"Carmen, estás invitada a la fiesta de los premios Esquire. Ah, por cierto, viene Sam Heughan", me dijo mi jefe mientras yo, al otro lado del teléfono, estaba en pijama trabajando desde casa de mis padres en Albacete. Intentando ser todo lo profesional que se puede ser pijama mediante, le contesté haciéndome la indiferente: "Perfecto. Allí estaré". Lo que hice después, y no me arrepiento al contarlo, fue salir corriendo, gritando y saltando de alegría, para contárselo a mi madre. "Por poco y me meo de gusto en las bragas" es lo primero que viene a mi mente para describir lo que sentí en ese momento. Sí, la mejor frase de Julia Roberts en Pretty Woman. Finas las dos, siempre.

Salí corriendo no solo porque mi madre, mi hermana, mi tía y mis primas son fans del escocés protagonista de Outlander (Movistar+), sino porque había sido invitada a mi primera fiesta Esquire. Ya tuve mi primera colonia Chispas en mi infancia y si aquello ya me parecía la bomba, ir al Casino de Madrid a codearme con algunos de los hombres más guapos e interesantes del planeta no me pareció un mal plan en absoluto. Y como todavía no tengo estilista, me lleve a la mamma de compras para estar a la altura. No mentiré, vi en Google que Sam Heughan estaba soltero y me dije "Carmen, tú esa noche tienes que acabar con una invitación a Escocia". ¿Lo conseguí?

Pues aunque contestaré a vuestra pregunta más adelante, lo que sí os adelanto ya es que me parece que en Escocia no ha llovido nunca tanto como llovía en Madrid justo cuando llamé al taxi con el pretendía llegar al Casino. Primer epic fail de la noche. Yo, que había metido en mi maleta no solo mis sueños, sino también unas botas monísimas de piel vuelta, me di cuenta de que no conseguiría llegar con los pies secos a mi cita con Sam. Cachis. Tras unos momentos de duda, y de los nervios al ver que no conseguía taxi para llegar a tiempo, hice lo que toda mujer hubiese hecho. Llorar. No, tranquilos, que esta no es una historia de esas. Renuncié a mis botas y me calcé unas botas de agua. Sí, por increíble que parezca fui a mi primera fiesta Esquire con unas botas de agua y en metro. Glamour, queridos, glamour.

preview for Premios Hombres Esquire 2022: así vivimos nuestra fiesta

Cuando llegué allí (sana, salva y seca), cientos de personas se agolpaban a las puertas del Casino (Royale, un besito a Daniel Craig si me está leyendo. Nunca se sabe). No había estado más nerviosa en mi vida, y eso que no me estaban esperando a mí. Entré con mis botas de agua haciendo ese sonido agudo que está entre el maullido de un gato y el arrastre de una maleta por un camino de baldosas antiguas y recé por haber llegado antes de que empezase el photocall. ¡Conseguido!

"Venga Carmen, a por ello", me dije en este continuo diálogo interno que mantengo conmigo misma como las protagonistas de las mejores comedias románticas de Netflix. Los invitados empezaron a llegar y una cosa me quedo clara: no había visto tanto hombre guapo junto desde que fui a la tienda de Abercrombie en Milán. Miguel Ángel Silvestre, uno de los premiados de la noche, fue de los primeros en llegar. Chico, qué mirada, qué simpatía, qué de todo. Os lo digo, M.A.S me robó el corazón, pero también el aliento cuando me acerqué a una barra llena de cócteles para tomar uno y calmar los nervios (alcohol para relajarse… Lo sé) y los dos fuimos a por el mismo.

"Perdona", me dijo mirándome a los ojos. Y ahí, en ese justo momento, hice lo que mejor se me da: convertirme en una estatua de hielo. Lo único que mi cerebro mandó hacer a mi cuerpo fue sonreír como lo hacen las adolescentes animadoras del equipo de fútbol americano cuando las saluda el capitán. "Madre mía Carmen, espabila", me volvió a decir mi yo mental.

Bebido el cóctel (gracias Martin Miller por ser mi manzanilla +18 de la noche), continúe asistiendo a todo un desfile de lo que yo consideraría el hombre moderno 2.0. Aunque pasaron por la alfombra roja los hombres más estilosos y elegantes del país, mención especial haré a los premiados de la noche porque sin ellos yo no hubiera estado allí: Rafael Nadal, Sam Heughan, Pablo Alborán, Miguel Ángel Silvestre, Dani García, Arturo Valls, Ángel Martín, Ismael Cruz Cordova, Fernando Líndez y Rafael Pérez-Santamarina.

Ismael Cruz Cordova, en los Premios Hombres del Año Esquire 2022
el actor ismael cruz cordova

A punto ya de dirigirme al salón donde tuvo lugar la entrega de premios escucho a un fotógrafo decir: "Que viene". Cual perro que escucha su nombre y levanta las orejas en señal de alerta, aquí vuestra fiel redactora sufrió un micro infarto al saber que se referían a él: SAM estaba al caer.

Corriendo (agradecí llevar las botas de agua y no las otras, mira tú qué cosas), me situé en una plataforma enfrente del photocall para presenciar su llegada. Saqué el móvil, pero antes de ponerme a grabar, abrí el WhatsApp para escribir un mensaje en el grupo 'Fiesta Esquire'. Y no, no era para avisar a mis jefes/compañeros de mi llegada. Era para avisar a mi familia. Sí, queridos, hice un chat para ofrecer un minuto a minuto del evento a mi family. Obvio.

Y entonces, sucedió. Sam Heughan apareció con su gran sonrisa, su mirada azul, su apuesto traje, su 1,91 cm de estatura, pero sobre todo, una simpatía sin precedentes. No solo posó la mar de salao' (a ver cómo le traduzco yo esto a Sam cuando lea el artículo… ¿the sea of salted?), sino que se mostró encantador con todos los periodistas. Ojo a este detalle que lo dice todo: la traductora encargada de estar con él durante su paso por el photocall se ruborizó (como todas, querida) cuando al terminar su función, Sam le preguntó su nombre, le agradeció su trabajo y le estrechó la mano. O sea, si esto no es ser el gentleman de manual, yo ya no sé.

A punto de comenzar la entrega de premios, decido dirigirme ya hacia el salón donde tendrá lugar. De camino, observo que Sam y varios miembros de su equipo esperan a que les indiquen por dónde subir. Y mira tú por dónde que una de las chicas que van con él trabajó conmigo hace ya muchos años. "Pero bueno Carmen, ¿Qué tal todo?", me dice Ana, tan simpática y amable como siempre. "Pues nada chica, aquí a celebrar a los hombres Esquire", le digo sin poder ocultar que estoy viviendo un sueño. "Oye, pues si quieres una fotografía con Sam… Es encantador", me confiesa.

Sam Heughan, en los premios Hombres Esquire 2022
el actor sam heughan

En ese momento, mis piernas se convirtieron en pura gelatina y creí caer al suelo. Por dentro estaba más nerviosa que un plato de cigalas en Navidad, pero por fuera quise aparentar tranquilidad. "Ah, pues mira sí", dije como si todos los días pudiese ponerme al lado de Sam Heughan. "Vente", me dijo, y lo que pasó después todavía no me lo creo. "Hola", me dice Sam mirándome fijamente y sonriendo rollo "te he dicho hola porque aunque no hablo español esto sé que es signo de educación y de mi encanto personal". "Hello", le digo yo, sin darme cuenta de su "hola". Y entonces se pone a mi lado y ubica una de sus manos en mi espalda. "Carmen Raya llamando a cerebro, Carmen Raya a cerebro. Atentas todas las unidades. No desmayarse ahora, no desmayarse, por favor", me repetía esperando que en ese momento el centro de mando cerebral que aparece en Del revés fuese real.

Eso sí, aunque yo estaba en trance, yo también lo rodeé con mi brazo. "Thanks", le dije después, roja como un tomate consciente de que ahora mi cara y mi chaqueta eran del mismo color. "Of course", me contestó. Y he aquí la prueba de que no miento.

sam heughan
Carmen Raya (fotógrafa y futura novia de Sam Heughan)
Carmen Raya y Sam Heughan tienen el placer de invitarles a su boda. Ejem, ejem.

Consciente de que ahora parte de mi familia me odiaba (aunque sin importarme lo más mínimo, claro está), subí rauda y veloz a sentarme en el salón donde daría comienzo la entrega de premios (de nuevo, gracias botas de agua). Y madre mía qué gala. Los premiados ofrecieron discursos que ni los de los Oscar (y nadie le pegó a nadie, ejem, ejem), los presentadores, Elena Furiase y Félix Gómez, lo bordaron, y los encargados de entregar los premios ofrecieron verdaderas muestras de admiración y afecto a los galardonados. Sobre todo Cristina Castaño, quien en un giro delirante de los acontecimiento le dijo a Sam: "Soy pelirroja. Vaya, que paso por irlandesa/escocesa". Sam rompió a reír, dado que se lo dijo en un perfecto inglés. Cristina, amiga, eres grande.

Terminada la gala pude conocer por fin a varios de mis compañeros y ponerles cara durante la fiesta posterior. Y aunque no sé si esto se podrá decir, me la voy a jugar y a confesar uno de los secretos mejor guardados de Esquire: el redactor jefe web es clavadito a Álvaro Morte. Otro gran actor que también estuvo presente y que fue el encargado de entregarle el premio a Sam. Si es que está todo conectado…

Bailando sin parar los temazos que el dj pinchaba y charlando animadamente con compañeros y alguna que otra celebrity (mantendré el misterio, no os lo voy a contar todo), de repente mis ojos se posan en un hombre. Y no, no era Sam. "Yo a este chico lo conozco", me dije. Estaba convencidísima de que ese hombre de mirada penetrante, melena color avellana tostada por el sol y cuerpo de Adonis era mi amigo. "Oye, ¿tú sabes quién es ese hombre? (y sí, acabas de tararear la música de Pasión de Gavilanes aunque te duela)", le pregunté al jefe de moda y belleza. "Pues claro, es Beltrán Iraburu", me dijo. Y ale, otro mini infarto (a este paso no llego a la fiesta del año que viene).

Sí, queridas y queridos, de posar junto a un rey de la pequeña pantalla pasé a echarme unos bailes con… ¡el rey Gaspar! Lo que hablamos ya no os lo puedo contar porque como es mago pues todo debe mantenerse en la más estricta intimidad. Solo os diré una cosa, a los Reyes Magos, el traje les sienta de fábula. Ah, sí, es que también me hice una foto con él.

beltrán iraburu
Carmen Raya (fotógrafa y futura reina maga)
Carmen Raya y Beltrán Iraburu les invitan también a su boda.

Así pues, creo que puedo decir sin temor a equivocarme que mi primera fiesta Esquire ha sido todo un éxito. ¿Qué me deparará la del año que viene? No lo sé, pero si ésta ha sido así, miedo me da.


Los Premios Hombres Esquire 2022 han contado con el patrocinio de cervezas 1906, agua Magma de Cabreiroa, Hyundai, Antony Morato, DOCA Rioja, Martin Miller's, 5 Jotas, Gotas de Oro, Cantabria Labs y Banco Santander. ¡Gracias a todos por vuestro apoyo!