90 años en 90 portadas de Esquire que son 90 obras de arte
Te invitamos a dar un paseo por la historia del mejor periodismo.
La historia de Esquire (y, por extensión, la de la cultura occidental) podría leerse en sus portadas. Desde 1933, todos los profesionales que han tenido el honor de formar parte de esta cabecera han sido conscientes de que la “cover de Esquire” es un templo del periodismo internacional. Ofrecemos la selección de 90 portadas icónicas que han capturado la evolución de casi un siglo de arte, cine, literatura, política, moda y estilo de vida. Este es el legado de la revista más influyente del mundo, firmado por nombres como Dashiell Hammett, Truman Capote, Ernest Hemingway, Salvador Dalí, Andy Warhol, George Lois, Elisabeth Taylor, Woody Allen, John Lennon, Pedro Almodóvar y una interminable nómina de seres humanos en su mejor versión.
OCTUBRE, 1933
En un despacho de Chicago, los pioneros editores Smart, Jakson &
Gingrich estaban a punto de revolucionar la historia de las revistas. Esquire nació como “trimestral para hombres” al precio de 50 centavos. Ernest Hemingway, Dashiell Hammett, John DosPassos o Douglas Fairbanks Jr. participaron de nuestro bautismo.
ENERO, 1934
Otro número para la historia, porque es el primero en el que aparece en la portada la icónica mascota de Esquire, de nombre Esky. La portada avisa de que, a partir de ese momento, la revista sería mensual y que tenía en su interior, ojo, ¡40 páginas a todo color! Increíble la nómina de colaboradores.
AGOSTO, 1942
Como ves arriba a la derecha, denominaron a este número el “número de la victoria”. Estamos en plena Segunda Guerra Mundial y en muchas de las portadas sucesivas, como en esta, se vería a Esky vestido de soldado, marine o veterano de guerra. La bandera norteamericana se situó en ese espacio de julio a noviembre de 1942. En ese momento, Esquire lanzaba 650.000 ejemplares.
ENERO, 1951
Primera edición de algo que se convertiría en tradición los siguientes años: el calendario anual de Esquire ilustrado con pin-ups imaginadas por los artistas más creativos del momento, como Alberto Vargas, Ernest Chiriaka, Scali o Russell Keller. El calendario iba aparte, con un papel “de lujo”, y se convirtió en un objeto de coleccionismo que, hoy en día, sigue vendiéndose por cientos de dólares.
ABRIL, 1952
Una portada que bien podría publicarse actualmente y no desentonaría ni en el kiosco ni en Instagram. La primera protagonizada íntegramente por una mujer famosa, con nombre (Elizabeth) y apellido (Taylor). El fotógrafo fue Philippe Halsman, autor de algunas de las instantáneas más famosas hechas a celebridades a mediados del siglo XX.
MARZO, 1955
Que a Esky le gustan (y mucho) las mujeres quedó patente desde el momento en que apareció en las páginas de Esquire. Un buen ejemplo de ello es esta portada creada por Dan Wynn, donde los ojos saltones de la mascota de la revista, situados en los ojos de buey de un barco, persiguen la silueta de una mujer en bañador.
SEPTIEMBRE, 1956
Si te pensabas que la expresión “vuelta al cole” la había inventado El Corte Inglés, que sepas que ya se llamaba así este número de Esquire de, cómo no, el mes de septiembre, con una imagen icónica.
FEBRERO, 1958
“Viejos maestros de la autopista” titularon para introducir un reportaje interior sobre el Anglo-American Vintage Car Rally, un recorrido de 800 millones con inicio y llegada en Nueva York.
ABRIL, 1958
Sombreros de copa en la cabecera, la bandera inglesa junto a Esky, George Bernard Shaw y dos elegantes caballeros ingleses dando un paseo por un terreno que ya quisiera el Santiago Bernabéu. Muy british todo.
OCTUBRE, 1958
25.º aniversario de Esquire y un número especial silver en el que escribieron o participaron todos esos nombres que puedes leer y que si no te cortan la respiración, no eres de este mundo.
JULIO, 1960
Un número especial dedicado a Nueva York, donde grandes (grandísimos) nombres de las artes en todos sus formatos homenajeaban o describían a la ciudad desde su personal punto de vista. Como Salvador Dalí, primer español en aparecer en una portada de Esquire (aunque fuera solo de nombre), que firmaba un artículo sobre los museos neoyorquinos a modo de guía.
FEBRERO, 1961
Para que luego digan que los estadounidenses no saben ni dónde está Europa... Los lectores de Esquire, siempre por delante, pudieron leer este magnífico especial dedicado al Viejo Continente. Francia, Alemania, Italia, Inglaterra... y España, representada por Pamplona y sus toros (la que les dio a los americanos por eso en los 50 y 60, madre). Algo es algo.
ENERO, 1962
Claro, si tienes en tu país un personaje como JFK, hay que sacarle partido. Esquire le dedicó unas cuantas portadas (antes y después de su asesinato), incluido un reportaje sobre su vestimenta y su influencia en la calle.
OCTUBRE, 1962
El boxeo en EEUU en los años 60 era como el fútbol ahora: el deporte rey. Los púgiles eran estrellas y objeto de una enorme atención mediática. Robert Riger juntó a Sonny Liston y Floyd Patterson para una entrevista única.
DICIEMBRE, 1963
No abandonamos a Sonny Liston, el más malencarado, bruto y feo (“oso feo”, le llamaba Ali) de todos los boxeadores del momento. Vestirle de Papá Noel fue el mejor chiste de la década, una bendita locura.
MAYO, 1964
A ver, ¿una portada dedicada a un concurso de pesca en Florida o Yvette Mimieux bailando en un atardecer en la playa? Pensaron lo primero, pero alguien con buena cabeza (y mejor gusto) logró que la portada fuera la segunda.
SEPTIEMBRE, 1964
No te lo vas a creer, pero en esta portada que le dedicaron a Woody Allen, el director neoyorquino tenía... ¡28 años! Curiosamente, aún no había dirigido ni una sola película, pero era tremendamente famoso por su faceta como escritor de comedia para televisión (ganaba una pasta) y su labor también como monologuista. De ahí que cada foto lleve una frase suya.
NOVIEMBRE, 1964
“Pasa la página para ver el amor más grande de Elizabeth Taylor”, rezaba el titular de la primera portada doble de la historia de Esquire. Cuando el lector hacía caso, lo que se encontraba no era un hombre, sino a su primera hija, Liza Todd Burton, que tuvo con el productor Mike Todd (fallecido al año de nacer Liza) y que fue adoptada posteriormente por Richard Burton.
MARZO, 1965
Una de las portadas más emblemáticas ideadas por George Lois, el creativo publicitario que cimentó la inconfundible estética de Esquire en la década de los 60. Replicada e imitada hasta la saciedad, aún hoy en día mucha gente cree que la mujer que aparece afeitándose es Marilyn Monroe. En realidad, es la actriz italiana Virna Lisi, de una belleza igualmente insuperable.
MAYO, 1965
Quizás esta portada sería imposible hoy en día. Twitter (perdón, X) estallaría de comentarios nada agradables contra nuestra revista y todo acabaría con algún despido o dimisión. Pero en 1965 se podía hacer. Se cumplían veinte años del final de la Segunda Guerra Mundial y muchos dirigentes nazis podrían volver a Alemania al haber prescrito sus crímenes. Salvo Hitler; él, precisamente, no.
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