Perfumes con aroma a tabaco: las 8 mejores colonias para hombre de la primavera 2024

No se puede hablar de perfumes con olor a tabaco sin hacer referencia a este incunable de la perfumería para hombre. Estás ante una fragancia intrigante, de fuertes contrastes pero, al tratarse de un extracto de perfume, su fijación sobre la piel se mantiene intacta entre 10 y 12 horas. Medio día rociado con un toque chispeante de cítricos y especias que te transportará al instante a un club de fumadores como los de antaño. Esos en los que se paseaban caballeros vestidos de esmoquin y envueltos en una nube de humo. En Tobacco Mandarin de Byredo hay notas de ese cuero tradicional y elegante al que le da la réplica el clavo. Juntos son una suerte de narcóticos que le anclan a esas otras resinas que le otorgan un carácter sagrado. Pero esta fragancia también tiene un ligero toque dulce por culpa del olíbano y ese toque cautivador y que permanece en el tiempo debido a los acordes de oud y sándalo.

El tabaco y la vainilla, juntos, podrían resultar dos ingredientes antagónicos. Pero Tom Ford suele resolver con maestría las comunicaciones más insólitas. Es por ello que Tobacco Vanille es una de las colonias más ricas y cálidas del mercado. Un perfume que, a su vez, es todo un icono. Se trata de una fragancia de toques ahumados, dulces y especiados. Un cóctel tan potente que es imposible que pases desapercibido con él. Lo más destacado de su fórmula es tanto la hoja como la flor de tabaco: dos elementos que le aportan ese toque sexy y especiado. Tras ellos llega la vainilla para agregarle ese toque dulce y duradero que revela cuáles son los secretos de alcoba de un jugo muy llamativo.

Para conseguir el efecto deseado en un perfume con olor a tabaco, basta con aportarle un poco de cariño. ¿Acaso hay algo más dulce que la miel? Si la abeja es, además del logotipo, el santo y seña de la maison francesa, ¿qué no iba a hacer por una fragancia envolvente un ingrediente como este? Combinada con la flor de tabaco, su cremosidad permite que salgan a relucir sus notas amaneradas. Algo que permite, a su vez, que el perfume se fije sobre la piel durante más horas. ¿Ocho? ¿Diez horas? Te resultará imposible salir de ella. Porque Tobacco Honey de Guerlain puede resultar hasta comestible. Y, aunque todas las fragancias con olor a tabaco se nos antojan agradables, esta es especialmente gustosa.

Audaz, misteriosa, elegante. No fallan. Las fragancias de Amouage sorprenden por lo insólito. Esta es un viaje olfativo que va desde Omán hasta Cuba. Una amalgama de matices en los que aparecen ingredientes como el incienso y el tabac0. Dos variedades que hacen de él un perfume místico, ahumado, crujiente. Es, de toda esta selección de fragancias, el que más y mejor captura la esencia del humo. Algo que, al entrar en contacto con la piel, se eleva y se sublima de una manera insólita. Este perfume hacer referencia a la tradición de El lector, aquel hombre que declabama obras de Victor Hugo, Balzac, Stendhal, Edgar Allan Poe o Herman Melville a los hombres que trabajaban en las tabacaleras cubanas. Toda una epopeya perfumada muy recomendable para utilizarla en ocasiones muy especiales.

Ninguno de los ingredientes que componen Chergui de Serge Lutens te va a sonar raro a estas alturas. Te resultarán familiares algunos de sus ingredientes como la miel, el incienso o el sándalo pero, junto, ninguno resulta como imaginas. Estás ante un perfume inesperado, cálido, dulce, empolvado... La rosa es el ingrediente que une todo dándole el contrapunto profundo y florar que necesita el tabaco para destacar por encima del resto. Estás ante un perfume con mucha fijación. Un jugo que huele diferente dependiendo de la piel de cada persona. Algo que lo hace único en su especie.

) pero el resultado es completamente diferente. Es un poco polvoriento, un poco cálido y un poco dulce, pero completamente único. Para nosotros, la rosa es realmente lo que lo une todo, dándole un elemento profundo y floral que realmente retuerce la idea de un aroma a tabaco en su cabeza. Es una de esas fragancias que huele ligeramente diferente en cada persona, pero que de alguna manera es completamente identificable al mismo tiempo.

Le alumbran más de 12 años de vida y sigue siendo todo un clásico entre aquellos hombres que buscan que su perfume con olor a tabaco marque la diferencia. Spicebomb de Viktor&Rolf resiste al paso del tiempo como una de las mejores fragancias de la marca. Su carácter picante aparece con la primera ráfaga. Ahí sale la pimenta rosa que golpeará tu pituitaria –para bien– desde el primer momento. Después aparece el azafrán y el pimentón para dar paso al tabaco, al cuero y al vetiver. Tres ingredientes que le aportan una fijación muy duradera y de la que carecen otras muchas fragancias con notas picantes. Es el contrapunto a todos los aromas acuáticos frescos que existen, pero igual de versátil y ponible.

Estás ante un perfume de contrastes en el que convergen las notas amaderadas con las notas frutales como la cereza o la frambuesa que, lejos de resultar empalagosa, se nos antoja sensual. La punta del iceberg de una fragancia sorprendente que evoluciona de manera sublime gracias a las notas de tabaco. Aunque el toque distintivo llega gracias a su packaging. El frasco reposa sobre una caja forrada con satén que es un claro homenaje a la estética imperante en el parís del siglo XVIII. Back to Black Aphrodisiac de Kilian es uno de los iconos de la marca. ¿Será por el olíbano de Somalia? ¿Por el cedro del Atlas o por el vetiver de Haití? Sobre la piel y sobre la ropa ese jugo se defiende muy bien. De ahí que esa envoltura negra también tenga algo de misteriosa y sofisticada. Un eau de parfum que necesitas para tus noches de primavera.

Esta fragancia es digna de encontrarse en esta selección de colonias y perfumes para hombre con aroma a tabaco. Tiene 30 años de vida y todavía le quedan otros tantos por cumplir. Icono entre los iconos. Por algo será. La nariz detrás de sus ingredientes es Jacques Cavallier quien escogió como notas de salida cilantro, ciprés, mandarina, estragón, yuzu, cedrón (hierba luisa, verbena de olor), salvia, bergamota, limón (lima ácida) y calone. Para su corazón escogió nuez moscada, reseda (miñoneta), canela de Ceylán, geranio bourbon, azafrán, lirio de los valles (muguete) y flor de loto azul. Como fondo, vetiver de Tahití, almizcle, sándalo, cedro, ámbar y tabaco. Un impresionante ejercicio de notas terrosas en la que el tabaco no se ve lastrado. Más bien al contrario, el resto de acordes le ayudan a ensalzarlo.