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En solo una mañana en la bolera con Lorena Castell (Barcelona, 1981), descubrimos que a pesar de su espontaneidad y su carácter gamberro se toma muy en serio el trabajo, colabora como la primera y es muy perfeccionista. Y cuando sucede algo que a otro le haría fruncir el ceño y saltar en mil pedazos, ella intenta reconducirlo a base de buena onda y diálogo del bueno. Pero hay algo innegociable: la hora de ir a buscar a su hijo al colegio. Así que, después de una mañana intensa de shooting, nos sentamos a charlar con ese único límite temporal.
Has anunciado un Maxibingo para señoras el 14 de junio en el Palacio de Vistalegre de Madrid. ¿Cómo ha llegado hasta aquí este espectáculo que nació en un pequeño bar de Malasaña?
Sí, tenía un bar allí con mi hermano y de repente se me ocurrió hacer esa actividad para llenar el bar los martes. Fue genial, lo petamos, así que después de sobrevivir a una pandemia y todo, no me cansé. Decidí hacerlo en un teatro para celebrar mi 40 cumpleaños y fue tal el éxito que a partir de ahí despegamos y ahora estamos de residentes en el Florida Park. Llevamos dos años haciendo sold out. Todo 2024 se ha vendido en veinte días, así que dije: “¿Qué más puedo hacer? Pues coger el Palacio de Vista Alegre”. Así que vamos a ir a por los diez mil de una. A ver si lo logramos.
Lo que tú haces en ese espectáculo es una especie de revista como las que hacía Norma Duval, pero modernizada, ¿no?
A mí me encantan las vedettes porque eran figuras muy televisivas: Lina Morgan, Bárbara Rey, Norma Duval, que encima también es amiga. Y otras figuras, como Lola Flores, de la que soy superfán. Son mujeres empoderadas, que han sido muy importantes en la historia de España. Así que me encanta ver su vídeos y coger cosas de cada una de ellas. Aunque lo que yo hago no llega a ser burlesque, ni cabaret; es como una figura mucho más elegante. Al principio, cuando empezamos, transformamos algunas canciones clásicas de las que cantaban las vedettes en reguetoneras y funcionó. Intentamos modernizar esa figura, por eso yo digo que soy una vedette 2.0, un upgrade de la vedette. Es una manera de conectar con el público muy diferente a cuando estoy en la tele. Hay gente que llega a celebrar algo con amigas, después de un día malo, y no sabe a lo que viene. Y es genial cuando ves, conforme va avanzando el espectáculo, sus caras de alegría y cómo les has animado la vida esa noche. Porque realmente es un espectáculo para disfrutar y divertirse. Y también para empatizar, para conocer gente, porque al final acaba funcionando como un antiguo guateque. Se crea una sinergia muy guay entre todo el mundo.
Ese buen rollo te exigirá estar muy arriba todo el rato y eso no debe de ser fácil. Si tienes un mal día, ¿qué haces?
Escuché hace poco que Concha Velasco había dicho: “Al espectador no le vale que le digas que tienes un mal día, porque precisamente tu trabajo es transformarte para transformar las emociones de la gente”. Y es verdad, yo no me lo creía, pero igual que en la tele tienes tu momento delante de la cámara, pero luego puedes estar en tu mood, el que sea, en este tipo de espectáculos, cuando arrancan, tú tienes que estar con la energía arriba. Alguna vez me ha pasado tener un día malo, soltar una lágrima en el camerino y después salir ahí fuera a darlo todo y que vuelva la alegría. Es algo que incluso te transforma a ti también.
Además de vedette2.0, eres presentadora y has cantado en un grupo. ¿Ya eras tan inquieta desde niña?
Yo creo que soy una show-woman desde que nací, lo que pasa es que he tardado en entender qué es lo que me hace feliz. La televisión es el medio en el que yo me muevo, el entretenimiento en general, es algo en lo que me siento supercómoda. Me gusta transmitir a la gente ese buen rollo, esa naturalidad, también porque siempre he tenido la suerte de ser Lorena Castell. Empecé estudiando interpretación, pero al final me he interpretado más veces a mí misma que a otras personas. Y al conocer esta parte de interacción con el público en tiempo real, me he dado cuenta de que es lo que más feliz me hace. Ya cuando tenía el grupo de Lorena C hacía directos y me encantaba sentirme la cantante de una banda, pero lo de viajar no me gustaba tanto. Ahora soy la reina del Florida y tengo mi propio teatro, así que .... ¡que vengan a verme! [risas].
¿Hay algo con lo que no te atrevas?, ¿un musical, por ejemplo?
Para hacer un musical hay que ser muy talentoso tanto con la voz como con el baile. Yo toco muchas artes diferentes dentro del espectáculo y me sigo formando. Me encanta bailar, el pole dance, las acrobacias, también estoy tomando clases de canto. En realidad, me atrevería con todo: con una peli, una serie, un musical, una obra de teatro o con cualquier cosa que esté relacionada con las artes escénicas.
Ahora mismo estás descansando de la tele. ¿Con qué te gustaría volver?
Estoy en un momento en el que puedo elegir, así que me estoy tomando un tiempo para mí, para disfrutar, para dedicarme a mi familia y a la gente que quiero. Llevaba muchos años trabajando sin parar y creo que es un buen momento personal para poder hacer esta pausa. Pero siguen llegándome muchas ofertas, y algunas creo que son interesantes y las estamos estudiando. No descartes que dentro de nada aparezca en algún programa.
Desde tu experiencia ¿cómo ves el futuro de la televisión ahora mismo?
Pues mucha gente dice que se va a acabar, pero yo creo que solo se está transformando. Se han creado plataformas que ahora están haciendo entretenimiento también. Y luego están las redes sociales. Yo tengo mis propios seguidores a los que les genero mi propio contenido. Al final, que ciento ochenta mil o doscientas mil personas vean un Stories tuyo es la caña. Hay programas de televisión que tienen más o menos esa esa audiencia. Y está guay, porque tú te haces tu propio contenido y decides qué te interesa que conozcan de tí. Es verdad que yo soy bastante transparente en redes sociales, mis seguidores conocen muchas cosas de mí, pero otras muchas me las guardo, aunque no lo sepan [guiña un ojo].
Otra de tus pasiones es viajar. ¿Qué destinos tienes pendientes?
Todavía hay muchos sitios en el mundo que quiero conocer. Nueva Zelanda, por ejemplo, sería un viaje que tengo pendiente. Me gustaría hacer Nueva Zelanda en autocaravana, debe de ser genial, pero para eso necesito tiempo. Porque a mí me gusta hacer viajes largos. Me fui el año pasado a Bali con mi hijo, los dos solos, y estuvimos casi un mes. Lo disfruté mucho. Yo suelo viajar mucho en familia y con amigos. Me lo paso increíble, pero creo que ese viaje con él, ese momento juntos fuera de nuestra rutina es importante. Y, además, tengo un hijo muy divertido. Creo que es el mejor compañero de viaje que he tenido en toda mi vida. Así que ya estoy pensando en mi próxima aventura con él.
En MasterChef descubrimos tu faceta más seria y sensible, lejos de la más alocada que tenías en la tele. Pero ¿quién es realmente Lorena Castell?
Es que MasterChef es un programa en el que no tienes que tener miedo a mostrarte tal y como eres, porque te desnuda, te pone al límite en muchas situaciones. Cocinar no era lo mío y sin embargo allí me di cuenta de que se me daba muy bien. También es verdad que yo tengo muchas ganas de aprender siempre y que soy una motivada. Me gusta ser competitiva, poder destacar y decir que soy de las mejores. Tengo un carácter muy guerrero, pero también soy una persona muy sensible y cariñosa. Soy una llorona, muy sentimental, y también me parece bonito que la gente conozca eso de mí.
Tú te postulaste a Eurovisión 2008 con tu grupo, Lorena C. ¿Qué te parece el revuelo por la canción de este año, la de Nebulossa?
Pues no sé a qué viene. La canción está muy bien, el estribillo tiene mucho power y habla de estar en un buen momento, que me parece muy guay. A mí me parece que esto es un concurso y lo que tendríamos que hacer es divertirnos.
Tú creciste en una familia de Disc jocheys. ¿Cómo de importante es la música para ti en tu día a día?
A mí, si me dejas un día sin música, me muero. No pasa un día de mi vida que no escuche música en el móvil, en la radio… Lo primero que hago cuando me levanto es poner la radio, mientras estoy preparando el almuerzo del niño o mientras desayuno. Mi padre era disck jockey, lo que entonces se conocía como ‘pinchadiscos’, y mi madre nos llevaba por las tardes y nos metía en la cabina. Mi hermano también se dedica a ello profesionalmente. Pero me gusta toda la música en general, no solo la electrónica, la música me hace feliz.
Por último, dime qué es lo próximo con lo que nos vas a sorprender.
Animo a la gente a que venga el 14 de junio al Palacio de Vistalegre, porque probablemente el Bingo para señoras se vaya a otro sitio. Yo soy muy inquieta, viajo mucho, y si puedo viajar con el proyecto que ahora mismo me está dando tantas alegrías, lo haré. ¡Estén atentos a mis redes!
Asistente de fotografía André Paduano/Estilismo Aline Patiño/Maquillaje y peluquería Raquel Carrasco/Agradecimientos Bless Hotel Madrid.
