Una caída en directo y una palabra clave, #mediopulmón, nos han permitido conectar con el lado más cachondo y salvaje de María Escarmiento, la artista menos convencional surgida del universo OT. Estudiosa de la música y desprejuiciada a partes iguales, María nos habla durante esta Entrev-Insta de su primer EP, Sintiéndolo mucho, que se estrena el 3 de julio, de su último single, Chulo, y también de la forma fluida, mimada y muy personal que está adoptando su carrera musical, enfocada al trap y otros sonidos urbanos, todo con una estética currada mano a mano junto a su pareja, Pablo Amores. Con ella completamos un maravilloso miniciclo que inauguramos con Natalia Lacunza y Alba Reche.
¿Qué vamos a encontrarnos en Sintiéndolo mucho?
Son siete temas de los que ya han salido cuatro. Tendría que haberse publicado antes pero con este panorama me daba un poco de bajón. Las tres canciones que todavía no habéis escuchado son muy diferentes entre sí y cierran todo el concepto del EP, pero todo con el mismo mood de la producción de Merca Bae. Hay una que es más tranquilota y sutil aunque yo la bailo igual, una colaboración con Pedro LaDroga que es un bombazo súper heavy y otra un poco loca.
¿Cómo llegaste hasta este sonido? Porque de primeras te conocimos con versiones como de pop-rock más retro.
No sé si fue un error, pero yo enfoqué OT como un reto meramente vocal, elegía temas con los que disfrutaba cantando, no me rayaba el dirigirme hacia un lado. Pero desde que salí sí tenía claro lo que iba a hacer. Yo escucho sobre todo mucho reguetón hecho en España.
*Si has visto el vídeo superior, ya sabes que en este momento se produce la caída del entrevistador
Contabas en una entrevista con Percebes y Grelos que estás perdiendo engagement en redes sociales. Cualquiera se cortaría las venas pero tú lo llevas con una filosofía genial…
Es un drama en mi vida (risas), ¡no sé qué estoy haciendo mal! Lo hablo con mucho humor con mis compañeros de edición, porque mientras estás en la tele todo sube pero es lógico que con el tiempo baje. En realidad está bien que se queden los que son de verdad, y además si me ve menos gente tengo menos presión por meter la pata.
¿El confinamiento te ha inspirado?
Te podría mentir y decir que he escrito un disco y dos libros, pero no. Ahora que hemos empezado a salir sí me he puesto más y he escrito varias canciones, pero antes no me motivaba nada porque todo el rato me salía lo mismo y el mood no era nada interesante. Ya sí he podido ir al estudio y se me ha vuelto a avivar la imaginación.
¿Cómo se plantea tu vuelta a los conciertos?
Decidimos parar todo el tema de salas. Mi música en un setting más pequeño o acústico no me funciona, así que hemos decidido esperar.
¿Cómo es tu propuesta en directo?
Mi idea era hacerla coincidir con la salida del EP y quería que fuera bastante potente, que sonara duro, con locuras heavys. Todo en un ambiente de club, de gente bailando pedo porque si no se me cae. Divertido, agresivo, potente. Con menos gente se me hace difícil.
Es verdad que tu música entra genial en 'estados alterados de conciencia'…
Sí. Cuando escuché por primera vez el EP estaba en mi casa con mis amigas, bastante borrachas, y creo que ellas lo sintieron bastante porque estaban bailando como locas. A ver, cualquier concierto gana si vas un poco pedo. Yo quiero que suene sobre todo como muy alto, con esos bajos a todo volumen que te palpita el pecho.
Me tienes que contar una historia que no entiendo: palabra clave, mediopulmón.
Es muy fuerte y es real: un chico vino a un concierto mío y de cantar tan fuerte se le reventó un pulmón. Literal. Yo lo conocí porque se me acercó un día con un certificado médico del centro de salud que decía que había estado cinco días ingresado y me pidió que se lo firmara. En el momento dije "qué horror, lo siento muchísimo"… Lo pasé fatal hasta que vi que él lidiaba esto con mucho humor. El chaval es divertidísimo, lo cuenta con muchísima gracia.
Como diría Soy una pringada, has hecho peak en tu carrera.
He hecho peak en mi carrera sin duda, jamás voy a volver a conseguir nada así. Realmente espero no conseguirlo nunca más para que nadie tenga que ir al hospital (risas).
Tú en el escenario tampoco tienes medida, y eso es muy de agradecer.
La canción en la que él se dejó el pulmón fue Voy en un coche, y yo ahí también lo dejo todo, aunque tengo mis técnicas de respiración y diafragma para no romperme. Es una sensación increíble porque nunca sé cómo va a terminar. Siempre que me he subido a un escenario y hay gente que ha venido a verme, siento que lo mínimo que puedo hacer es eso.
Tu estudiaste la carrera de música en Estados Unidos. ¿Has tenido feedback de la gente de esa época?
Sí. Cuando salí de OT cambié de instagram, y hasta hace un par de meses no miré el que tenía anteriormente. Me habían escrito varias personas de la carrera en plan "Why are you famous?". No entendían nada, es bastante gracioso.
¿Cómo eras musicalmente en aquella época?
Estaba estudiando, no era ni mucho menos la mejor de mi clase. En Nueva York sí que tocaba y hacía conciertos, pero de 15 personas, que me cogía el metro para ir a un bar a tomar por culo. Estaba en la mierda como mucha gente, por eso ha sido chocante para ellos. La esencia era la misma, muy punky, tenía un grupo con canciones bastante reguleras en la que berreábamos mucho.
Quien ha vivido en Estados Unidos tiene una percepción mucho más certera sobre la lucha contra el racismo que ha estallado en las últimas semanas. ¿Tú cómo lo ves?
Yo me fui cuando era bastante joven y bastante idiota, como mujer no racializada que vivía en el centro de Madrid no estaba familiarizada con esos conceptos. Cuando llegué a Nueva York me encontré una ciudad muy, muy diversa. Yo iba a la universidad en el Metro: en la parada de la universidad de Columbia se bajaba toda la peña blanca, y todos los de otras razas se bajaban en la mía, porque era la universidad pública. Se notaba muchísimo. Además yo estaba allí el día que ganó Trump y se vivía un ambiente súper chungo. Como en España puede pasar con los centros de menores o la gente que llega por la costa. Es todo complejo y horrible, yo me alegro de que la gente se esté informando. Intento no hablar mucho por no cagarla, que hay gente que sabe más y lo que tenemos que hacer es escuchar.
A la hora de trasladar esos mensajes en canciones, ¿cómo se consigue el equilibrio para que no suene empalagoso o demasiado obvio?
Cuando componía canciones de pequeña siempre quería que fueran contra la injusticia y esas cosas, lo intentaba explicar y me salían mierdas. Ahora creo que con todo lo que hablamos en redes sociales, o en mi caso con todo lo que dije en OT, creo que ya se conoce mi postura, y por eso no me preocupa hacer canciones revolucionarias. Por ejemplo me han dicho que Chulo va contra la masculinidad tóxica… No lo había pensado así pero de puta madre. Si se transmite eso porque es lo que me sale, yo encantada.
Cantarle Chulo a la cara a alguien que se lo merezca tiene que ser muy liberador.
De hecho nació así. Empecé con ese "chulo, chulo", me vine arriba y es como desfogarse a muerte. Cuando lo grabé me lo pasé teta.
¿Cómo suele ser tu proceso de composición?
Depende. Con Chulo me salió esa palabra al escuchar la música y me enzarcé. Últimamente parto de cosas que tengo escritas y las encajo en un beat. O escucho ese beat y empiezo a murmurar palabras y después me invento la letra con palabras que encajan en ese murmullo.
Sobre el trap y el reguetón sobrevuela un enorme prejuicio sobre la calidad musical que predomina en esos estilos. ¿Tú lo ves así?
Absolutamente no. Yo he estudiado música de verdad, he manejado muchas partituras en mi vida y sé entender la dificultad. Por un lado, siempre he sido abogada de lo simple: mi grupo favorito es Los Ramones, que utilizan tres acordes. Por otro, me provoca rechazo esa clasificación de la música buena y la música mala, no lo comparto para nada. Escucho canciones de Yung Beef con melodías guapísimas que si las analizas son complejas y nada predecibles. El desconocimiento quizá empuja a la gente a valorarlo así, o tal vez es el autotune, que es una herramienta más. Además, que no estamos aquí para demostrar la calidad vocal.
Hay una tendencia mundial, muy especialmente en ese género, de artistas que entremezclan su propuesta artística con su vida personal más íntima. Tú que tienes una relación conocida por todos, ¿cómo vives eso?
Es gracioso porque cuando entré en OT me propuse no hablar nada de Pablo para que no le rayaran, pero al final decía su nombre 50 veces al día (risas), contando todas mis intimidades. A mí no me raya mucho, quizá porque he tenido esta pareja estable desde que soy conocida y ningún drama. Al estar muy segura de todo no me agobia mucho. Me agobia más que se metan conmigo a que se metan con mi relación. Por favor, no me critiquéis que no me gusta, me pone triste. Me agobia la sensación de no hacer nada bien… Al principio lo pasé mal, pero me estoy quitando de este problema. Pablo me decía que se mete conmigo toda la peña que tiene que meterse conmigo, y es verdad.
Pablo es una pieza fundamental de tu propuesta artística. ¿Es un acto de generosidad por tu parte?
Y de la suya, porque estoy todo el día pidiéndole cosas (risas). Somos muy generosos los dos. Cuando le conocí, que en ese momento yo no estaba haciendo música, le decía que me encantaría que me hiciera un vídeo. Al final vivimos juntos, curramos juntos, cada vez que hago una canción él la está oyendo desde el principio, igual que yo le digo cosas sobre sus vídeos. Se nos mezcla todo, por lo que para mí era el paso natural, además de que le respeto un montón como director, tiene una visión súper interesante. Estoy muy agradecida. Nos pasamos horas y horas viendo videoclips, algo que me ha fascinado desde niña, buscando ideas… Es otra cosa que compartimos como pareja y como casi siempre estamos de acuerdo pues va súper bien.
¿Eres muy exhaustiva en la definición de tu propuesta artística?
Sí. Además, la parte visual me importa bastante, por eso tengo tanta suerte de contar con Pablo. Me preocupa que algo dé la impresión de que no está cuidado, porque lo valoro casi igual que la música.
