El mundo está lleno de superhéroes y los cómics son toda una vía de escape literaria. Las representaciones gráficas son cada vez más poderosas y los temas a abordar más variados e incluso críticos. Pero, ¿cuál fue el primer cómica de la historia?¿Quién decidió plasmar sus ideas en forma de viñetas?

Algunos consideran que el primer cómic de la historia fue la Biblia de Velislav. Este manuscrito del siglo XIV recoge 747 ilustraciones que muestran el antiguo testamento. La razón de esta obra fue el alto nivel de analfabetismo de la época que obligó a difundir la historia bíblica mediante dibujos. Como apoyo a las ilustraciones se incluyeron una serie de ilustraciones en latín y en griego.

Sin embargo, si se trata la idea de cómic como la primera tira que salió al mercado, todo es muy diferente. En 1895 el New Yorker World publicó una serie de ilustraciones con el título de At the Circus in Hogan’s Alley. Richard F. Outcault, bajo las órdenes de Joseph Pulitzer, sería el encargado de crear una serie de carismáticos personajes, entre los que destacaba un joven asiático vestido de azul.

​Richard F. Outcaultpinterest
Getty Images
Richard F. Outcault, el dibujante que inventó el cómic con The Yellow Kid

The Yellow Kid, así le llamaban, ya que a partir de 1896 su indumentaria se volvió de color amarillo. Tras el éxito, en 1896 esta tira se trasladó al New York Journal de William Randolf Hearst. Inicialmente adoptó el nombre de Mc Fadden’s Row of Flats, pero la potencia de su mote popular terminó llamándolo The Yellow Kid también en la prensa.

La historia de este niño se centraba en la crítica de la pobreza de las calles de las grandes ciudades ahogada por una cultura consumista y materialista. Este estilo de referencias encendió a toda la sociedad neoyorquina del momento y de ellos surgió la famosa expresión de "prensa amarilla" que hace referencia a la prensa sensacionalista de manera peyorativa.

youtubeView full post on Youtube

Este bonito viaje llegaría a su fin en 1898, cuando el autor de The Yellow Kid decidió indagar en nuevos géneros y abandonó su figura por completo. De esta forma se le considera como una especie de padre del cómic moderno, donde la crítica y el poder de las imágenes eran de vital importancia en el mundo de la información.