El 20 de abril del 90 seguramente fue un día más para la mayoría de los mortales, pero es pronunciar esa fecha, como ocurre con el 7 de septiembre si eres de la misma quinta, o con el 20 de enero si eres más moñas, y una melodía se dispara en la cabeza. Y todo es por culpa de (o más bien gracias a) Celtas Cortos.

Cifu, el líder del grupo vallisoletano, compuso esta conocidísima carta de amor un año después de la fecha en que la firma, en 1991. Según contó él mismo en su día, nunca llegó a enviársela a nadie… Pero nos llegó a todos los de esa generación. Uno de los versos más recordados hace referencia a "la cabaña de Turmo" (¿tú lo cantabas así o te inventabas ese nombre?), que existe en la realidad. Se encuentra en un pueblo de los Pirineos y, hace unos años, Celtas Cortos apoyó una campaña de crowfunding para rehabilitarla. El resultado se puede ver en el videoclip oficial de la canción, que no se grabó hasta 2019. Hasta entonces se podía escuchar en Youtube solo en versiones en concierto o con vídeos hechos por los fans.

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A esa segunda vida de '20 de abril del 90' se unió una tercera en 2020, en plena crisis del coronavirus. Durante ese mes de abril robado por la pandemia (una de las mejores canciones de Joaquín Sabina por fin tuvo respuesta), el himno de amor nostálgico encabezado por ese "Hola, chata, ¿cómo estás?", se transformó por la fuerza la de actualidad. Celtas Cortos resucitó su canción más conocida junto a un buen puñado de amigos para homenajear a los sanitarios que luchaban en primera línea contra el coronavirus en particular y a todas las personas que ponían su grano de arena para salir adelante en general. Izal, Amaral, Bunbury, Rozalén, Ariel Rot, Tarque, el Gran Wyoming y otros muchos artistas lo convirtieron en uno de tantos cantos contra la pandemia con un objetivo común: levantar el ánimo general y recaudar fondos para Médicos Sin Fronteras, de la manera en que se indica al final de un nuevo videoclip protagonizado por sanitarios, transportistas, agricultores, 'aplaudidores'…

Bajo el hashtag #NoNosPodránParar, el vídeo recorría ese esqueleto social que nos mantenía a todos en pie en momentos tan duros. Desde entonces, un verso grabado fuego como "ya no queda casi nadie de los de antes, y los que hay, han cambiado" cobró un nuevo significado. Si nos unimos todos, habremos cambiado para bien. Pasado el tiempo, con muchas ganas acumuladas de volver a cierta normalidad y menos de revivir el drama conjunto, la canción recobra su esencia nostálgica. Esa que conecta el espíritu romántico, muy anterior a la era Tinder, de los que eran o se sentían jóvenes en un día cualquiera como el 20 de abril del 90.

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