La heliosfera -la región del espacio influenciada por el Sol que rodea nuestro Sistema Solar- sigue encerrando muchos misterios para los astrónomos. El principal de ellos es el límite exacto entre la heliosfera y el espacio interestelar local, conocido como heliopausa. Aunque la NASA ha enviado con éxito dos sondas (Voyager 1 y 2) más allá de este límite, sus misiones originales y su avanzada edad (básicamente son tan defectuosas que están limitadas para la ciencia) significan que una u otra agencia espacial lanzará probablemente una misión futura diseñada para estudiar específicamente la heliosfera.

Y en un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Michigan (U-M), los científicos proponen el mejor camino que podría seguir una futura nave espacial para salir de la heliosfera. No se trata necesariamente del camino más rápido para salir del callejón sin salida de nuestro vecindario galáctico, sino de la ruta que mejor posiciona a cualquier futura nave espacial para estudiar la forma de la heliopausa. Y para ello hay que salir del Sistema Solar.

"Sin una misión de este tipo, somos como peces de colores intentando comprender la pecera desde dentro", afirma en un comunicado Sarah A. Spitzer, investigadora de la UM y primera autora de un estudio publicado en la revista Frontiers in Astronomy and Space Sciences que describe esta "ruta de escape". "Una futura misión de sonda interestelar será nuestra primera oportunidad de ver realmente nuestra heliosfera, nuestro hogar, desde fuera, y de comprender mejor su lugar en el medio interestelar local".

A pesar de su nombre, la heliosfera no es una esfera. Tiene una parte delantera y otra trasera: la primera es donde la heliosfera está más cerca del Sol (y apunta en la dirección de su viaje galáctico), y la segunda se extiende desde este punto, de forma similar a un cometa.

En 2021, un grupo de más de 1.000 científicos elaboró un informe conceptual sobre una posible misión interestelar. En el informe se analizan diversos vehículos de lanzamiento y cargas útiles, así como posibles trayectorias. Mientras que el informe original sugería enviar una nave espacial a 45 grados del morro, el informe de la U-M cuestiona esa conclusión. En su lugar, sugiere enviar la carga útil científica en "una trayectoria que intersecte el flanco heliosférico hacia la cola", lo que proporcionará la mejor perspectiva y oportunidad para llevar a cabo una amplia gama de experimentos.

"Queremos saber cómo protege la heliosfera a los astronautas y a la vida en general de la dañina radiación galáctica, pero eso es difícil de hacer cuando aún ni siquiera conocemos la forma de nuestro escudo", dijo en un comunicado de prensa Marc Kornbleuth, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Boston. "Si quieres averiguar cuánto se extiende tu casa hacia atrás, salir por la puerta principal y hacer una foto desde la acera de enfrente probablemente no sea tu mejor opción. Lo mejor es salir por la puerta lateral para ver cuánto mide de delante a atrás".

Esta posición también tiene otras ventajas, ya que los modelos sugieren que el plasma interestelar podría entrar en la heliosfera a través de la cola, lo que supondría otra oportunidad de investigación sin precedentes.

Así pues, aunque las Voyager 1 y 2 fueron los primeros intentos de la humanidad de ir más allá de nuestro propio sistema estelar, probablemente no serán los últimos.

Vía: Popular Mechanics
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Darren Orf

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