En Esquire nos gustan los enigmas como al que más. Ya sean los grandes misterios sin resolver de los últimos siglos o los acertijos de lógica para pensar un buen rato. Pero también somos inquisitivos por naturaleza y nos gusta acercarnos a los enigmas del pasado, incluso los que se remontan al origen del ser humano. Y de todos los pueblos antiguos que han sido estudiados por los científicos, ninguno ha planteado enigmas tan profundos como los que nos dejaron los denisovanos. De esta especie extinguida hace no tanto tiempo, tan solo se han encontrado unas pocas piezas diminutas de huesos y dientes, unos restos que cabrían perfectamente en un paquete de cigarrillos.

Es menester aclarar que en la actualidad –salvo que rechaces la teoría de la evolución y estés leyendo el artículo equivocado– todos los humanos modernos somos Homo sapiens, pero como especie hemos tardado milenios en evolucionar. Los primeros antepasados humanos, también llamados homínidos, surgieron hace unos 7 millones de años, mientras que las especies de nuestro género, Homo, empezaron a aparecer hace 'solo' unos 2,3 millones de años. En los últimos 150 años, los científicos han descubierto pruebas de la existencia de al menos ocho homínidos diferentes, desde el Homo erectus, el primero en emigrar de África, hasta el diminuto Homo floresiensis, que tenía el tamaño de un hobbit.

Pero de los que todavía conocemos muy poco es de los denisovanos, un grupo de humanos que se separó de la línea neandertal y sobrevivió durante cientos de miles de años antes de extinguirse. Esto se debe en gran parte a que, como se ha mencionado, apenas tenemos restos fósiles de ellos. A saber: media mandíbula rota, un hueso de dedo, un fragmento de cráneo, tres dientes sueltos y cuatro astillas de hueso.

quiénes fueron los denisovanos
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Un paleontólogo muestra el cráneo de un denisovano.

Sin embargo, eso no impide que muchos científicos estén cada vez más fascinados por los denisovanos. Al igual que nosotros, eran extraordinariamente resistentes, posiblemente más que los neandertales. Por suerte, lo que nos falta en fósiles lo compensamos en ADN. Los genetistas han podido extraer fragmentos de material genético de dientes y huesos de hace 200.000 años. Han encontrado pistas genéticas en la suciedad del suelo de las cuevas y así han descubierto que millones de personas en el planeta Tierra portan hoy en día ADN denisovano, heredado del mestizaje. Pero eso nos deja aún muchas preguntas sin responder: ¿Qué aspecto tenían los denisovanos? ¿Cuál era su relación con los neandertales, sus primos evolutivos más cercanos? ¿Tenían herramientas y arte como ellos?

La riqueza del ADN denisovano

Las pruebas genéticas ofrecen una imagen de seres humanos extraordinarios, capaces de prosperar a lo largo de miles de kilómetros y en entornos muy diversos, desde la fría Siberia hasta el Tíbet a gran altitud, pasando por los bosques de Laos o incluso las islas del Pacífico. Su versatilidad rivaliza con la nuestra. Precisamente fue en una cueva de Siberia, llamada Denisova, situada en los montes Altai, donde se habían hallado antes fósiles de neandertales, donde descubrieron que un hueso y un diente pertenecían a una antigua especie humana desconocida hasta entonces.

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Wikicommons
La cueva Denisova, en Siberia.

Estos pocos fósiles resultaron ser espectacularmente ricos en material genético, lo que permitió a los científicos secuenciar genomas enteros. Esta información detallada sobre el genoma denisovano ha demostrado que se cruzaron con los humanos modernos. Los descendientes de estas uniones, portadores de pequeñas cantidades de ADN denisovano, se asentaron en Melanesia y Australia hace miles de años. De este modo, podemos ver ADN suyo en el de los humanos modernos, aunque no tengamos ni idea de cómo eran ni de dónde vivían exactamente.

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Reconstrucción de un neandertal.

Estos restos sí sugieren que los denisovanos ejercieron una influencia considerable en la humanidad actual. Los científicos han descubierto que hasta el 6% de los genes de los neoguineanos actuales y entre el 3 y el 5% del ADN de los aborígenes australianos están compuestos por ADN denisovano. También se cree que el gen que permite a los tibetanos sobrevivir a grandes altitudes se heredó de ellos.

El eslabón no tan perdido

En el camino a desentrañar los misterios de los denisovanos se cruzó Denny, una hija híbrida de madre neandertal y padre denisovano. "Si me hubieran preguntado antes, habría dicho que nunca encontraríamos esto, es como encontrar una aguja en un pajar", declaró a la revista Nature el descubridor de los restos en la mencionada cueva siberiana, Svante Pääbo, el Indiana Jones de la genética, premio Nobel y responsable también de la futura resurrección del mamut lanudo.

leipzig, germany october 03 svante paabo, director of the max planck institute for evolutionary anthropology, with a model of a neanderthal skeleton after a press conference after he won the nobel prize in physiology or medicine on october 3, 2022 in leipzig, germany paabo is being recognized for his pioneering work in decoding the genome of neanderthals and proving a genetic link to modern humans photo by jens schluetergetty images
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Svante Pääbo.

Descubrir a una persona de primera generación con ascendencia mixta fue algo extraordinario. Pero quedaban más revelaciones por llegar. Estudios más detallados de los genes del padre denisovano de Denny revelaron la presencia de fragmentos de ADN neandertal. Esto indicaba que el mestizaje entre las dos especies también se había producido en una época anterior. Esto sugiere que neandertales y denisovanos debieron aparearse entre sí con regularidad.

Se ha sugerido que la cueva Denisova representaba un puesto fronterizo para ambas especies, situado en el extremo oriental del área de distribución de los neandertales, que eran principalmente una especie europea, y en el extremo occidental de las tierras natales de los denisovanos, que eran una especie oriental. En ocasiones, miembros de ambos grupos habrían llegado a la cueva al mismo tiempo, con eróticas consecuencias, que diría Homer Simpson.

¿Cómo y cuándo se extinguieron los denisovanos? Nadie puede responder de momento con certeza a ninguna de las dos preguntas. Algunos científicos sugieren que se extinguieron hace tan solo 20.000 años y es posible que la culpa la tuviera a un intenso mestizaje con otros homínidos, lo que significa que fueron absorbidos lentamente por la población humana general. También es posible que, al invadir el hábitat de los denisovanos, los Homo sapiens compitieran con ellos por el alimento o introdujeran enfermedades mortales que contribuyeron a su desaparición. En el futuro, si se identifican más restos, los paleontólogos podrán descubrir más respuestas sobre estos esquivos primeros homínidos.

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Jorge Coscarón

Jorge es experto en cultura pop y entretenimiento. Lleva más de 5 años en Esquire escribiendo temas de música, con artículos que repasan la trayectoria de artistas como Jim Morrison o David Bowie y con listados de canciones bajo su particular criterio. No hay género musical que se le escape. También escribe de cine, de series y de algunas de las estrellas de Hollywood más conocidas. Allí donde hay un fenómeno cultural, está él dándole a la tecla.

Su versatilidad hace de él un especialista en contenidos de entretenimiento en Esquire: lo mismo hace un test de cultura que te acerca los mejores chistes de la historia, las frases y citas más motivadoras o los acertijos más complejos. Se define a sí mismo como “mercenario de la tecla” y su objetivo es que te encuentres con algún tema suyo cuando busques algo de entretenimiento en Google.

También se define como “jugón y disfrutón” y la mejor prueba de ello es que una de sus grandes pasiones son los videojuegos. En Esquire puedes leer sus rankings con lo mejor de cada videoconsola o con los mejores juegos de las sagas más famosas, de Zelda a Spiderman.

Su pasión por el periodismo viene de lejos, al quedar finalista a los 10 años en un premio literario organizado por una marca de refrescos que se niega a mencionar si no se le paga por ello. Años después se licenció en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca y desde entonces ha tenido una amplia trayectoria en diferentes medios de comunicación. Trabajó durante cuatro años en Televisión Local de Gijón y posteriormente comenzó una extensa andadura en revistas masculinas como FHM, DT y Stuff.

Actualmente compagina su labor en Esquire con la de relatar la vida de las celebrities y de la realeza en Vanitatis, escribir preguntas para los juegos de mesa Cranium y Trivial Pursuit y traducir al castellano manuales de instrucciones de electrodomésticos desfasados para la Teletienda India (sorprendentemente, todo esto es verdad). ¿Su próximo objetivo? Escribir un libro.