Masajeador iluminador de ojos modelo Iris, de Foreo (139 euros). COMPRAR
Bienvenido a nuestra Wish List. Un espacio donde diseccionamos un buen puñado de 'gadgets' en los que gastarte ese dinero que tanto te ha costado ganar.
Érase una vez un hombre confinado, en cuarentena. Érase una vez la historia de un hombre aburrido, cansado y ojeroso. Érase una vez… la historia de tu vida desde hace ya varios días. Atrás quedaron aquellas jornadas maratonianas en las que la rutina te devoraba: trabajo, desplazamientos, sesiones de entrenamiento y un largo etcétera de actividades que hoy solo entienden aquello de practicar el #QuédateEnCasa. Hoy, tus hábitos se han visto ligeramente modificados. Practicas deporte, sí; aunque esta vez desde la comodidad del hogar. Te has adaptado al teletrabajo en tiempo récord y no has descuidado ni tu forma de vestir aunque hayas estado a punto de caer en la tentación de pasarte ocho horas en pijama. Hasta ahí todo en orden pero, ¿y qué hay de tu rutina de cuidados diarios? ¿Se mantienen a rajatabla y tu cara es la misma que tenías después de una noche de juerga impenitente? He aquí la cuestión.
Si la respuesta a esta última pregunta es afirmativa, te vamos a echar un cable. O, más bien, un gadget para evitar que el estado de alarma no se extienda hacia una de las zonas corporales que más preocupa a los hombres: el contorno de los ojos. Es decir, ese área donde la piel es la más fina de todo el cuerpo. Un lugar que, si no le prestas atención, sacará a relucir más pronto que tarde los signos de la edad y el envejecimiento. Dos hitos que pueden devenir en dos apisonadoras para todo hijo de vecino con el fin de la cuarentena.
Con el masajeador iluminador de ojos Iris, de Foreo, tienes la solución a esos días en los que te puede el hastío. Quizá no cuentes con el estrés habitual de todos los días, pero sí que te afecta el encierro, la falta de luz solar (tan beneficiosa para activar la vitamina D) o el tener que lidiar con diferentes frentes diarios desde una trinchera muy particular: tu casa. Pero, tranquilo, aquí te vamos a explicar las bondades de un dispositivo que acabará con todas esas sensaciones en un minuto. Ni más ni menos.
Solo necesitas 30 segundos en cada ojo para atajar todos estos avatares de tu actual vida diaria. Este masajedor está fabricado en silicona negra ultra higiénica. Es decir, un material no poroso que evita la proliferación de bacterias. Un plus en los tiempos donde hemos descubierto que hasta el lavado y cuidado de manos requeriría un máster en Harvard. cuenta con tecnología alterna T-Sonic, una revolucionaria técnica patentada por Foreo e inspirada en los masajes oculares linfáticos que tradicionalmente se hacen de forma manual en la zona… pero infinitamente más eficaz que hacerlo con la yema de los dedos. Y te vamos a explicar por qué.
Además de estar pensado para aquellos ojos que ya revelan los primeros signos de la edad –léanse patas de gallo, arrugas de expresión o las tan temidas bolsas y ojeras–, Iris consigue reducirlos hasta en un 70%. Y todo gracias a sus dos innovadores modos: el spa –pensado para aplicar un suave masaje propio de un tratamiento masculino al uso– y el natural, inspirado en la sensación que proporciona un masaje tradicional, pero más eficaz que si se realiza con los dedos. Ahí es nada.
Cuenta con ocho intensidades que se pueden regular a través de sus botones de "+" o "-". Es resistente al agua, cuenta con un temporizador de 30 segundos para que sepas cuándo debes cambiar de zona y es absolutamente compatible con esa ristra de sérums o productos específicos para el contorno de los ojos que potenciarán los resultados.
¿Cómo se usa?
Si estás decidido a hacer del confinamiento tu excusa para sacar a relucir a tu nuevo yo de cara al día que nos den la condicional, toma nota: sitúa el dispositivo en el contorno de los ojos desde el entro hacia el exterior, y pásalo por debajo y por encima de los ojos y entre las cejas durante 30 segundos. Una vez terminada tu rutina matinal de un minuto, lávalo y vuelve a abrazarlo por la noche para obtener resultados. Y aún hay más. Porque Iris es recargable –permite hasta 140 usos– y cuenta con un cable USB para que lo cargues en menos de una hora. ¿Acaso no ha llegado la hora de aprovechar la cuarentena y darte este capricho que puedes recibir a domicilio?
