bembury. Unos zapatos que perseguían una estética natural y campestre y que se vendieron como churros por 190 euros. Ahora en la reventa han llegado a los 500.
Las Wallabee en los noventa: el hip-hop y la escena neoyorquina
Una de las anécdotas más curiosas que rodean a los Wallabees tiene que ver precisamente con la época de su boom, en 1990. Según la leyenda, Ghostface Killah de Wu-Tang Clan, famoso por su amor por estos zapatos, los compraba en grandes cantidades para regalarlos después a sus amigos y colaboradores, convirtiéndolos en un símbolo de estatus dentro de la comunidad.
Por todo esto, los zapatos Wallabee de Clarks son mucho más que unos simples zapatos; son un icono de la moda masculina con una historia rica y diversa. Desde sus modestos comienzos en la década de 1960 hasta su estatus como una pieza imprescindible en el armario de los hombres modernos, los Wallabees continúan desafiando las tendencias y definiendo el estilo con su elegancia atemporal. Un elemento que podría compararse, por su diseño icónico capaz de traspasar generaciones, con otras prendas eternas de la moda, como la gabardina de Burberry, los vaqueros Levi’s 501, el polo de Lacoste o las zapatillas Stan Smith de Adidas.
