Hace ya tiempo que Boris Izaguirre se convirtió, por méritos propios, en uno de los imprescindibles de nuestra televisión. Tan pronto te liaba un pifostio en Crónicas marcianas, como te lo encontrabas en una entrevista hablando de su última novela. Y es que no hay muchos tipos capaces de hablar sobre Cervantes con la misma pasión que sobre Carmen Sevilla. Y por eso, en las teles se lo han rifado. Y, por eso también, no se nos ha ocurrido a nadie mejor que invitar a nuestras Entrev-Instas para hablarnos de sus próximos proyectos y, de paso, dar un repaso a un mundo que estos días anda como pollo sin cabeza entre el coronavirus, las cacerolas, el #blacklivesmatter, y varias cosas más.

¿Cómo te encuentras?
Bien, la verdad que muy bien. Me he tomado esta periodo como una especie de introspección. Hemos tenido el privilegio de poder vivirlo así. Ruben y yo no tenemos hijos, hemos redescubierto nuestra casa, nos hemos tomado este tiempo para calmarnos. Ha sido una lección a tener en cuenta de toda esta pandemia.

Luego hablamos del coronavirus, vamos con lo más inminente, el estreno de la tercera temporada de Lazos de sangre. ¿Tenemos fecha?
Está al caer. Muy en breve. Para mí personalmente es fantástico repetir, fue como encontrar mi sitio. Es un programa que tiene muchísimo que ver conmigo, con mis intereses, con la manera en que yo he crecido viendo a la sociedad española, a sus personajes, porque algunos para mí han sido héroes. Es un programa de historia contemporánea de España, a través de una serie de personajes puedes observar cómo se ha transformado este país.

Uno de ellos es Carmen Sevilla, con el que vais a abrir la temporada
Es una mujer con una carrera realmente larga, solo dejó de trabajar por su enfermedad. Su carrera empieza en 1948, con España atravesando un punto político y social muy concreto, pero también se engarza con el siguiente, y el siguiente. En el programa, después del documental, hay un coloquio y hay muchos elementos interesantes para debatir.

boris izaguirre
TVE

¿El formato será igual que el de la segunda temporada?
Es probable que haya ligeros cambios, para que sea más dinámico y para que la charla tenga una sensación más de debate. Porque muchas de estas vidas dan para grandes charlas, la de Carmen Sevilla, o la de Albano, que nos ha recibido en su casa de Italia para
hablar de la situación tremenda de esta pareja que en los años 70 le demuestra a Europa que existe el amor, y de repente se ve marcada por la peor de las tragedias que es la desaparición de una hija. También nos habla de cosas muy reveladoras, él venía de una familia muy, muy pobre, y ella, Romina, era la hija de Tyrone Power, uno de los grandes galanes de la edad de oro de Hollywood, son dos personas muy distintas a las que de repente el amor y la música los une.

¿Quienes serán los protagonistas de los demás programas?
Hay uno muy emotivo de Martes y 13, una familia profesional que ha marcado un antes y un después en el sentido del humor de los españoles y de la historia de nuestra televisión. También nos adentraremos en una de las familias más fascinantes, los Windsor. Y habrá programas sobre Antonia Dell’Atte, Ángel Nieto… Pero no quiero avanzar demasiado.

Tu propia vida daría también un Lazos de sangre
Bueno un poco más fastidioso porque yo solamente he tenido una pareja y un matrimonio. Pero bueno sí, me enorgullecería. Eso es una cosa simpática también del programa, viene como la Academia a reconocerte que tienes una historia vital importante.

Masterchef, Prodigios, Lazos de sangre… te estamos viendo mucho últimamente en la tele pública. ¿Hasta qué punto TVE te permite ser tan tú como la tele privada?
Me permite ser el que soy ahora. Para la mayoría de la gente que conozco su primera

"Estaba deseando encontrar la fórmula para poder ser Boris Izaguirre y Crónicas Marcianas me hizo ser yo"

escuela fue TVE porque era la única que existía, y luego tuvieron que adaptarse a la privada. Yo en cambio soy una creación de la televisión privada. Empecé en el 98 en Tele 5, formé parte del elenco de un programa histórico como fue Crónicas marcianas, y algo aprendí de la privada porque de repente he conseguido sentirme muy a gusto y muy orgulloso de que la televisión pública haya confiado en mi para dos programas tan diferentes y tan importantes como Prodigios y Lazos de Sangre.

Y Masterchef…
Sí, yo creo que Masterchef fue la clave. Para mí fue un segundo tren y una rehabilitación. Creo que por eso tanta gente quiere participar en ese programa, se han dado cuenta de casos de gente que estaba desparecida o confundida con cómo seguir adelante, que era mi caso, y de repente este reto de cocinar, esa disciplina te rehabilita. Y el teléfono volvió a sonar.

"Nací en el lugar equivocado, Caracas no era la ciudad donde yo tendría que haber venido al mundo"

En tu carrera has hecho mil tipos de formatos diferentes, coloquios, talent shows, concursos… Si pudieras elegir presentar cualquier programa de la historia de la tele, ¿cuál sería?
Volvería a hacer Crónicas, sin duda. Yo creo que soy una persona que nació en el lugar equivocado, Caracas no era la ciudad donde yo tendría que haber nacido, tampoco sé cual. Con mucho esfuerzo conseguí encontrar mi ciudad, que es esta, Madrid, y mi propia manera de vivir me hizo conseguir mi sitio, que fue Crónicas marcianas. Estaba deseando buscar la fórmula para poder ser Boris Izaguirre y ese lugar me hizo ser yo. También hizo que ganara respeto por esta industria, es el único medio de comunicación completamente democrático, es infinitamente cruel pero es increíblemente exigente y siempre te aporta algo.

En tiempo de la dictadura de lo políticamente correcto, ¿sería posible hacer Crónicas de nuevo?
Por supuesto, para mí lo políticamente correcto empieza en los 90. Y nosotros fuimos tan políticamente correctos que les dejamos a los políticamente correctos que se quedaran todo. El espíritu de Crónicas tiene en mí un buen hijo.

boris izaguirre
Raul Tejedor

Cambiando de tema, has vuelto a tus orígenes como guionista, por culpa de Miguel Bosé…
Sí, la idea de hacer una serie sobre la vida de Miguel Bosé me tiene muy cautivado, muy emocionado y muchas veces aterrado también.

¿En qué punto está?
Seguimos escribiendo, es una empresa increíble. Nacho Faerna es un gran hombre de la ficción audiovisual y Ángeles González-Sinde es lo máximo. Estamos escribiendo los tres y ellos tienen una visión que estamos todos esperando a ver cómo va a colisionar con la mía. Yo tengo un poco la parte de que soy muy amigo y también muy admirador del propio Miguel.

¿Él está encima de este proceso?
Él tengo la sensación de que está también preparando un proyecto literario sobre su vida. Miguel es de ese tipo de artistas que consiguió hacer algo imposible, que el español se aceptara como idioma musical. Tenía el aroma y la letra de un cantautor, pero el sonido del tecno pop que era mucho más divertido y estimulante. Él tiene esta cosa de pionero, ha abierto infinidad de caminos. Y además, como la princesa de Mónaco, es la única persona que ha sido famosa antes de nacer. Es probable que Rocío Carrasco también. Resumiendo, que su vida tiene elementos muy interesantes para ser contada.

Si se hiciera una serie sobre la tuya ¿cómo podría titularse?
No sé… Encantador por ejemplo. A mí me gustan mucho los títulos de un solo nombre. Hechicero, o El chamán

Volviendo al dichoso Coronavirus, ¿cómo ha sido tu encierro?
Odio decirlo, pero estos meses han sido estupendos. Si no hubiera habido las desgracias que ha habido, las muertes, tantas familias rotas… Si no fuera por este drama, creo que es algo que deberíamos repetir. Ha tenido que pasar una desgracia tan terrible para darnos cuenta que necesitábamos parar. Yo lo vi clarísimo el día que me encerré. Me acosté un momento en el sofá del salón y lo subí a Instagram, porque creo que le habíamos perdido toda la importancia al tiempo y eso fue lo primero que pensé. Y lo segundo fue ver a todos mis amigos prometer que se iban a hacer un curso de esto, de lo otro, todo el mundo tenía necesidad de actividad, cuando yo creo que lo importante era parar. Y yo dije, yo no pienso hacer nada, al menos hasta que no sienta de que me he vaciado de todo lo que me ha traído hasta aquí. Después, cuando ya me sentí vacío, me puse a ordenar, a escribir y a leer.

¿Cómo ves el futuro?
Este ambiente tan apocalíptico que se ha creado, a medida que vas avanzando en la desescalada te das cuenta de que no lo es tanto. Es una nueva realidad y estamos muy preparados para defendernos en ella y para seguir adelante.

¿Hemos tenido unos políticos a la altura de lo que hemos pasado?
Eso lo va a responder la fase 3 de la desescalada. Lo importante aquí no era el gobierno ni los políticos, lo importante éramos nosotros mismos, y no me va a bajar nadie de esta conclusión. Teníamos la responsabilidad de recluirnos, de seguir las normas que nos imponían, que la gestión saliera bien o mal era en gran parte responsabilidad nuestra. Y creo que la hemos sabido sacar adelante.

Pero todo esto, ¿no crees que nos ha dividido más como sociedad?
Yo estoy convencido de que la idea de la división es una propuesta de las fake news, no creo que exista esa división. A mí me toco vivir la campaña de Trump en EE.UU y él era el primero en hablar de división, de que había dos Américas. Y creo que todo esto forma parte del populismo, la única manera posible que tenemos de ser responsables como ciudadanos es saber que no existen esas divisiones, sino que nos las venden quienes quieren conquistar: divide y vencerás. Eso también lo hizo Hugo Chávez en mi país y al final el chavismo no ha arreglado ninguna desigualdad, no ha hecho más que empobrecer aún más al país. La idea de división responde en realidad a un discurso político muy pobre.

boris izaguirre
TVE

Ahora que hablamos de Trump, ¿cómo estás viviendo todo lo que está sucediendo en EE.UU a raíz de la muerte de George Floyd?
Con mucha emoción. Me emociona ver a toda esa gente de la primera potencia manifestándose. Yo he vivido en EE.UU en dos épocas. En esta última, en 2015, me di cuenta de que el capitalismo te obliga a convertirte en un objeto de consumo tú mismo, y estás permanentemente a la venta, y lo único mejor es ser más rico. Y hay una cantidad enorme de personas que son pobres y que no tienen la más mínima posibilidad de conseguir ese sueño capitalista que es el dinero, y entre ellos están los negros. La población afroamericana en EE.UU en su gran mayoría, está condenada al fracaso. Al fracaso social, escolar, a un fracaso vital. Incluso viven menos, no tienen ninguna ayuda social para poder enfrentarse a una enfermedad. La muerte de George Floyd viene un poco a revelar que hay un poder invisible en EEUU que decide cuánto vales, qué mereces, cuándo te vas a morir y cómo te vas a morir. Es un abuso.

Y no solo en EE.UU, la protesta ha saltado fronteras…
Es impresionante cómo el racismo ha pasado a convertirse en una reflexión global. La población blanca tiene una capacidad increíble de señalar minorías y de hostigarlas.

¿Y conseguimos algo protestando?
No pienso que el racismo se vaya a acabar, pero sí espero que, como pasó con el #metoo, toda esa manifestación a raíz del muy injusto asesinato de George Floyd tenga un recorrido similar. Y que haya también un Harvey Weinstein para el #blacklivesmatter.

Nos acercamos al día del Orgullo, este año va a ser feo, ¿no?
Sí, pero también vendrá bien un descanso. Lo que es importante es celebrarlo, hacer siempre la efeméride. Es una respuesta transversal al hecho de que siempre te estén recordando tu diferencia y discriminando, entonces tú recuerdas tu orgullo como respuesta. Y el día a día sigue demostrando que esa respuesta es necesaria y que ese orgullo es importante. Pero evidentemente es mejor posponerla este año, no vaya a ser además que ahora nos vaya a pasar lo mismo que a las mujeres el 8 de marzo…

¡El rebrote es culpa de los gays!
¿Te imaginas?