Joaquin Phoenix se ha ganado a pulso la consideración de ser uno de los mejores actores de la historia del cine. Y no es solo por su extraordinaria capacidad para transitar las mentes y los espíritus de hombres complejos y dispares, desde aquel emperador romano corrompido por la envidia de Gladiator a ese conmovedor escritor sepultado por el romanticismo más solitario en Her.

Otra de las grandes virtudes de este dios de la pantalla es que pone su cuerpo a disposición de las historias, hasta extremos que rozan la enfermedad física y mental. Lo maravilloso, artísticamente hablando, es que no se aprecia en él un ansia de seducir a la crítica con esos procesos tan radicales, no se trata de dietas con efecto rebote en el peso del ego, sino que nace del convencimiento de que es el camino adecuado para transformarse él y transformar al espectador que lo observa. Hemos elegido las seis películas en las que mejor se ve el sentido (y la sensibilidad) de esos sacrificios.

I'm Still Here (2010)

joaquin phoenix en im still here
Distribuidora

El falso documental de Casey Affleck fue una bomba en el corazón de la industria. Durante casi dos años, Phoenix hizo creer al mundo que había dejado la interpretación y se había convertido en una especie de cantante de hip hop más cercano a un vagabundo que a una estrella de la MTV. Para la historia han quedado algunas entrevistas en las que el actor apareció completamente desaliñado, física y mentalmente, en un trabajo entre la realidad y la ficción que le sirvió para deconstruir el mito de la estrella de Hollywood.

The Master (2012)

joaquin phoenix en the master
Distribuidora

"Con lo que le gusta zampar, solo comía unas pocas nueces al día y nada más", contó el director Paul Thomas Anderson sobre la preparación de Joaquin Phoenix para dar vida a un veterano de guerra que acababa metido en una secta religiosa. Es alucinante que tan solo pasaran unos meses desde la promoción de I'm Still Here al inicio del rodaje de uno de sus mejores dramas.

En realidad, nunca estuviste aquí (2017)

joaquin phoenix en en realidad nunca estuviste aqui
Distribuidora

De nuevo tenía que interpretar a un veterano de guerra, pero profundamente distinto. Y superficialmente también. Con el objetivo de tener una presencia física muy potente, Joaquin Phoenix se puso más tocho que nunca para esta película. Durante el proceso aseguró que no quería parecer el típico cachitas de Hollywood, así que exigió que en pantalla se notara que estaba tan fuerte como barrigón.

María Magdalena (2018)

joaquin phoenix en maría magdalena
Distribuidora

Volvemos a la cruz de las dietas. La que siguió para transformarse en su versión maravillosamente humana de Jesucristo consistió en ingerir unas 300 calorías al día. Un semi-ayuno divino que al menos pudo compartir junto a su actual esposa, Rooney Mara.

No te preocupes, no llegará lejos a pie (2018)

joaquin phoenix en no te preocupes no llegará lejos a pie
Distribuidora

La película de Gus Van Sant no es de las mejor valoradas en la carrera de Joaquin Phoenix, pero hay que rendirse ante su compromiso para retratar con precisión el día a día de John Callahan. Fue un hombre que se quedó tetrapléjico tras un accidente de tráfico, empezó a dibujar como terapia y acabó convirtiéndose en una figura del mundo de las viñetas, aunque siempre lastrado por el alcoholismo y la depresión.

Joker (2019)

joaquin phoenix en joker
Distribuidora

Se ha dicho y escrito tanto sobre el Joker de Joaquin Phoenix que casi no podemos contarte nada que no sepas. Es curioso que la primera intención del actor era ganar peso para componer un personaje más seboso, dejado, pero finalmente optó por el camino opuesto y se quitó unos 25 kilos de encima, como se aprecia en la escena que aparece con el torso descubierto. También se quitó una tonelada de salud mental para telegrafiar en su cara ese cóctel de trastorno, soledad, incomprensión, rabia y ansia desquiciada de justicia poética.