Dos días antes de que España entera se confinase en sus casa, la distopía apocalíptica más longeva y exitosa de los últimos años llegaba a su volumen 32 y cerraba tres lustros de supervivencia, zombies y drama. Los Muertos Vivientes, la serie de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard bajaba la persiana para siempre y, aunque la serie de televisión -y sus derivados- sigue adelante, los lectores de cómics nos quedamos huérfanos de unos personajes y una trama que, como todas las buenas sagas, había pasado a formar parte de nuestras vidas.
Robert Kirkman, el gran arquitecto de una historia que tenía como gran reclamo los zombies, pero en realidad trataba sobre personas, decidió dar carpetazo de manera inesperada a los supervivientes de Alexandria, Hilltop y los demás rincones de supervivencia que había construido con la incansable complicidad de Charlie Adlard.
Siendo justos, con los años la serie había ido perdiendo en visceralidad y músculo, y se había asentado en un juego de tronos postapocalíptico rebozado de harina de culebrón. Pese a ello, Los Muertos Vivientes seguía siendo un hábito, un refugio al que acudir y en el que encontrar a personajes queridos y un universo en el que quedaba mucho por explorar. Por el momento, parece que hasta aquí hemos llegado.
¿Qué opciones tiene ahora el lector ávido de apocalipsis, el yonki de las historias de lucha por la supervivencia, el aficionado a las sagas de ficción distópica? La verdad es que muchas y (algunas) muy bueas. En Esquire siempre estamos preparados para lo peor y tenemos una despensa bien cargada de propuestas. Aquí van algunas:
Oblivion Song
Robert Kirkman y Lorenzo de Felici
(Planeta Cómic)
Dicen que un clavo saca otro clavo y, así, qué mejor manera de suplir una serie de Robert Kirkman que con otra serie del guionista estrella. En Oblivion Song, el autor se alía con el deslumbrante dibujante italiano Lorenzo de Felici para glosar la lucha de un antihéroe de manual en su lucha por devolver a los cientos de miles de desaparecidos de una versión apocalíptica de la ciudad de Filadelfia. Con dos volúmenes hasta la fecha, es buen momento para engancharse a esta serie de aventuras y misterio paranormal.
Y, el último hombre
Brian K. Vaughan, Pía Guerra y otros
(ECC Ediciones)
En 2002 todos los hombres y mamíferos macho del planeta sucumben antes una misteriosa plaga. Todos, menos un veinteañero y su mono. Una saga apasionante de la mano del cocreador de grandes éxitos recientes como Saga o Paper Girls, que pronto tendrá su versión televisiva.
El Humano
Lucas Varela y Diego Agrimbau
(La Cúpula)
Este tándem de autores argentinos se ha sacado de la manga una oscurísima obra futurista que plantea, en clave de acción y supervivencia, toda una serie de interesantes reflexiones sobre el ego y la condición humana. Uno de los mejores cómics de ciencia-ficción que puedes leer este año.
La Bella Muerte
Mathieu Bablet
(Dibbuks)
Mtieu Bablet ya había sorprendido con Shangri-la (Dibbuks, 2017), cómic de ciencia-ficción existencial opresiva llena de multinacionales chungas y confinamiento espacial, pero su gran debut fue esta historia de supervivencia con toques místicos.
DMZ
Brian Wood, Riccardo Burchelli y otros
(ECC Ediciones)
En unos Estados Unidos destrozados por una esperada guerra civil, un joven periodista intenta sobrevivir e informar en Nueva York, zona desmilitarizada con sus propias reglas. Con sus altibajos, la serie plantea un interesantísimo ejercicio de política ficción con toques de crónica bélica verdaderamente inspirados.
Apocalypse Girl
EL Torres, Ramiro Borrallo
(Karras Comics)
El Torres (El fantasma de Gaudí, Virtual Hero), se saca de la manga un cómic juvenil que trata de manera ejemplar las claves canónicas del género postapocalíptico. Toda una demostración de espectáculo y entretenimiento ,hecha desde aquí y sin complejos.
Dragon Head
Minetaro Mochizuki
(Planeta Cómic)
El accidente en un túnel de un tren lleno de estudiantes de instituto dará lugar a uno de los mangas más perturbadores que se han publicado en nuestro país. Una batidora desprejuiciada en la que caben El Señor de las Moscas, El Resplandor y lo más granado del género apocalíptico, con un tremendismo made in Japan inigualable.
Akira
Katsuhiro Otomo
(Norma)
Bandas de moteros, mutantes y caos en un Tokyo previo a lo juegos olímpicos. El clásico moderno de Katsuhiro Otomo sigue siendo una salvaje demostración de imaginación apocalíptica y de exceso visual, faro e influencia para docenas de obras posteriores de todos los ámbitos.
El Puño de la Estrella del Norte
Buronson y Tetsuo Hara
(Planeta Cómic)
Los clásicos lo son por una razón, y en El Puño de la Estrella del Norte tenemos una ambientación algo más que heredera de Mad Max como punto de entrada para un festival de peleas sangrientas, tíos cachas imposibles y drama épico sin ningún tipo de límites. Un gozoso desparrame que engancha de puro delirio.
I am a Hero
Kengo Hanazawa
(Norma)
Tremendo fenómeno editorial en Japón, I am a hero traslada al lector la sensación de aislamiento, el instinto de supervivencia y la soledad ante el miedo como pocos otros cómics han sido capaces. Sí, también hay zombies pero, en realidad, es un poco lo de menos.
Ronin
Frank Miller
ECC Cómics
La fascinación por la cultura japonesa y la figura del samurai que Frank Miller ya había mostrado en su etapa al frente de Daredevil cristalizó en una fantasía distópica modernísima y atrevida, su primer trabajo como creador completo en el que aprovechó la libertad creativa conseguida para ampliar horizontes gráficos y sentar las bases de gran parte de su exitosa carrera posterior.
Hombre
Antoni Segura y José Ortiz
Panini Cómics
Uno de los títulos de referencia de la explosión del cómic adulto en España a principios de los ochenta, que sigue resultando un espectáculo visual gracias al desbordante trabajo de José Ortiz. Con el western como referencia, Antonio Segura construyó a un inolvidable protagonista dentro de un universo opresivo y deprimente.
Jeremiah
Hermann
Norma
Aunque no tiene zombies, las claves principales del post-apocalipsis que planteaba Hermann y el que luego desarrollaría Robert Kirkman mantienen toda una serie de coincidencias, entre ellas la vuelta a las esencias, el tono fronterizo y que el ser humano acabe siendo su propia mayor amenaza. El potentísimo dibujo del autor belga se encarga del resto.
El Eternauta
Héctor G. Oesterheld y Francisco Solano López
Norma
Referente de la ciencia-ficción apocalíptica, este hito de la historieta argentina ha ido creciendo a lo largo de los años hasta convertirse en uno de los imprescindibles del género. Seis décadas después de su primera publicación, sigue conmoviendo y emocionando.
20th Century Boys
Naoki Urasawa
Planeta Cómic
A lo largo de la veintena de tomos que componen la obra más exitosa del genio Naoki Urasawa, el lector se acostumbra a convivir con el humor, la amistad, el misterio y lo imprevisible. Comparte con Los Muertos Vivientes un arranque brillante y un cierre algo más difuso pero, sobre todo, esa esencia de obra adictiva que hace que no puedas esperar al siguiente tomo.
