Tras una larga jornada de eventos, abrimos la tarde del sábado en el Esquire Townhouse con la visita de tres maestros de las historias. Lorenzo Silva y Noemí Trujillo nos presentaron el último trabajo que han hecho juntos, la novela Si esto es una mujer (Ed. Destino) Los escritores compartieron mesa con Ramón Campos, conocido por crear series como Fariña o Velvet a través de su productora Bambú, que vino a traernos su libro El orfebre (Ed. Planeta).

Lejos de las historias televisivas a las que nos tiene acostumbrados, lo nuevo de Campos aborda la epopeya de un humilde orfebre de Barcelona que se ve obligado a recorrer África en 100 días en busca del "diamante más grande jamás visto". Y no, de momento no piensa convertir esta aventura ambientada en los últimos años del siglo XIX en una ficción para la pequeña pantalla.

Solventada la duda existencial de muchos seriéfilos, los ponentes hablaron largo y tendido sobre un tema que conocen muy bien: los casos policiales. Precisamente, la novela de Silva y Trujillo se inspira en un caso real que sucedió hace 15 años en Madrid. El asesinato y posterior descuartizamiento de una mujer que ejercía la prostitución. "El centro de la historia es la víctima. Escribir sobre ellas es extremadamente complicado, porque siempre hay gente que tiene una herida abierta", explica Silva.

Lorenzo Silva, Noemí Trujillo y Ramón Campos nos cuentan cómo se han aliado con el enemigo para trasladar algunos casos policiales a libros o series de televisión.
Mara Alonso
La mesa congregó a numerosos amantes de los libros y las series de televisión.

En el caso de Fariña, el quebradero de cabeza lo dieron los malos. Identificarles por su verdadero nombre podía implicar una demanda, como la que acabó haciendo Oubiña por una escena, que lejos de lo esperado, tenía que ver más con lo sexual que con lo delictivo. "Nos obligaba a hilar muy fino al involucrarlos en delitos", explicó Campos. Una vez más, el trabajo de documentación y los informes policiales resultaron claves.

Los tres coincidieron en destacar la importancia de mantener una buena relación con la policía, tanto para poder hablar de sucesos reales como para construir personajes. "Es muy útil la conversación con las personas de estos cuerpos, ir más allá de la respuesta institucional", aseguró el autor de La niebla y la doncella. Por eso, cuando le propuso el proyecto a Trujillo, que venía del mundo de la poesía y desconocía este, le organizó una cena con policías y guardias civiles. Para ella, estos fueron fundamentales para dar forma a su investigadora. "Me interesaban, sobre todo, cómo estas policías manejaban su tiempo cuando llegaban a casa", confesó.

Ramón también contó cómo de útil fue la relación con la UCO cuando escribió Desaparecida. "Ahora tengo verdaderos amigos", reconoce. También, desveló una curiosidad de Fariña. La crítica que se iba a hacer del cuerpo a través de esos 'maderos' corruptos fue avisada con tiempo. "Sabían que no podía ser de otra manera. Cuando te documentas, acabas admirando mucho su trabajo", sentenció.