Los géneros han vuelto con fuerza al mundo del cómic, principalmente en el Estados Unidos, aún poderosísimo eje de influencia gracias a sus eternos superhéroes, ahora convertidos en millonarias franquicias audiovisuales. Así, exceptuando Japón, donde la variedad de géneros del manga es algo casi intrínseco, y el terror es uno de los géneros más populares, e Italia, donde el cómic popular es sinónimo del detective paranormal Dylan Dog, en el resto de países los cómics de miedo han ido alternando épocas de gran popularidad con largos periodos de barbecho.
La gran capacidad viral de un mundo hiperconectado, hace que, además, los códigos que dan sentido a un género se hayan convertido en universales y puedan ser asimilados, disfrutados y procesados por público de todo el planeta. Con es surgen propuestas experimentales e incluso productos cien por cien Internet como los creepypasta, esa especie de terroríficas leyendas urbanas digitales.
El cómic del terror del siglo XXI poco se parece a las tétricas historias que la editorial EC publicaba en las páginas de Tales from the Crypt o Vault of Horror, o de revistas de terror de los sesenta y setenta como Eerie o Creepy. Con las primeras quizá comparta el gusto por el sorprendente giro final, y de las segundas, una cierta puesta al día del terror gótico. Y sin embargo, las autoras y autores actuales que eligen el miedo como punto fuerte para sus obras van mucho más allá. He aquí un listado con algunos de los más estimulantes.
Emily Carroll
Con Cruzando el bosque (Sapristi, 2015) y La noche que llegué al castillo (Sapristi, 2019), la artista canadiense ha realizado un auténtico máster de subversión de los terrores clásicos. La primera obra, a través de cinco relatos, crea una especie de folclore moderno ambientado en la tradición de los hermanos Grimm para, jugando con el contraste de un dibujo amable retorcido para mostrar el lado oscuro de las cosas, inquietar en espacios abiertos y remotos. En el segundo, compone una coreografía vampírica que integra de manera inseparable el erotismo y el terror con una perturbadora elegancia.
Laura Pérez
La autora valenciana ha conseguido con Ocultos, su primera novela gráfica en solitario, generar una sensación de inquietud constante, una incomodidad inexplicable, una suerte de terror subliminal y de baja intensidad. Y lo hace mediante una sucesión de historias cortas en la que las presencias y las ausencias abren la puerta a realidades distintas en las que lo irracional y lo que no podemos entender resultan tanto o más pavorosos que monstruos y criaturas fantásticas.
Anabel Colazo
En su primer trabajo de largo formato, Encuentros cercanos (La Cúpula, 2017), la autora ibicenca afincada en Valencia mostraba su pasión por las historias paranormales en la onda de Expediente-X y su gran capacidad para crear ambientes. En el segundo, No mires atrás (La Cúpula, 2019), hace propios los códigos del creepypasta para sacar adelante una historia de amistad, misterio y terror que es puro siglo XXI.
Kim W. Anderson
El dibujante sueco ha sabido combinar terror y humor negro en su Alena (Sapristi, 2015), un slasher con protagonista femenina que brilla a la hora de llenar de sangre a borbotones las dinámicas arquetípicas de los institutos en la cultura popular.
Marjori Liu y Sana Takeda
Con su plétora de premios (Harvey, Eisner, Hugo…), Monstress (Norma Editorial), la serie de fantasía siniestra y barroca con guion de Marjori Liu y un cuidadísimo dibujo de Sana Takeda es un cóctel en el que se agitan gore, épica tolkieniana, empoderamiento femenino y magia oscura, todo ello en un exquisito envoltorio.
Jordi Pastor y Kido
El tándem de artistas ha apostado en La chica del templo (Sapristi, 2019) por el que es primer acercamiento español al eroguro, género japonés que mezcla erotismo y horror gore. Inspiradas en las historias tradicionales del país del Sol Naciente, el volumen sorprende por su total y lograda inmersión en una cultura tan específica.
Nagabe
Este autor japonés ha sido una de las revelaciones de los últimos años gracias, fundamentalmente a su obra La pequeña forastera (ECC), un manga sorprendente y onírico, una oscura fantasía gótica protagonizada por una niña rodeada del bosque y sus peligros y acompañada por una misteriosa criatura.
